Del nacionalismo protest¨®n al de acci¨®n
"Siempre fue un ni?o dif¨ªcil" dijo hace poco la madre de Josclika Fischer. Lo cierto es que es un aut¨¦ntico hijo de su tiempo que abandon¨® la escuela a los 16 a?os, entr¨® en el movimiento estudiantil y fue miembro del grupo Fuerza, Revolucionaria, que dej¨® desilusionado por el terrorismo. Sobre el tema de la violencia en los extremos del espectro pol¨ªtico tiene una curiosa teor¨ªa que desarrolla al ser preguntado por su opini¨®n sobre el emergente neonazismo. "Es un problema que se encuentra tambi¨¦n en Francia y en otros lugares de Europa", dice "primero, tiene un componente claro derivado de la integraci¨®n de los extranjeros que es la base para el racismo. La segunda cosa es que la revoluci¨®n de 1989 fue una aut¨¦ntica revoluci¨®n, pero fue una revoluci¨®n por implosi¨®n, lo que quiere decir que no se produjo una explosi¨®n hacia el futuro, con nuevas ideas y nuevas fuerzas, sino una implosi¨®n que sac¨® al exterior los viejos fantasmas europeos, especialmente el nacionalismo. Aqu¨ª en Alemania hay una vuelta del pasado".Fischer dice no estar alarmado, por el momento, por esa vuelta al pasado en Alemania debido a la estructura sociecon¨®mica del pa¨ªs: ''Tenemos una fuerte clase media democr¨¢tica y las clases altas tambi¨¦n son democr¨¢ticas y los intereses de nuestras empresas son mundiales y europeos, as¨ª que no estoy asustado sobre esta resurrecci¨®n de las fuerzas del pasado. Creo que en estos momentos tenemos un nacionalismo al estilo del que se puede encontrar en Francia entre los seguidores de Le Pen, lo que llamar¨ªamos un nacionalismo protest¨®n".
Otra cosa es c¨®mo evolucione esa situaci¨®n. "Tal vez dentro de unos anos puede nacer un mayor peligro cuando ciertos intelectuales formulen algunas ideas, que llegar¨¢n de la mano de viejos izquierdistas. Entonces, si el antieurope¨ªsmo tiene una base intelectual y se fusiona con este racismo de las clases bajas, nos encontraremos no s¨®lo con un nacionalismo protest¨®n, sino con un nacionalismo de acci¨®n, fundamentalista, del viejo estilo. S¨®lo hace falta un l¨ªder. Con el hombre id¨®neo creo que hay un potencial de hasta un 20%. Ser¨¢ un programa con todos los elementos cl¨¢sicos de un ultranacionalismo conservador y algunos nuevos como el antifeminismo o la limpieza ecol¨®gica. Pero esto se dar¨¢ no s¨®lo en Alemania, sino en Francia, Italia o Espa?a".
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