Louis Malle: "Es dif¨ªcil afrontar la censura"
El director cort¨® en Estados Unidos cinco segundos er¨®ticos de su ¨²ltima pel¨ªcula
Jeremy Irons y Juliette Binoche desnudos, sentados y abrazados, se tapan mutuamente los ojos. Esta escena, utilizada como publicidad en Espa?a, no aparece en la versi¨®n para Estados Unidos. El a?o pasado, el director franc¨¦s Louis Malle acept¨® cortar cinco segundos. "Es dif¨ªcil afrontar la censura" dice, y se disculpa explicando que cinco segundos no afectan mucho, que fue un "compromiso odioso" y que de no hacerlo le hubieran puesto a la pel¨ªcula la calificaci¨®n NC-17, que cierra importantes v¨ªas comerciales. Est¨¢ convencido de que la censura en Estados Unidos se ha ablandado y que ahora, con Bill Clinton, no habr¨ªa pasado nada. El director retrata en Herida a una mujer con dos amantes: un pol¨ªtico conservador brit¨¢nico y el hijo de ¨¦ste.
La discusi¨®n con la Motion Picture Association of America (MPAA), asociaci¨®n de la industria americana que impone las calificaciones, "se convirti¨® en algo rid¨ªculo", dice Louis Malle. "Vimos que no pod¨ªamos estrenar antes de Navidades por la amenaza de ese certificado, NC17 [equivalente al S¨®lo para adultos], que el distribuidor dijo que ser¨ªa p¨¦simo comercialmente. As¨ª que, despu¨¦s de discusiones sin fin, finalmente dije: 'bueno, cortar¨¦ eso'. Fue un corte rid¨ªculo, cambi¨¦ un poco el montaje de la escena. En vez de empezar con el plano m¨¢s amplio empec¨¦ con el m¨¢s corto y despu¨¦s fui abriendo; en el proceso cort¨¦ cinco segundos, pero exactamente es la misma escena".Louis Malle no parece muy c¨®modo ante la pregunta de si suprimir esos simb¨®licos cinco segundos fue una claudicaci¨®n. "Es dif¨ªcil afrontar la censura", dice; "no es la primera vez, recuerdo que mi pel¨ªcula Los amantes tuvo el mismo problema en Am¨¦rica. Entonces rechac¨¦ cortarla y ocurri¨® que en muchas ciudades y cines la pel¨ªcula no fue estrenada. Am¨¦rica puede ser muy intolerante, pero al mismo tiempo hay siempre gente muy abierta. A m¨ª este asunto me parece absurdo".
En las primeras discusiones con los censores, cuando estos amenazaban con el NC-17, Malle cuenta que pidi¨® que le detallasen las escenas que rechazaban. Le respondieron que ninguna en particular. "Finalmente, me pareci¨® que a los miembros de esa comisi¨®n lo que les disturb¨® fue la propia pel¨ªcula, no sab¨ªan qu¨¦ hacer con ella, c¨®mo manejarla, y les pareci¨® que era peligrosa para los ni?os. Y mi respuesta fue que una pel¨ªcula americana como Instinto B¨¢sico, a la que le dieron salida, es infinitamente m¨¢s violenta: hay violaciones, una mujer que mata a su amante con un picahielos... Herida no es nada en comparaci¨®n con eso. La cuesti¨®n es que les disturbaba moralmente el personaje: un hombre muy convencional que se deja arrastrar por sus sentimientos y emociones y que, al hacerlo, se convierte en un ser antisocial. Probablemente se vieron reflejados y amenazados".
Esa incomodidad de los censores est¨¢ provocada por algo que Malle ha buscado en muchas de sus pel¨ªculas: "Los espectadores pueden tener diferentes interpretaciones, me gusta que los personajes no est¨¦n totalmente explicados, ni que sean simples ni transparentes. Me gusta que los personajes sean un poco opacos".
Regresi¨®n cultural
Aunque la censura en Estados Unidos no es gubernamental sino de la propia industria, Malle cree que las cosas van a ser m¨¢s f¨¢ciles con Clinton. "Durante los ochenta, en Estados Unidos se vivi¨® una regresi¨®n cultural. Cualquier decisi¨®n del Gobierno era en aras de la llamada mayor¨ªa moral, que afortunadamente no es una mayor¨ªa. Pero hubo gran cantidad de actos de censura dictados desde las presidencias de Reagan y de Bush, principalmente a trav¨¦s de las organizaciones cristianas: contra el aborto, contra las fotograf¨ªas de Mapplethorpe... Creo firmemente que si la pel¨ªcula se hubiera presentado ahora a la comisi¨®n, no habr¨ªa pasado nada. Pienso que hay otra disposici¨®n de ¨¢nimo por su parte".Malle explica que se sinti¨® muy infeliz al tener que modificar su obra, aunque fuera m¨ªnimamente. "El sentido de mi primera protesta fue: 'Ustedes aceptan cualquier clase de violencia, aceptan violaciones o asesinatos como una rutina completamente normal, pero en el momento en que se narra algo sobre un hombre y una mujer que se comparten, sobre gente que act¨²a de forma que rompe con las convenciones sociales, me obligan a cortar".
El gran monstruo en que se han convertido muchas pel¨ªculas y las programaciones de muchas televisiones le parece a Louis Malle un asunto terrible. "Siempre he pensado que la censura americana ha sido muy poco firme con la violencia. Y si tuviera hijos y viviera en Am¨¦rica me sentir¨ªa preocupad¨ªsimo por la cantidad de horas de televisi¨®n que ven cada d¨ªa. Porque se ha llegado a una situaci¨®n en la que parece completamente normal coger una pistola y matar a alguien. Eso es lo que ves en cualquier serie, un asesinato cada diez segundos. El resultado es lo que le¨ª hace d¨ªas: un chico de 12 a?os que entr¨® en una tienda de bicicletas para robar una y dispar¨® al due?o del local con una pistola. Y te preguntas: '?por qu¨¦ ocurre esto?' Me parece que los ni?os americanos, despu¨¦s de ver la televisi¨®n, perciben como una completa rutina el que alguien mate a otra persona. No dan importancia a la muerte de un hombre . Es peligroso convertir la violencia en una rutina".
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