Una batalla contra el mercado ¨²nico europeo

Las sanciones que iban a entrar en vigor el lunes excluyen a las empresas europeas de las contrataciones de bienes y servicios de empresas europeas por parte de la Administraci¨®n federal norteamericana, principalmente en telecomunicaciones, agua, energ¨ªa, y transportes. Los mercados p¨²blicos de las entidades subfederales (Estados, condados y municipios) ya se hallan pr¨¢cticamente cerrados a los suministradores extranjeros. La medida fue presentada como respuesta a una directiva de la CE, aprobada en septiembre de 1990, que entr¨® en vigor el 1 de enero de 1993 con el mercado ¨²nico.Dicha directiva sirve precisamente para liberalizar los mercados p¨²blicos comunitarios, y, aunque permite que cualquier empresa de los Doce obtenga contrataciones p¨²blicas dentro de la CE, introduce una peque?a limitaci¨®n para las empresas no comunitarias: los precios de sus ofertas deber¨¢n ser un 3% mejores que los de las europeas. Este l¨ªmite es mayor en Estados Unidos, donde hay cl¨¢usulas de preferencia de precios que oscilan entre el 6% y el 50%. La directiva europea asegura en el mismo texto que la preferencia europea ser¨¢ eliminada cuando exista un acuerdo que ofrezca un acceso comparable de las empresas comunitarias al mercado del pa¨ªs en cuesti¨®n. Es una cl¨¢usula para la negociaci¨®n.

La CE ha hecho ya su oferta: eliminamos la discriminaci¨®n a cambio de que EE UU abra el mercado de telecomunicaciones norteamericano, donde las compa?¨ªas impiden por todos los medios la entrada de suministradores europeos, frente a una Administraci¨®n que lo permite en nombre de la desregulaci¨®n y la no injerencia en los negocios privados. La resoluci¨®n del actual contencioso podr¨ªa abrir la resoluci¨®n de numerosos conflictos comerciales. Francia, por ejemplo, podr¨ªa firmar el acuerdo agr¨ªcola sobre limitaci¨®n de cultivos de oleaginosas y reducci¨®n de importaciones subvencionadas si obtuviera una buena tajada en el acceso a los mercados p¨²blicos de telecomunicaciones en Estados Unidos.

Espa?a se juega muy poco, por el momento, en este envite. Las propias sanciones ahora aplazadas no iban a entrar en vigor para las administraciones p¨²blicas espa?olas. La directiva sobre mercados p¨²blicos cuenta con una derogaci¨®n para Espa?a hasta el 1 de enero de 1996 y otra para Grecia y Portugal hasta el 1 de enero de 1998. Espa?a apenas est¨¢ presente en los mercados norteamericanos ahora afectados y, en cambio, importa anualmente 200.millones de d¨®lares en telecomunicaciones. Las sanciones producir¨ªan un efecto perjudicial para las empresas norteamericanas, que ver¨ªan cerrado el mercado espa?ol gracias al Reglamento General de Contrataci¨®n del Estado, que exige el acceso rec¨ªproco al mercado del pa¨ªs de origen por parte de las empresas extranjeras que se presenten a la adjudicaci¨®n de contratos.