?Ni?o o ni?a?
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?Ser¨ªa ni?o o ni?a?", se pregunta ahora un polic¨ªa que llev¨® en minuto y medio a La Paz a aquella chica p¨¢lida, encorvada bajo el peso del vientre, que encontr¨® en una esquina de la calle de Bravo Murillo. Jes¨²s, el agente municipal, estaba m¨¢s nervioso que el padre, que era tambi¨¦n jovencillo, como ella.Era un trago dificil, pero al fin y al cabo se trataba del tercer hijo de los dos. La chica, rubia y desali?ada, sufr¨ªa y se quejaba: "Lo voy a soltar ya, lo voy a soltar ya". Pero el ni?o no naci¨® en el coche patrulla, sino al abrigo del paritorio de un hospital. La aventura tuvo, pues, final feliz.
No ocurri¨® eso con la guineana que asegur¨® haber sido violada por un taxista en un descampado del puente de Segovia, ni con la abuela solitaria salvada de su piso de Goya por los valientes bomberos, algo que a los polic¨ªas les suena a cotidiano.
Los rincones de la ciudad vieron las cosas ins¨®litas de todos los d¨ªas: la plaza de Castilla contempl¨® a las 19.58 un ataque epil¨¦ptico; el albergue del Castillo de Ucl¨¦s pas¨® el ecuador de la madrugada con un ataque de nervios de un hombre llamado Matondo, y unas zarzas cobijaron a un se?or desnudo que se fug¨® de un psiqui¨¢trico al que tuvo que volver. Las sirenas abrieron el paso a 17 ambulancias municipales llevando en sus tripas dos infartos, una sobredosis y 14 enfermos m¨¢s.
Enfermos y borrachos
"Cuando en la emisora se oye enfermo en v¨ªa p¨²blica, suelen ser borrachos en el suelo aseguraba el mi¨¦rcoles un polic¨ªa municipal, despu¨¦s de o¨ªr dos avisos en poco tiempo y en el mismo sitio: "Es el de antes", dijo. Y el mi¨¦rcoles cosech¨® tres borrachos por lo menos, entre ellos una chica oriental que se desplom¨® por la noche a la entrada del Vips de la Gran V¨ªa y quien, con un pinchazo encima -suero- y sin un zapato paseaba tan ricamente del brazo de un dependiente de corbata explosiva y del de la m¨¦dica de las urgencias del Insalud, parloteando verborrea et¨ªlica a un tel¨¦fono inal¨¢mbrico mientras los ¨²ltimos clientes la miraban.
1 Aunque en la cr¨®nica del d¨ªa hubo tambi¨¦n un hombre de Legan¨¦s que se acost¨® sin saber que su coche nuevo, robado el mismo d¨ªa 17, hab¨ªa aparecido en la plaza del ?ngel a las seis de la madrugada. Hubo otros tres casos parecidos, as¨ª hasta ocho coches recuperados, una moto incluida, por algo los patrullas iluminan algunos coches aparcados con su potente luz lateral. "Los de las marcas que se roban f¨¢cil", explica un agente.
Quienes se levantaron el jueves con su coche de vuelta se llevaron el buen sabor del d¨ªa, igual que un se?or de Ja¨¦n que ya tiene documentaci¨®n -y 3.000 pesetas- gracias a una vecina de bien del paseo de las Delicias, que entreg¨® su cartera a un polic¨ªa.
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