Un universo conservador de 14 millones de votos
El ascenso de gaullistas y centristas, reforzado por el desastre socialista
Uni¨®n del Pueblo Franc¨¦s (UPF) ha obtenido 10,3 millones de votos o el 39,47% de los votos en la primera vuelta de las elecciones legislativas. Pero para percibir el viraje hacia la derecha de todo el paisaje pol¨ªtico, tras la hecatombe socialista, hay que agregar tambi¨¦n los votos del Frente Nacional, y los obtenidos por los partidos de derecha "diversos". Todo, este universo de derecha supone un total de 14,4 millones de votos o un 55% de los 26,8 millones de votantes que acudieron a las urnas el pasado domingo 21 de marzo. La ca¨ªda libre de los socialistas, aun con alguna mejora el pr¨®ximo domingo, remite al fat¨ªdico a?o de 1814, cuando la Asamblea Nacional cay¨® bajo la f¨¦rula de la derecha, mon¨¢rquica y noble.
Fue exactamente el 25 de agosto, en medio del terror blanco que se abat¨ªa sobre los territorios del Midi, cuando el Rey Luis XVIII, tras las elecciones a la C¨¢mara, pronunci¨® la frase para la histor¨ªa: C`est une Chambre introuvable (Es una C¨¢mara que no se puede encontrar). Las elecciones del "miedo" hab¨ªan llenado la C¨¢mara de ultras, burgueses, funcionarios, nobles y peque?oburgueses en ascenso que eran m¨¢s mon¨¢rquicos que el Rey y, cuyo programa era la represi¨®n y, la depuraci¨®n. La nueva Restauraci¨®n, que se inici¨® el domingo 21 y que ser¨¢ completada el 28 de marzo pr¨®ximo, con una horquilla de 240 a 270 diputados de derecha, es una aut¨¦ntico maremoto en la pol¨ªtica francesa."Frente a la izquierda, esencialmente socialista, la derecha, moderada y radical recobr¨® en. 1992 cierto vigor y una mayor cohesi¨®n. En marzo de 1988, por, ejemplo, los franceses que admit¨ªan, en las encuestas, ser de derechas, no representaban sino el. 29% del electorado, los de izquierda el 41% y los que no eran, ni lo uno ni lo otro un 26%. En. los ¨²ltimos meses de 1992, los, electores que aceptaban ser de: derechas empataban pr¨¢cticamente con los que admit¨ªan ser de izquierdas", explica Jean. Charlot, profesor del Instituto de Estudios Pol¨ªticos de Par¨ªs.
Al mismo tiempo se pregunta: "?Qui¨¦n dec¨ªa que la izquierda y la derecha eran conceptos que ya no ten¨ªan sentido o simplemente hab¨ªan dejado de existir en Francia?" La respuesta, despu¨¦s de la primera vuelta, es obvia: los electores estiman que la izquierda, bajo el disfraz de baile socialista, carece de significaci¨®n.
Hechos y cifras
"La verdadera raz¨®n, lo m¨¢s elocuente del voto hostil al Partido Socialista son los hechos y las cifras, mucho m¨¢s que el apoyo a la oposici¨®n: las cifras de paro, el d¨¦ficit y las quiebras de empresas. La futura mayor¨ªa debe saber, y lo sabe, que ser¨¢ juzgada por la respuesta que ofrezca a esos hechos y cifras", declar¨® ayer Fran?ois Leotard, presidente de honor del Partido Republicano, tras lanzar la idea, de una "fusi¨®n" entre el Agrupamiento para la Rep¨²blica (RPR) y la Uni¨®n para la Democracia Francesa (UDF).
La pol¨ªtica de "desmoralizaci¨®n", por un lado, y el desempleo, por el otro, son dos de los factores que permitieron el avance de la derecha. La UPF gan¨® en la primera vuelta de 1993 unos 830.000 votos en relaci¨®n a los obtenidos en id¨¦ntica vuelta de las legislativas de 1988, cuando los dos partidos alcanzaron 9,1 millones de votos, o el 37,67%. Sin embargo, los resultados del pasado domingo est¨¢n por debajo de los votos conjuntos RPR-UDF de las legislativas de 1986 (42,1%).
Pero la Chambre introuvable es un hecho sin precedentes en las coordenadas pol¨ªticas de Francia que no por esperado ha amortiguado su impacto. El llamado peuple de gauche, una terminolog¨ªa muy cara a Mitterrand y sus amigos, se ha vuelto, tras nueve a?os de gobiernos socialistas (si se except¨²an dos de la derecha entre 1986-88), peuple de droit.
Las elecciones del pasado domingo, de confirmarse en la segunda vuelta, ratifican para el Partido Socialista los desastrosos resultados de las regionales de 1992 (18,3%), pero implican una subida notable para la coalici¨®n RPR-UDF, que logr¨® en dichos comicios solo un 33%. En esta oportunidad, la derecha no ha cosechado espectacularmente la p¨¦rdida de los cuatro millones de votos perdidos por los socialistas el pasado domingo 21, pero ha avanzado, captando 836.000.
La limitaci¨®n de este resultado queda patente cuando se advierte que el Frente Nacional ha incrementado su posici¨®n en 800.000 votos, su score de la primera vuelta de las legislativas de 1988, en la que ya hab¨ªa obtenido 2,3 millones. Y last but not least, los llamados partidos de derecha diversos han pasado de 697.000 votos en la primera vuelta de 1988 o un 2,85%, a 1,1 millones en 1993, con nada menos que un 4,71%.
El rodillo del RPR y UDF se har¨¢ sentir, por imperio del modelo de escrutinio mayoritario, en la Asamblea Nacional, donde con el 40% del voto obtenido, si se confirma esta cifra en la segunda vuelta, se alzar¨¢ con el 80% de los 577 esca?os (entre 460 y 480).
Sudar el esca?o
Estas cifras confieren al triunfo de los partidos de derecha una dimensi¨®n "personal": los principales dirigentes, aquellos con mayor peso en la opini¨®n publica, han obtenido su esca?o en la primera vuelta, todo lo contrario, claro, que los socialistas, que en el mejor de los casos deber¨¢n sudar la gota gorda el pr¨®ximo domingo tras implorar en las ¨²ltimas horas la renuncia, en su favor, de los ecologistas.
El nuevo paisaje electoral, empero, puede representar hasta cierto punto un proceso de ilusi¨®n ¨®ptica. Las razones por las que una mayor¨ªa de electores, en el contexto de una persistente abstenci¨®n, ha dado su voto a los partidos de derecha no son ideol¨®gicas sino concretas: esc¨¢ndalos, paro, crisis econ¨®mica, desaparici¨®n de empresas. La derecha se ha beneficiado, autom¨¢ticamente, de la incapacidad de la "falsa" izquierda en el poder.
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