Ni el Gobierno ni la ejecutiva del partido han abordado el caso

La ministra portavoz, Rosa Conde, asegur¨® el viernes tras el Consejo de Ministros que el caso Filesa no hab¨ªa sido abordado por el Gobierno. Tampoco lo fue el mi¨¦rcoles, durante la reuni¨®n de la Comisi¨®n de Subsecretarios donde, sin embargo, s¨ª hubo comentarios sobre los resultados de las elecciones francesas, al margen de la reuni¨®n oficial.

Pero el silencio sobre el caso no se ha producido s¨®lo en estas fechas en las que se ha hecho p¨²blico el informe de los peritos. Nunca se ha hablado de Filesa en las reuniones del Gobierno. "Algo natural, por otra parte, porque es un tema que afecta al partido y del que el Gobierno lo desconoce todo", se?ala un alto cargo. Pero lo m¨¢s sorprendente es que tampoco se ha hablado, jam¨¢s, en la Comisi¨®n Ejecutiva Federal del PSOE. Ni siquiera un vocal de la ejecutiva ha preguntado por el caso Filesa. Hubo una sola excepci¨®n, en el ¨¢mbito de la Comisi¨®n Ejecutiva del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) al poco de estallar el esc¨¢ndalo, en junio de 1991. El diputado y coordinador de finanzas del Grupo Parlamentarlo Socialista, Carlos Navarro, presuntamente implicado en el caso, acudi¨® a una reuni¨®n de la ejecutiva del PSC, para informar a petici¨®n propia, dada su pertenencia a esa organizaci¨®n del partido.

Declaraci¨®n exculpatoria

Navarro hizo una larga exposici¨®n exculpatoria y atribuy¨® el asunto a una campa?a montada desde los medios de comunicaci¨®n. Su intervenci¨®n fue seguida de un tenso silencio, cortado momentos despu¨¦s por el dirigente socialista catal¨¢n Jaume Sobrequ¨¦s, que invit¨® a los reunidos a continuar con otro punto del orden del d¨ªa.Nunca, por tanto, en las reuniones oficiales del PSOE se ha hablado del tema, que se ha convertido en un aut¨¦ntico tab¨², favorecido por el secretismo de las finanzas del partido, de las que s¨®lo tiene conocimiento un reducid¨ªsimo grupo de personas, y por la convicci¨®n de que el asunto ol¨ªa muy mal". Sin embargo, todos los socialistas est¨¢n en la tesis de la honradez personal de cada cual. S¨®lo algunos miembros de la ejecutiva socialista reconocen confidencialmente que ha habido algunos pagos de sus facturas y "alg¨²n favor". A continuaci¨®n, dicen que al amparo de esos primeros favores que llegaron al partido -v¨ªa Aida ?lvarez, la empleada que coloc¨® Alfonso Guerra- ha operado el enriquecimiento personal de algunos.