El descalabro socialista abre una era cr¨ªtica en el partido

ENVIADO ESPECIAL Los socialistas franceses no olvidar¨¢n f¨¢cilmente las elecciones de 1993. Con la p¨¦rdida de alrededor de 200 esca?os, han sufrido el mayor rev¨¦s electoral de su historia que amenaza con hipotecar su inmediato futuro. Trece ministros perdieron ayer su esca?o, entre ellos el de Asuntos Exteriores, Roland Dumas. Divididos desde el congreso de Rennes, en 1990, se abre ante ellos el periodo dificil del reparto de culpas que ante las dimensiones del naufragio pol¨ªtico no ser¨¢ breve.

La derrota de Michel Rocard en su circunscripci¨®n de Yvelines har¨¢ a¨²n m¨¢s dificil el debate interno del socialismo franc¨¦s que siente como se cierra el ciclo pol¨ªtico que abri¨® Fran?ois Mitterrand en el congreso celebrado en Epinay en 1971.

El primer secretario del PSF, Laurent Fabius, reconoc¨ªa anoche que las elecciones han supuesto una "severa derrota" para la izquierda, que deber¨¢ someterse a un "verdadera mutaci¨®n". El dirigente socialista, que se mostr¨® dispuesto a asumir sus responsabilidades por lo ocurrido, se?al¨® que lo que el electorado hab¨ªa rechazado no eran los ideales del socialismo sino una "pr¨¢ctica pol¨ªtica" y algunos "desfallecimientos morales", en una clara referencia a los esc¨¢ndalos financieros que han salpicado la gesti¨®n de los ¨²ltimos Gobiernos socialistas.

El concepto de reforma y reconstrucci¨®n estaba en boca de todos los responsables socialistas, que, sin embargo, evitaron referirse al big bang anunciado por Michel Rocard en los albores de la campa?a. Su derrota ante un desconocido pol¨ªtico conservador coloca a Rocard en una delicada situaci¨®n ante sus rivales en el partido, que no son pocos, y en su confesada carrera hacia la presidencia del Rep¨²blica.

A sus 62 a?os, Rocard hab¨ªa anunciado su intenci¨®n de liderar un movimiento para "construir un amplio movimiento de izquierda abierto y moderno", que fue acogido con divisi¨®n de opiniones en el seno de la izquierda. Silencio glacial, desde?oso incluso, por parte del presidente Mitterrand; ilusi¨®n, incluso entusiasmo, en los sectores m¨¢s liberales de la izquierda, algunos de ellos muy pr¨®ximos al propio Mitterrand.

Lo que comienza ahora ser¨¢, sin duda, un pulso entre ese sector renovador en el que Figuran diputados electos, como Jack Lang y Bernard Tapie; personalidades hist¨®ricas del socialismo franc¨¦s, como Pierre Maurois, o independientes con gran proyecci¨®n p¨²blica, como Bernard Kouchner, y el sector del partido m¨¢s pr¨®ximo al presidente Mitterrand.

La personalidad que aparece en el horizonte como punto medio entre esos dos bloques es Jacques Delors, presidente de la Comisi¨®n Europea, un pol¨ªtico moderado y negociador cuyo principal inconveniente es la edad. Jacques Delors tendr¨¢ 70 a?os en la primavera de 1995, cuando se proceder¨¢ a la elecci¨®n de un nuevo presidente de la Rep¨²blica.