El espejo del socialismo espa?ol
?Ser¨¢ seguida la derrota hist¨®rica del Partido Socialista (PS) franc¨¦s por los socialistas espa?oles como la sombra sigue al cuerpo? El espejo franc¨¦s ha estado presente a lo largo de los ¨²ltimos 22 a?os aproximadamente. En 1971, Fran?ois Mitterrand obten¨ªa la partida de nacimiento del nuevo Partido Socialista en el congreso de ?pinay, lo que se dio en llamar "el partido de los electores"; en 1974, Felipe Gonz¨¢lez se hac¨ªa con los resortes de poder del PSOE, tarea que ser¨ªa acometida definitivamente con el abandono del marxismo en 1977. El 10 de mayo de 198 1, Mitterrand era elegido presidente de Francia, y a?o y medio despu¨¦s, el 28 de octubre de 1982, Gonz¨¢lez abr¨ªa un nuevo ciclo en la pol¨ªtica espa?ola con el ascenso del PSOE al Gobierno, tras una victoria por mayor¨ªa absoluta.El ritmo diferente de estas vidas paralelas fue altamente provechoso para los socialistas espa?oles. Al llegar al El¨ªseo, Mitterrand aplic¨® el programa de expansi¨®n econ¨®mica de la Uni¨®n de la Izquierda, la coalici¨®n entre el PS y el partido comunista, con la nacionalizaci¨®n de los principales bancos y grupos industriales del pa¨ªs. La fuga de capitales, el hundimiento del franco, la inflaci¨®n del 11% en 1981 y la tensi¨®n del aparato productivo agudizaron la crisis econ¨®mica. Felipe Gonz¨¢lez pudo dialogar con el espejo franc¨¦s, arraigando en mayor medida todav¨ªa su sensibilidad hacia las propuestas econ¨®micas de ajuste y saneamiento.
Espa?a no pasar¨ªa por el calvario de una aceleraci¨®n de la lucha de clases en el interior y un bloqueo por parte del capital extranjero. El programa econ¨®mico, cuyo punto de partida fue una devaluaci¨®n del 8%, consigui¨® la confianza del establishment. Al otro lado de los Pirineos, Mitterrand, en plena crisis econ¨®mica, iniciaba el camino espa?ol.
El ocaso de Mitterrand, que ha precedido a la hecatombe electoral, vuelve a servir de advertencia -como el programa de 1981- a los socialistas espa?oles. Si en 1982 Mitterrand era la oveja negra de la comunidad de negocios, nacional y extranjera, su partido ha ca¨ªdo en 1993 por haber defendido una causa del agrado de aqu¨¦lla, tras el viraje de 180 grados inicial. Una causa que los socialistas espa?oles, con toda la autoridad en juego de Felipe Gonz¨¢lez, defienden como su se?a de identidad.
El PS lleg¨® al Gobierno con un programa para reducir el paro, que en 1981 rozaba 1,7 millones de personas o el 7% de la poblaci¨®n activa. El PSOE enarbol¨® con ¨¦xito (electoral) la propuesta de los 800.000 puestos de trabajo, un reflejo de la prioridad absoluta que el desempleo ten¨ªa en la sociedad (2,1 millones de parados), que representaba, en 1982, el 16,5% de la poblaci¨®n activa.
El primero fue salvajemente derrotado ayer, en la segunda vuelta de las legislativas, tras haber logrado disminuir la inflaci¨®n al 2, 1 %, al precio de provocar un incremento del paro hasta tres millones (10,3%). El PSOE, por su parte, tambi¨¦n demostr¨® que pod¨ªa mantener a raya la inflaci¨®n, a pesar de los serios altibajos conocidos, reduci¨¦ndose de la tasa anual del 14,4% en diciembre de 1982 al 5,4% en 1992, pagando una factura m¨¢s cara que la francesa: los 3,04 millones de parados representan el 20, 1 % de la poblaci¨®n activa.
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