El regreso de un hombre de la casa
La contrataci¨®n de Cacho Heredia significa el regreso oficial al club rojiblanco de uno de sus jugadores m¨¢s brillantes en el decenio de los setenta, cuando el equipo, a las ¨®rdenes de otro argentino, Juan Carlos Lorenzo, incluso lleg¨® a disputar la final de la Copa de Europa de 1974 con el Bayern M¨²nich.Nacido el 25 de febrero de 1951 en Cruz del Eje, en la C¨®rdoba argentina, Heredia consigui¨® el t¨ªtulo de entrenador en 1989, en Mendoza, luego de tres a?os de estudios y con la calificaci¨®n de "excelente". Sus primeros pasos por los banquillos los dio en las temporadas 1988-1989 y 1989-1990 en el Porvenir y en la 1990-1991 en el Ferreres, los dos militantes en el equivalente a la Segunda Divisi¨®n B.
Se da la circunstancia de que, oficiosamente, el Atl¨¦tico ha apadrinado a quien fuese primero defensa suyo y m¨¢s tarde centrocampista desde que volvi¨® a Espa?a para intentar abrirse camino como preparador. En ese sentido, Heredia recurri¨® en agosto de 1991 a su antiguo club solicitando ayuda. No se encontr¨® entonces ning¨²n puesto para ¨¦l dentro del propio organigrama, pero las gestiones de su paisano Rub¨¦n Cano, el secretario t¨¦cnico, fructificaron en que un cuadro, el Y¨¦benes, de la Tercera Divisi¨®n, le brindase una oportunidad para foguearse desde la banda. Este equipo toledano era toda una sucursal del Atl¨¦tico, ya que ten¨ªa ocho jugadores cedidos.
El problema para Heredia fue que no pod¨ªa entrenar oficialmente al Y¨¦benes al no tener en regla su documentaci¨®n al respecto. Para dirigir a ese conjunto necesitaba que la Federaci¨®n Espa?ola le convalidase su t¨ªtulo argentino y s¨®lo lo consigui¨® a principios de este a?o.
Mientras tanto, el Y¨¦benes resolvi¨® el caso al encontrar a otro, Leo Antona, al que no le import¨® poner el carn¨¦ sobre la mesa para figurar te¨®ricamente como el t¨¦cnico principal y no pasar de ser en la pr¨¢ctica un mero ayudante de Heredia. Con este t¨¢ndem, los toledanos se clasificaron los octavos en su grupo, integrado por 20 cuadros.
Sin embargo, esa trampa no result¨® posible en los proleg¨®menos de la campa?a actual. Heredia hab¨ªa fichado por dos con el Toledo, otro club que sostiene estrechas relaciones con el Atl¨¦tico desde hace mucho tiempo y que hab¨ªa sido capaz de encaramarse a la Segunda B. Como todav¨ªa no ten¨ªa convalidado su t¨ªtulo, la Federaci¨®n oblig¨® a Heredia a que lo abandonara.
La convalidaci¨®n lleg¨®, por fin, en enero de este a?o y Heredia fich¨® por el ?vila, tambi¨¦n de la Segunda B, tras ser recomendado por otro hombre vinculado al Atl¨¦tico, Mauri, quien, parad¨®jicamente, fue despedido por Gil hace un mes. As¨ª, Heredia llevaba 11 partidos al frente del ?vila y tan s¨®lo hab¨ªa perdido dos de ellos. El equipo abulense figura en el puesto und¨¦cimo del Grupo 1 de su categor¨ªa (el Toledo es el tercero), con 29 puntos y un negativo cumplida ya la 30? jornada del calendario.
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