Terence Trent d'Arby: "Estoy pagando el querer subir muy arriba"
El cantante estadounidense presenta, en Europa su ¨¢lbum 'Simphony or damn'
Reci¨¦n cumplidos los 31 a?os, el estadounidense Terence Trent d'Arby est¨¢ presentando en Europa lo que ser¨¢ su tercera entrega discogr¨¢fica, Symphony or damn, una colecci¨®n de temas contundentes y baladas exquisitas. Hace seis a?os, Terence caus¨® conmoci¨®n en la industria musical como un artista poderoso y vers¨¢til, se le lleg¨® a llamar el nuevo Prince. La arrogancia de sus declaraciones, le hicieron sospechoso; ahora reaparece con una ins¨®lita humildad. "Estoy pagando el precio de querer subir muy arriba", dice.
En otro tiempo, Terence Trent d'Arby ten¨ªa la lengua m¨¢s r¨¢pida del pop. Disparaba frases contundentes ("Mi primer disco es tan importante como el Sgt. Pepper de los Beatles") que iban directamente a los titulares. Presum¨ªa de que su experiencia como periodista le permit¨ªa manipular los medios a voluntad. Ahora, D'Arby habla con un hilillo de voz y con una sonrisa blanda: "Cuanto m¨¢s arriba quieres subir, mayor precio tienes que pagar. Yo estoy pagando por todo lo que dije y procuro no sentir ning¨²n tipo de amargura. No me lamento de c¨®mo me trat¨® la prensa: ¨¦se era el juego y tengo que aceptar perder".La ascensi¨®n fue tan vertiginosa como la ca¨ªda. Su actual biograf¨ªa cuenta que hace muchos a?os, en una sesi¨®n de escritura autom¨¢tica, se le ocurrieron los t¨ªtulos de su trilog¨ªa discogr¨¢fica: Introducing the hardline according to Terence Trent d'Arby, Neither fish or flesh y Symphony or damn. Sin embargo, pasa de puntillas por el hecho de que el segundo, tras el ¨¦xito intoxicante de su deb¨², fue un estrepitoso fracaso: CBS llen¨® las tiendas de copias que no se despacharon. Ahora, seg¨²n ¨¦l, aquello ya no es un recuerdo doloroso: "Me lo tom¨¦ muy mal al principio, pero soy parte del mercado y tengo que aceptar que el mercado me abrace o me rechace".
Desapareci¨® de la circulaci¨®n durante dos, tres a?os: "Dej¨¦ Londres, donde no hab¨ªa un clima receptivo. Me fui a Los ?ngeles, me constru¨ª un estudio de 24 pistas en una, casa, el Hummingbird Monasteryo, y olvid¨¦ la vida social para concentrarme en mis canciones. He hecho cerca de cincuenta, de las que he elegido 16 para el nuevo disco".
Intensidad emocional
Un disco que lleva el subt¨ªtulo de Explorando la tensi¨®n dentro de la ternura, "habla del peligro que existe en cualquier relaci¨®n de aumentar la intensidad emocional hasta que anula lo que te atrajo de la otra persona. Pero no quiero afirmar que este disco habla ¨²nicamente de relaciones amorosas; tiene un segundo nivel de lectura". ?Cu¨¢l es, entonces, el subtexto? "No sabr¨ªa explicarlo ¨²ltimamente estoy leyendo mucha poes¨ªa, y encuentro que algunos poemas me conmueven sin poder se?alar una raz¨®n espec¨ªfica. Mis textos son cada vez m¨¢s visuales y siento la necesidad de expresarme cinematogr¨¢ficamente: tengo dos pel¨ªculas en mi cabeza".De momento, el historial cinematogr¨¢fico de Terence se reduce a componer una hermosa canci¨®n para la pel¨ªcula Frankie and Johnny, "que no se ha editado hasta ahora, no puedo entender que alguien ceda un tema para que aparezca perdido en el disco de la banda sonora".
A diferencia de Prince, D'Arby no es generoso con sus composiciones: "Me sobra material, pero no me imagino pas¨¢ndoselo a otros; en 20 a?os, uno de esos temas puede ser cl¨¢sico, pero se identificar¨¢ con el cantante y todo el mundo se habr¨¢ olvidado del autor".
En sus pendientes y en la hebilla del cintur¨®n, Terence exhibe calaveras: "Es una forma de acostumbrarme a la idea de la muerte. Claro que no es algo que me obsesione, ya que creo en la reencarnaci¨®n. Mi preocupaci¨®n principal es estar consciente, en cada momento de mi vida, de que estoy aqu¨ª y ahora".
Babelia
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