?Qu¨¦ quedar¨¢ en pie en 1995?
El autor analiza las consecuencia sociales de la pol¨ªtica econ¨®mica seguida por el Gobierno argentino, que describiera en la primera parte de su art¨ªculo. Y concluye que, pese al deterioro de la situaci¨®n de numerosos sectores de la sociedad, ¨¦stos pueden reiterar en las elecciones de 1995 su apoyo al presidente Carlos Menem.
Hace ya casi cuatro a?os, me permit¨ª exponer en las p¨¢ginas de este peri¨®dico, suscitando airadas protestas, mi visi¨®n de lo que pod¨ªa llegar a ser el Gobierno de Menem. Me equivoqu¨¦ en dos aspectos: ni los parapoliciales resurgieron, ni el macartismo destaca especialmente en el discurso oficial; no hace falta, puesto que, am¨¦n (le haber sido superados los t¨¦rminos de la guerra fr¨ªa, no hay nada en la Argentina que haga pensar en la existencia de una izquierda. Los represores de los tiempos de L¨®pez Rega y de Videla ejercen ahora en otros cargos: como intendentes (alcaldes) o como responsables de espinosos asuntos, tal el del narcotr¨¢fico, donde suelen dar prueba de escu¨¢lida ¨¦tica.En cambio, di en el clavo con otros temas: por ejemplo, s¨ª fueron indultados responsables de cr¨ªmenes contra la humanidad; y s¨ª retorn¨® el nacionalismo antisemita. La voladura de la Embajada de Israel fue el acto terrorista antisemita m¨¢s grave que se recuerda desde el de Septiembre Negro en Munich, excluyendo los que, en L¨ªbano, formaron parte de tina guerra pol¨ªtico-territorial; y la reacci¨®n general fue menos que, tibia. Tengo sobre la mesa en que escribo estas l¨ªneas, en un pa¨ªs en que son frecuentes las profanaciones de tumbas jud¨ªas, un peri¨®dico, en el que se informa del atentado contra 80 ni?os hebreos, en el camino de C¨®rdoba a Buenos Aires, donde dos autocares, fletados para el transporte de escolares de -entre 8 y 13 a?os por los colegios Tal Piot y Congregaci¨®n Sefarad¨ª, fueron atacados por desconocidos. Los muchachos, dispuestos a sobrevivir en un mundo hostil, y preparados para ello, se arrojaron inmediatamente al suelo de los veh¨ªculos. La polic¨ªa se manifiesta incapaz de determinar si los impactos recibidos por las carrocer¨ªas son de piedras o de balas.
Tampoco me equivoqu¨¦ en cuanto a la pol¨ªtica econ¨®mica. En otras circunstancias, se ha continuado sin concesiones con la de la dictadura, sin que quede nadie en condiciones de oponerse. Domingo Cavallo, el ministro de Econom¨ªa de Menem, fue fiel colaborador del de Videla, Jos¨¦ Mart¨ªnez de Hoz, y es el art¨ªfice de lo que el eufemismo t¨¦cnico denomina "consolidaci¨®n de la deuda externa", operaci¨®n pol¨ªtica por la que el Estado se hace responsable de las deudas de los particulares y las suma a su propio d¨¦ficit, liberando a la clase deudora, que es, naturalmente, aqu¨¦lla a la que pertenece Mart¨ªnez de Hoz, de sus compromisos, y deposit¨¢ndolos sobre los hombros de todos los argentinos. Los que ahora se quedar¨¢n sin siquiera la posesi¨®n simb¨®lica de sus recursos naturales, de sus bienes de infraestructura y, aun, de sus prisiones, sin obtener a cambio la menor gratificaci¨®n, ya que la venta de ese conjunto no cubre ni remotamente la deuda exterior. Consolidada.
La deuda exterior argentina, cifrada oficiosamente en 30.000 millones de d¨®lares, ha aumenta" do este a?o en 3.000 millones, un 10%. El ingreso del pa¨ªs en el Plan Brady ha significado una quita de 2.500. El total de lo recaudado por el Estado con las privatizaciones asciende a unos 5.500 millones en efectivo (con destino a los presupuestos generales) y unos 10.000 millones en t¨ªtulos de la deuda. Tan pronto como no quede nada que vender, para lo cual falta poco, la deuda recobrar¨¢ sus ¨ªmprobas dimensiones de siempre.
"Para mediados de 1995 no quedar¨¢ actividad empresarial en manos del Estado, tanto nacional como provincial", afirma el ministro Cavallo, el mismo que reprocha a los analistas pol¨ªticos su torpeza al no advertir "lo que significa el coraje y el liderazgo de Menem estadista para la Argentina", ni "lo que ha significado que la Argentina me tenga a m¨ª de ministro de Econom¨ªa".
Los efectos de la pol¨ªtica econ¨®mica de Menem-Cavallo son por dem¨¢s evidentes en Buenos Aires: la ciudad va perdiendo poco a poco su apariencia europea, las zonas ricas se han reducido, desplaz¨¢ndose hacia el norte y cediendo territorio a la cada vez m¨¢s amplia poblaci¨®n de cada vez m¨¢s desfavorecidos. Sigue habiendo tiendas tan lujosas como en Par¨ªs o en Mil¨¢n, y una oferta gastron¨®mica de desafiante variedad, en barrios acomodados de una belleza y una solidez extraordinarias, pero los comerciantes minoristas acusan una reducci¨®n de las ventas en diciembre de 1992, respecto del mismo mes del a?o anterior, del 30%. El mercado inmobiliario, aun cuando los precios hayan bajado un 28%, est¨¢ paralizado, y son d¨ªa a d¨ªa m¨¢s numerosos los homeless, que, sin el recurso del chabolismo, erradicado en ciertas zonas por la violencia exterminadora de la dictadura, y consolidado en otras hasta la definitiva estratificaci¨®n, pueblan las calles de Buenos Aires: ya son doce los millones de personas que en este pa¨ªs, otrora pr¨®spero, entrar¨¢n al nuevo milenio sin haber sobrepasado el umbral de la pobreza.
L¨ªmite de la pobreza
Para una encuesta reciente, cuyos resultados public¨® en detalle el peri¨®dico P¨¢gina 12 (25-11 -92), ese l¨ªmite fue definido en funci¨®n de las condiciones de vivienda, educaci¨®n y empleo: los pobres viven, en el mejor de los casos, hacinados a raz¨®n de m¨¢s de tres personas por habitaci¨®n, sin servicio sanitario ninguno, y sus ni?os no se escolarizan. Las familias son de, al menos, cuatro miembros, y el jefe del hogar, por lo general analfabeto, suele ser el ¨²nico con empleo o alg¨²n tipo de ingreso. En m¨¢s de la mitad de los casos se trata de obreros o peones ya jubilados, cuyos ingresos no alcanzan a los 142 d¨®lares mensuales (16.000 pesetas), en un mercado con precios en general no inferiores a los espa?oles.
La franja de la pobreza admite aun clasificaciones internas: quien no llega a los 63 pesos (6.300 pesetas) es considerado "indigente individual". Los suicidios de ancianos acosados por la miseria han adquirido visos de epidemia y, seg¨²n el ex presidente Ra¨²l Alfons¨ªn, mueren a diario 55 ni?os (m¨¢s de dos cada hora) como consecuencia del "ajuste social" emprendido por el Gobierno. El proceso de privatizaci¨®n, naturalmente, genera desempleo, reduciendo los ingresos per c¨¢pita.
No obstante, seg¨²n un informe del consultor Hugo Haime, elaborado sobre 2. 100 encuestas realizadas en las zonas m¨¢s deprimidas de Buenos Aires, Rosario, C¨®rdoba, Mendoza y Tucum¨¢n, los pobres, cuya situaci¨®n laboral empeor¨® (en el 44% de los casos) y cuyos ingresos se redujeron (en el 53%), volver¨ªan a dar el triunfo electoral a Carlos Menem. Los ricos, de hora en hora m¨¢s ricos y en menor n¨²mero, y los pobres, de hora en hora m¨¢s pobres y m¨¢s, coinciden en su apoyo al Gobierno.
No se pueden esperar milagros de claridad ideol¨®gica cuando ya no s¨®lo la cultura es la sombra de lo que era, sino que la instrucci¨®n p¨²blica, anta?o modelo continental, se degrada a ojos vista: los sueldos de los maestros est¨¢n entre los m¨¢s bajos del funcionariado y la escuela registra el mayor ausentismo estudiantil de su historia, pese a que el vaso de leche o el almuerzo gratuito en el comedor escolar son atractivos para el grueso de los ni?os muchos no llegan porque no pueden salir de sus barrios inundados, o por falta de calzado.
Vistas estas condiciones, es natural que el 13% de las madres argentinas tengan menos de 2¨® a?os; en el gran Buenos Aires, son 20 de cada 100 las que tienen menos de 18. En los rincones urbanos m¨¢s depauperados, de cultura a¨²n rural, los responsables de los embarazos suelen ser familiares directos de las ni?as, padres y hermanos, en cuyas costumbres se asocian la violaci¨®n, el incesto, el maltratro y la promiscuidad. En la Argentina se realizan cada a?o entre 350.000 y 400.000 abortos clandestinos, en situaci¨®n de grave riesgo y, en su mayor parte, a menores. Cada 48 horas muere una mujer, o una ni?a, en ese tr¨¢mite.
Tambi¨¦n los presupuestos universitarios distan de ser brillantes: para 1993, las universidades cuentan con 1.233 millones de pesos, de los cuales 1.138 se destinan a salarios y gastos de funcionamiento, 52 a los hospitales universitarios y s¨®lo 42 a ciencia y t¨¦cnica; unos 15.000 investigadores sobreviven malamente en el pa¨ªs, pero otros 50.000 emigraron. En los ¨²ltimos a?os, el 80% de los especialistas que hab¨ªan regresado al restaurarse la democracia, se ha vuelto a marchar. Entre tanto, Gobierno y oposici¨®n se han lanzado a una casi eterna precampa?a electoral, cara a 1995. Tres precandidatos radicales (Alfons¨ªn, Angeloz y De la R¨²a) y un alternativo peronista (Jos¨¦ Octavio Bord¨®n, ex gobernador de la provincia de Mendoza), comparten paredes con otros aspirantes de menor entidad, sin que falte el inefable Aldo Rico. Pero ese ruido no alcanza a ocultar la realidad: Menem volver¨¢ a gobernar tras las pr¨®ximas elecciones generales, con el voto de los m¨¢s pobres. Si no logra la aprobaci¨®n de la reforma constitucional que le permita presentarse legalmente, lo har¨¢ en la f¨®rmula Duhalde-Menem, para ser elegido vicepresidente y acceder a la jefatura del Estado tras la renuncia de su compa?ero. Duhalde, actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, renunci¨® en su d¨ªa a la vicepresidencia para que Eduardo Menem, hermano del presidente y titular del Senado, es decir, el tercero en la l¨ªnea sucesoria del Ejecutivo, pudiera hacerse cargo del poder en caso de fallecimiento del actual mandatario.
La trayectoria del Partido Justicialista recuerda en mucho la del PRI mexicano, cuya constante presencia en el poder, siempre por medios leg¨ªtimos, hizo pensar a Mario Vargas Llosa en una dictadura perfecta. Eso s¨ª, qu¨¦ porci¨®n gobernable del Estado argentino quedar¨¢ en pie dentro de dos a?os es cuesti¨®n a dilucidar.
es escritor.
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