El fanatismo hind¨² amenaza al Taj Mahal
La guerra de religi¨®n en la India llega hasta el emblem¨¢tico 'monumento del amor'
El sue?o eterno de Mumtaz Mahal, la bella esposa del sha Jahan, se ve perturbado por un integrismo hind¨² que pretende borrar de la India las mejores muestras del arte isl¨¢mico. El Taj Mahal, el mausoleo m¨¢s hermoso del mundo, tambi¨¦n conocido como el monumento del amor, se encuentra amenazado por los mismos fan¨¢ticos hind¨²es que en diciembre destruyeron la mezquita de Ayodhya. Los extremistas dicen que deben ser destruidos otros 19 edificios isl¨¢micos supuestamente enclavados sobre templos hind¨²es.
Al menos 18 a?os, de 1631 a 1648, tardaron los mejores artesanos del monarca mogol en construir la tumba, las dos mezquitas adyacentes y los jardines de su amada y bella esposa, que muri¨® al dar a luz a su 140 hijo.La perfecci¨®n de las proporciones del Taj Mahal (situado en las afueras de Agra, cerca de Nueva Delhi) le confiere unta sensaci¨®n de armon¨ªa y la riqueza de sus incrustaciones ?le piedras duras le convierten en el mejor ejemplo de la minuciosidad y la habilidad t¨¦cnica del arte mogol.
Tal vez por ser el monumento m¨¢s conocido de la India, los extremistas hind¨²es han decidido que debe ser destruido junto con otros 19 edificios isl¨¢micos supuestamente enclavados sobre templos hind¨²es.
Sin pruebas arqueol¨®gicas
No exist¨ªan vestigios ni pruebas arqueol¨®gicas de la existencia de un templo a Rama bajo los cimientos de la mezquita Babri, construida en el siglo XVI en la norte?a ciudad de Ayodhya. Pero los extremistas hind¨²es no necesitaron pruebas de su certeza cuando en la noche del 6 de diciembre redujeron a polvo el santuario.Las RSS y VHP, dos organizaciones ultranacionalistas que encabezan las violentas reivindicaciones del antiguo esplendor del hinduismo tanto en su faceta religiosa como pol¨ªtica, no han querido aceptar una propuesta de las asociaciones musulmanas para permitir sin m¨¢s juicios que los hind¨²es (construyan un templo a Rama en el lugar de la mezquita Babri a cambio de que dejen de reclamar la destrucci¨®n de otros edificios musulmanes.
El Congreso de Historia Indio ha aprobado una resoluci¨®n en la que se critica al Partido Bharatiya Janata (BJP), que lidera la oposici¨®n parlamentaria india, por cambiar los libros de historia de las escuelas de dos Estados, Madhya Pradesh y Uttar Pradesh.
En ambos gobernaba hasta diciembre pasado, cuando los disturbios entre musulmanes e hind¨²es llevaron al primer ministro, Narasirnha Rao, a destituir a ambas administraciones y enviar a un gobernador desde Nueva Delhi. Las nuevas versiones de la historia ridiculizan a Akbar, el gran mogol, quien logr¨® durante su reinado (15 5 61605) el apogeo de la India.
Los nuevos libros de texto se dedican al estudio de la edad de oro de las dinast¨ªas de Chan dragupta Maurya y Chanakya, antes de la llegada del invasor musulm¨¢n. Este periodo corresponde a los siglos IV al VI de nuestra era y fue el ¨²nico en la historia de la India en el que el hinduismo fue la religi¨®n oficial.
"Si bien es cierto que la India nunca lleg¨® a asimilar la cultura musulmana, a pesar de la enorme influencia de ¨¦sta en la vida diaria del pa¨ªs, la civilizaci¨®n que se desarroll¨® con la llegada de los mogoles fue el resultado de la coexistencia de aportaciones musulmanas e hind¨²es", se?ala un historiador de Nueva Delhi. Las luchas entre musulmanes e hind¨²es est¨¢n acaparando todos los planos de la vida india, desde el pol¨ªtico al cultural. Un sentimiento de venganza por los 10 siglos de dominaci¨®n mogola parece adue?arse de una capa cada d¨ªa mayor de hind¨²es, que pretende marginar a la minor¨ªa musulmana, unos 100 millones de personas frente a 750 millones de hind¨²es, de la vida p¨²blica india.
La gran mezquita de Delhi o las de Mathura, Benar¨¦s y tantas otras se encuentran amenazadas por una fiebre de fanatismo dificil de frenar. La Jama Masjid o Mezquita de la Congregaci¨®n, tambi¨¦n fue construida por el sha Jahan entre 1651 y 1656. Su impresionante estructura se levanta en el mismo centro del barrio musulm¨¢n de Nueva Delhi.
Pero son las peque?as mezquitas de los lugares santos del hinduismo, como Mathura y Benar¨¦s, las que corren m¨¢s peligro. Mathura es el lugar donde supuestamente naci¨® Krishna y un importante centro de peregrinaje. Benar¨¦s es la Roma del hinduismo, la ciudad eterna ba?ada por el sagrado Ganges, a la que los hind¨²es van a morir para estar m¨¢s cerda de Dios. La mezquita Babri ya no existe, tal vez porque Ayodhya es tambi¨¦n un importante centro de peregrinaje.
La exquisitez del arte mogol, su grandeza, deslumbr¨®, especialmente a los habitantes del norte de la India. Los artesanos mogoles no tuvieron quien pudiera hacerles sombra en las nuevas tierras conquistadas.
Cuenta la leyenda que el sha Jahan quiso construirse otro mausoleo exactamente igual al de su amada, pero en negro, para estar contempl¨¢ndola siempre desde la profundidad de su pena por haberla perdido. Tuvo que conformarse con ser enterrado en el mismo Taj Mahal, que ahora los extremistas hind¨²es quieren destruir.
Babelia
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