La par¨¢bola del impostor
Una de las grandes comedias sociales de Frank Capra es Juan Nadie (1940). En ella una periodista al borde del paro, que daba ocasi¨®n a Barbara Stanwyck para hacer uno de los mejores papeles de su carrera, tomaba a un Gary Cooper convertido en hambriento vagabundo y hac¨ªa de ¨¦l un h¨¦roe norteamericano, una gran fuerza pol¨ªtica con capacidad de enfrentarse a la corrupci¨®n y solucionar los problemas de Estados Unidos. Cincuenta y tanto a?os despu¨¦s, la pel¨ªcula sigue conservando gran parte de su fuerza y es una de las inevitables referencias de la comedia nortemericana.A la hora de enfrentarse con su segunda producci¨®n norteamericana, tras el semifracaso de Los timadores (1990), una buena adaptaci¨®n de una novela de Jim. Thompson, el brit¨¢nico Stephen Frears ha tomado Juan Nadie como clar¨ªsimo punto de referencia. Sin olvidarse de otros cl¨¢sicos de la comedia norteamericana, como pueden ser Los viajes de Sullivan (1941), de Preston. Sturges, donde se enfrentan lapobreza y la riqueza a trav¨¦s de: los medios de comunicaci¨®n.
Accidental Hero
Director: Stephen Frears. Guionista: David Webb Peoples. Fotograf¨ªa: Oliver Stapleton. M¨²sica: George Fenton. Estados Unidos, 1992. Int¨¦rpretes: Dustin Hoffman, Geena Davis y Andy Garc¨ªa. Estreno en Madrid: Rialto, Paz, Vergara, Real Cinema, Vaguada, Albufera, Cristal, Parque Sur, Ideal (versi¨®n original subtitulada).
Excelente gui¨®n
El medio siglo largo que separa estas producciones se deja sentir especialmente en que Stephen Frears, gracias a un excelente gui¨®n de David Webb Peoples, consigue dar una vuelta m¨¢s a una historia muy similar para hacerla m¨¢s c¨ªnica. Aqu¨ª es una periodista de televisi¨®n, encarnada por una siempre atractiva Geena Davis cada vez mejor actriz, quien convierte a un vagabundo en h¨¦roe capaz de hacer incluso milagros, pero se equivoca al elegir a su hombre. Este h¨¦roe por accidente, un t¨ªtulo que en castellano suena demasiado anticuado y que no merece esta interesante producci¨®n que pretende renovar los viejos esquemas de la mejor comedia norteamericana, es un impostor, un amigo del verdadero h¨¦roe que, aprovechando que est¨¢ en la c¨¢rcel, se hace pasar por ¨¦l. La novedad, el m¨¢ximo inter¨¦s de H¨¦roe por accidente es la c¨ªnica par¨¢bola del impostor que encierra. Una vez que el ladr¨®n que es el aut¨¦ntico h¨¦roe, un personaje contradictorio que permite a Dustin Hoffman hacer una de sus mejores creaciones, que encuentra el atildado impostor, un Andy Garc¨ªa perfecto en su papel, lo ¨²nico que le pide es que le vaya pagando poco a poco el dinero obtenido por suplantarle, pero que siga representando el papel de h¨¦roe dado que lo hace mucho mejor de lo que podr¨ªa interpretarlo ¨¦l. Con lo que acaba de redondearse la tesis de la pel¨ªcula, la divertida y dura cr¨ªtica a los medios de comunicaci¨®n en general y en concreto a la televisi¨®n.H¨¦roe por accidente tiene un excelente arranque con el montaje paralelo entre la, vida de la periodista y la del vagabundo. Al tiempo que encierra escenas muy brillantes, como el discurso del personaje de Geena Davis en el que explica que las noticias, como las cebollas, tienen muchas capas, pero si se quitan todas, se acaban destruyendo, o el espectacular rescate de las v¨ªctimas del accidente a¨¦reo. Y un final que se sit¨²a a la misma altura, con la citada exposici¨®n de la par¨¢bola del impostor, pero entre medias hay algunos baches de ritmo que empa?an el resultado final.
Especialmente conocido por su cr¨ªtica a la Inglaterra de Margaret Thatcher a trav¨¦s de la trilog¨ªa Mi hermosa lavander¨ªa (1985), ?brete de orejas (1986) y Sammy y Rosie se lo montan (1987), el brit¨¢nico Stephen Frears, tras el gran ¨¦xito de Las amistades peligrosas (1988), parece dispuesto a emprender una similar cr¨ªtica social de Estados Unidos con esta producci¨®n.
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