Entre el sue?o y la pesadilla

La pol¨ªtica de expansi¨®n del grupo a¨¦reo Iberia en Am¨¦rica y la ola privatizadora del Gobierno argentino llevaron a la compa?¨ªa espa?ola a adquirir Aerol¨ªneas Argentinas. Casi tres a?os despu¨¦s de aquella operaci¨®n, Iberia no ha logrado despejar las dudas sobre el futuro de Aerol¨ªneas, y mucho menos convencer a la sociedad argentina de que su proyecto, en el que tambi¨¦n participa la compa?¨ªa venezolana Viasa, es integrador. Iberia ha pedido apoyo al Gobierno de Menem, pero encuentra oposici¨®n en el seno del mismo. El deseo de Iberia viaja entre el sue?o y la pesadilla.

A Miguel ?ngel Derqui, de 51 .anos, vicepresidente de Aerol¨ªneas Argentinas nombrado por el Instituto Nacional de Industria (INI) espa?ol, se le iluminan los ojos cuando habla de "un dise?o estrat¨¦gico con una dimensi¨®n global". "Esto no es una improvisaci¨®n, sino un proyecto de integraci¨®n y cooperaci¨®n, para lograr una entidad capaz de competir en el mundo, que tendr¨ªa que recibir el apoyo de los gobiernos de los tres pa¨ªses", asevera.Habla Derqui de un tri¨¢ngulo que abarca gran parte del planeta, con una punta en Espa?a y las otras dos en Am¨¦rica Latina, en Venezuela y Argentina. Las compa?¨ªas de bandera de los tres pa¨ªses (Iberia, Viasa y Aerol¨ªneas Argentinas), participadas y controladas por el grupo Iberia, ser¨ªan las llamadas a cumplir ese sue?o en un futuro de la aviaci¨®n comercial donde, seg¨²n los expertos, s¨®lo quedar¨¢ espacio para los megatransportadores.

P¨¦rdidas

Por ahora y a lo largo de m¨¢s de dos a?os, este sue?o ha sido, en realidad, una pesadilla. El tri¨¢ngulo entre Espa?a, Venezuela y Argentina amenaza con emular el de las Bermudas, con una capacidad de engullir decenas de millones de d¨®lares de p¨¦rdidas para Iberia. Desde que el 20 de noviembre de 1990 se adjudic¨®, la compa?¨ªa de bandera argentina a Iberia, ¨²nica empresa que acudi¨® a la licitaci¨®n, puede decirse que no ha pasado un s¨®lo mes sin que la prensa local registrase con titulares de esc¨¢ndalo alg¨²n asunto relacionado con Aerol¨ªneas.No falt¨® nada: atropellos a la ley con la forma jur¨ªdica de la nueva sociedad, que se salvaron con una intervenci¨®n in extremis de la Corte Suprema de Justicia; esc¨¢ndalos con los socios argentinos de dudosa solvencia para afrontar las inversiones exigidas; pol¨¦mica sobre la forma de pago con un sistema de venta de aviones y posterior contrato de alquiler; disputas sobre el balance y valoraci¨®n de activos y pasivos; pugnas continuas entre el Gobierno argentino y directivos de Iberia y del INI; despidos en v¨ªsperas de Navidad seguidos de huelgas y manifestaciones en plena temporada alta; un accidente sin v¨ªctimas pero con destrucci¨®n del avi¨®n, y hasta un contagio colectivo de c¨®lera en una escala en Lima, donde muri¨® un pasajero, y un enfrentamiento Con el Gobierno de Per¨², que prohibi¨® el aterrizaje a Aerol¨ªneas durante varios meses...

El presidente de Argentina, Carlos Menem, se refiri¨® m¨¢s de una vez a la situaci¨®n de Aerol¨ªneas y lleg¨® a emplear t¨¦rminos como "desastre", "verg¨¹enza" y "bald¨®n". El ministro de Econom¨ªa, Domingo Cavallo, no exclu¨ªa la posibilidad de una quiebra de Aerol¨ªneas. Otras empresas espa?olas interesadas en algunas de las privatizaciones argentinas creen haber sufrido las consecuencias de la mala imagen de Aerol¨ªneas al ver rechazadas sus propuestas.

En Uruguay se atribuye a la mala imagen de la privatizaci¨®n de Aerol¨ªneas una parte importante del 72% de la poblaci¨®n que el pasado 13 de diciembre vot¨® contra la ley de privatizaciones que hab¨ªa aprobado ya el Parlamento. En Bolivia anularon la privatizaci¨®n de la l¨ªnea a¨¦rea local Lloyd A¨¦reo Boliviano (LAB), cuando se constat¨® que Iberia era la ¨²nica compa?¨ªa interesada. El gobierno no quiso repetir la experiencia argentina.

En el balance de Aerol¨ªneas, las p¨¦rdidas del ¨²ltimo ejercicio rondan los 130 millones de d¨®lares (m¨¢s de 15.000 millones de pesetas). El Estado argentino, que posee ahora el 43% del capital, ha dejado ya bien claro, de forma tajante y por boca del ministro Cavallo, que no piensa invertir "ni un peso m¨¢s" en Aerol¨ªneas y que tiene previsto desprenderse del 28% para volver a su 15% original. De momento, Iberia, que ha perdido 80.000 millones en los dos ¨²ltimos ejercicios, afrontar¨¢ las p¨¦rdidas de Aerol¨ªneas.

A pesar de este sombr¨ªo balance, m¨¢s de uno cree adivinar ya la famosa l¨ªnea plateada en el oscuro horizonte, dando a entender que se despejan los nubarrones. En entrevista concedida a, EL PA?S, el presidente Menem se suma a los que ven con un cierto optimismo el futuro. A una pregunta sobre la forma desordenada en que se hab¨ªa llevado adelante la privatizaci¨®n, Menem respondi¨®: "S¨ª, pero, felizmente, poco a poco se va superando esta situaci¨®n. Todav¨ªa hay problemas, todav¨ªa hay situaciones dif¨ªciles, pero esto es normal en un pa¨ªs que cambia tan revolucionariamente como lo ha hecho Argentina en tres a?os y medio. Como contrapartida tenemos otros servicios p¨²blicos donde est¨¢ Espa?a, tel¨¦fonos, explotaci¨®n del gas, del petroleo y las cosas funcionan bien".

Carlos Bettini, un abogado argentino exiliado, en Espa?a despu¨¦s de que la dictadura militar asesinase a casi toda su familia, ocupa hoy d¨ªa el cargo de director en Aerol¨ªneas. Se?ala Bettini que cuando en 1990 se realiz¨® la licitaci¨®n de Aerol¨ªneas, Argentina sal¨ªa de una segunda hiperinflaci¨®n en un a?o y nadie pod¨ªa apostar por el futuro de la econom¨ªa del pa¨ªs. "La declaraci¨®n de Felipe Gonz¨¢lez de que ¨¦l, si tuviese dinero, invertir¨ªa en Argentina fue ox¨ªgeno para Menem", afirma Bettini.

El gobierno de Menem no pod¨ªa soportar el fracaso de que ning¨²n inversor extranjero acudiese a la licitaci¨®n. La operaci¨®n se realiz¨® "entre gallos y medianoche y a toda prisa, con empresarios de medio pelo y contra el tiempo pol¨ªtico", declara Bettini.

Falta de transparencia

En un primer momento, el capital de la nueva sociedad se reparti¨® as¨ª: un 30% de Iberia, que asum¨ªa la gesti¨®n; un 19% en poder de Banesto y Central Hispano; un 15% del Estado argentino que pensaba entregar un 10% al personal y el resto entre varios socios argentinos. Con este reparto se aseguraba que un 51% quedase en manos argentinas, aunque todo el proceso de adjudicaci¨®n de la propiedad se caracteriz¨® por falta de transparencia y continuos vaivenes.El diputado de un peque?o partido de derecha, Alberto Natale, un encarnizado perseguidor en el Congreso de la forma en que se privatiz¨® la compa?¨ªa, explica: "Ninguna empresa se interes¨® y Dromi [ministro de Obras y Servicios P¨²blicos], desesperado, cerr¨® el negocio con Iberia de cualquier manera". Natale denunci¨® en septiembre de 1990 que cinco de los socios argentinos sumaban un patrimonio declarado de poco m¨¢s de 70 millones de d¨®lares y les correspond¨ªa aportar m¨¢s de 200 a la nueva sociedad.

Un sexto socio era Enrique Pescarmona, propietario de la empresa a¨¦rea de cabotaje Austral, que por disputas con Iberia se retir¨® de la sociedad. Pescarmona recibi¨® 30 millones de d¨®lares por Austral y otros socios argentinos se retiraron tras realizar un negocio redondo, porque recibieron jugosas indemnizaciones sin haber aportado nada. Natale asegura que Pescarmona ten¨ªa varios aviones viejos de escaso valor y "estaba t¨¦cnicamente en quiebra. Se sosten¨ªa a base de cobrar al contado y pagar a plazos en tiempos de hiperinflaci¨®n".