Un estudio asocia los primeros recuerdos con la capacidad de hablar
Los hechos de nuestra ni?ez que podemos recordar con m¨¢s claridad son aquellos que entonces supimos expresar. Grabamos en nuestra memoria aquello de lo que pudimos hablar con la familia o con otros ni?os. Esto han demostrado unos psic¨®logos norteamericanos en una investigaci¨®n, que desarma la teor¨ªa de Freud sobre amnesia infantil y la creencia de que lo m¨¢s que un adulto puede volver atr¨¢s en sus recuerdos es hasta los tres a?os.
Seg¨²n Sigmund Freud, la incapacidad de los adultos de recordar detalles de su m¨¢s, temprana infancia se debe a la posterior represi¨®n de los sentimientos perversos que los individuos tienen en los primeros a?os de vida. La causa de esa amnesia infantil es m¨¢s inocente, de acuerdo con las ¨²ltimas investigaciones. S¨®lo cuando logran la habilidad expresiva suficiente como para construir una historia, los ni?os adquieren la capacidad de memorizar episodios de sus vidas y de seleccionar lo que para ellos es importante. Es, pues, una cuesti¨®n de aprendizaje."Hemos comprobado que ni?os de dos a?os pueden recordar cosas que les han pasado incluso hace varios meses", afirma Robyn Fivush, de la Universidad Emory, en Atlanta. Precisamente cuando ten¨ªa dos a?os, Rachel Hudson pod¨ªa referirse con todo detalle a un mont¨®n de cosas que le hab¨ªan pasado semanas o meses antes. Su madre, la psic¨®loga Judith Hudson, conversaba frecuentemente con ella. A los ocho a?os, el "recuerdo m¨¢s antiguo y m¨¢s importante" que Rachel le refiri¨® a su madre fue un viaje a Disneylandia que hizo cuando ten¨ªa 25 meses.
Inter¨¦s por el pasado
"A los dos o tres a?os los ni?os no est¨¢n muy interesados en su pasado. No se ven grupos de ni?os de tres a?os habl¨¢ndose de los viejos tiempos, pero preg¨²ntele a alguno de dos qu¨¦ pas¨® cuando visit¨® a su abuelita el mes pasado, seguro que le refiere alguna imagen. El problema es por qu¨¦ luego de mayores no podemos recordar detalles de nuestros primeros a?os", se pregunta Ulric Neisser, tambi¨¦n de Emory.La respuesta reside, seg¨²n estos psic¨®logos, en la existencia de tres niveles de memoria. Uno es el gen¨¦rico, en el cual el ni?o se acuerda de su ambiente familiar: de qu¨¦ color eran las paredes de la casa, qu¨¦ sol¨ªa servirle la abuela para desayunar... Este almacenaje de datos en la memoria infantil est¨¢ facilitado por lo que Neisser llama reepisodios, o repetici¨®n continuada de situaciones semejantes.
Un segundo nivel de memoria es epis¨®dico, referido a hechos concretos, como una visita del ni?o a la granja de sus abuelos, en la que se encuentra a su primo preferido. De estos episodios llamativos el ni?o selecciona lo que ya entra en el tercer nivel, llamado de memoria autobiogr¨¢fica, y que compone la historia vital de un individuo. Cuando la memoria autobiogr¨¢fica empieza, la amnesia infantil termina.
Seg¨²n los investigadores, a la edad en que los ni?os empiezan a hablar (al a?o o dos), tienen los dos primeros niveles de memoria, gen¨¦rico y epis¨®dico. Los recuerdos epis¨®dicos no parecen durar, ni siquiera en la infancia, pero s¨ª permanecen los recuerdos autobiogr¨¢ficos, aquellos que se forjan cuando los ni?os los comparten en una conversaci¨®n.
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