M¨¦xico denuncia el aumento de cr¨ªmenes xen¨®fobos contra sus emigrantes en EE UU

Un informe de la Secretar¨ªa de Relaciones Exteriores de M¨¦xico denuncia que la violencia de ciudadanos norteamericanos contra los inmigrantes mexicanos que llegan a EE UU ha crecido en 1992 casi al ritmo de los abusos de la polic¨ªa. El pasado a?o 41 mexicanos murieron violentamente en zonas fronterizas.

Estos datos dejan entrever un preocupante aumento de la xenofobia y la falta de inter¨¦s de la justicia norteamericana por esclarecer los cr¨ªmenes. El informe de la canciller¨ªa advierte que en 1992, 41 mexicanos murieron violentamente en zonas de Estados Unidos pr¨®ximas a la frontera con M¨¦xico, cifra alarmante en comparaci¨®n con los 11 casos de asesinatos ocurridos en 1991 o los siete de 1990. De esas muertes, 18 fueron perpetradas por desconocidos sin amenaza o motivaci¨®n previas, y otras 16 por la polic¨ªa. Ninguna fue investigada judicialmente.En cuanto a las muertes a manos de agentes policiales, no todos los casos se produjeron mientras se comet¨ªan delitos, lo que para las autoridades mexicanos pone en evidencia que hay sectores de la polic¨ªa de Estados Unidos que promueven la caza violenta del indocumentado.

Un total de 16 mexicanos denunciaron en 1992 ante sus respectivos consulados en EE UU haber sido agredidos por agentes del Servicio de Inmigraci¨®n y Naturalizaci¨®n de ese pa¨ªs tras ser sorprendidos in fraganti cruzando la frontera. Otra gran mayor¨ªa por ignorancia o temor a represalias, no lo hicieron.

Las muertes violentas ahora denunciadas se han producido en la misma frontera o ya en el interior de Estados norteamericanos vecinos que se caracterizan por la contrataci¨®n de mano de obra barata e indocumentada procedente de M¨¦xico, generalmente personas que desconocen el idioma y las leyes de Estados Unidos.

En 1992 fueron deportados alrededor de 1,1 millones de mexicanos a lo largo de los 3.000 kil¨®metros de frontera que separan a los dos pa¨ªses, cifra que se viene repitiendo desde 1990 y que en casi un 60% corresponde a una ¨²nica zona: la frontera de Tijuana, paso natural hacia la pr¨®spera California.

Radares contra inmigrantes

Mientras que desde el lado mexicano apenas existe control policial para frenar el paso de indocumentados, en la parte estadounidense funciona todo un complejo dispositivo de filtro. En el caso de Tijuana, adem¨¢s de receptores y radares se ha levantado un muro met¨¢lico que separa los dos pa¨ªses como si se tratara de un campo de concentraci¨®n.El Gobierno mexicano, molesto por "estos atropellos" ha expresado su preocupaci¨®n ante el aumento de la violencia tanto de particulares como de la polic¨ªa hacia sus inmigrantes, advirtiendo que "no debe permitirse ni tolerarse".

Tambi¨¦n se ha lamentado de que las escasas investigaciones llevadas a cabo no han ido m¨¢s all¨¢ del terreno civil, sin que hasta el momento la justicia haya tomado en cuenta las denuncias ni se haya interesado por averiguar la identidad de los responsables de estos cr¨ªmenes.