El honor de los Churruca
Que el franquismo censurara su pel¨ªcula cumbre, Raza, diez a?os despu¨¦s del estreno, de acuerdo con las conveniencias pol¨ªticas del momento, no debe causar el menor asombro. De hecho, m¨¢s importante que las menudencias ideol¨®gicas con que Jaime de Andrade truf¨® la historia llevada al cine por S¨¢enz de Heredia, era el mensaje global de "continuidad hist¨®rica del pueblo espa?ol, desde el punto de vista de la moral, del honor, del hero¨ªsmo y del sacrificio", en palabras de uno de los asesores de la versi¨®n cinematogr¨¢fica, el ilustre periodista Manuel Aznar, abuelo del actual candidato a la presidencia por el Partido Popular.El honor de la Patria se encarn¨® en el personaje de Jos¨¦ Churruca, es decir, el propio Franco, a quien el dictador/guionista dot¨®, cual hada madrina, con todas las gracias que en la vida real le hab¨ªan sido negadas: un padre h¨¦roe -el verdadero hab¨ªa resultado un tarambana-, un metro ochenta, ojos azules, pelo y bigotillo rubios, y un ajuste de cuentas con su hermano Ram¨®n -retratado lleno de odio en el personaje de Pedro-, que hab¨ªa salido rojo. Alfredo Mayo fue el elegido para corporeizar el sue?o, y se convirti¨® en una celebridad: muchos a?os despu¨¦s cont¨® a quien esto firma, en una entrevista para Fotogramas, que en aquellos buenos tiempos ¨¦l pod¨ªa conseguir una chica por una cena y unas medias de cristal. Es significativo que Pepe Nieto, que incorporaba a Pedro -la otra Espa?a, la que iba a perder y a ir al infierno- se convirtiera, en adelante, en el malo oficial de nuestro cine.
No faltaban, en Raza, abundantes reflexiones acerca de la abnegaci¨®n que debe caracterizar a todas las madres espa?olas -de quienes mam¨¢ Churruca deb¨ªa convertirse en ejemplo-, y la importante tarea que aguardaba a la mujer, convertida en devota criada del h¨¦roe: "Anda, nenita, ve a lavar y planchar las camisas de tu hermano".
Cuando Franco comunic¨® a sus allegados que quer¨ªa convertir en pel¨ªcula su novelita Raza, escrita poco despu¨¦s de la guerra -sacando tiempo entre dos sentencias de muerte-, un escalofr¨ªo de temor recorri¨® los cortesanos cogotes. ?Qui¨¦n ser¨ªa digno? ?Qui¨¦n se atrever¨ªa a cortar el texto si -Dios no lo quisiera- era necesario? Se cre¨® expresamente el Consejo de la Hispanidad y un tal Font¨¢n, un marino, fue el encargado de ponerse en contacto con la industria del cine. Los directores seleccionados recibieron el libro y parece que tuvieron que escribir los primeros cien planos. Franco eligi¨® personalmente a Jos¨¦ Luis S¨¢enz de Heredia, primo de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, que contar¨ªa ya para siempre con el favor del Caudillo.
El rodaje dur¨® cuatro meses. Se construyeron 50 decorados y se filmaron 45.000 metros de pel¨ªcula, de los que se aprovecharon 3.100. Raza cost¨® 1.650.000 pesetas y S¨¢ez de Heredia cobr¨® 79.000, el doble de su salario anterior. La casta novia de Jos¨¦ Churruca fue Ana Mariscal, en una versi¨®n rubia de Carmen Polo: parece que el general se mor¨ªa por lo ario.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.