Yeltsin exigir¨¢ la dimisi¨®n al vicepresidente Rutsk¨®i

El presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, dijo ayer que pedir¨¢ en privado la dimisi¨®n al vicepresidente de la rep¨²blica, Alexandr Rutsk¨®i, quien "est¨¢ categ¨®ricamente en contra de las reformas". Rutsk¨®i, que se ha alineado con los adversarios de Yeltsin, es la persona que, seg¨²n la ley, deber¨¢ tomar las riendas del pa¨ªs si el presidente pierde el refer¨¦ndum y, como ha prometido, renuncia a su cargo. "?C¨®mo se puede trabajar con el presidente si no se est¨¢ de acuerdo con las reformas que realiza? Es hora de que se defina", declar¨® Yeltsin.

Rutsk¨®i, que la semana pasada confes¨® que no ve posibilidad alguna de reconciliarse con Yeltsin, no tiene intenciones de dimitir y parece poseer esperanzas de convertirse en presidente de la rep¨²blica. "No renunciar¨¦ y, a juzgar por c¨®mo van las cosas ahora, todav¨ªa no est¨¢ claro qui¨¦n sobrevivir¨¢ a qui¨¦n", dijo el martes pasado. La ruptura entre Yeltsin y Rutsk¨®i se consum¨® el pasado 20 de marzo, cuando el presidente ruso anunci¨® su intenci¨®n de introducir una administraci¨®n presidencial directa.El peri¨®dico liberal Sevodnia (Hoy) informaba en su. ¨²ltimo n¨²mero de que un dirigente de un banco internacional, despu¨¦s de regresar de Mosc¨² a Par¨ªs, cont¨® que sus conversaciones con Rutsk¨®i le hab¨ªan dejado la impresi¨®n de que ¨¦ste actuaba como si estuviera a punto de convertirse en presidente. Sevodnia tambi¨¦n escrib¨ªa que, "seg¨²n rumores que circulan por los pasillos moscovitas", Rutsk6i comenz¨® a memorizar, durante el pasado Congreso de Diputados, el texto del juramento como presidente, mientras sus asesores redactaban su primer discurso como jefe del Estado ruso.

Sea como fuere, lo cierto es que Rutsk¨®i es el adversario potencial m¨¢s serio de Yeltsin en unas elecciones presidenciales anticipadas: tiene el apoyo de las fuerzas centristas, de amplios sectores militares y, finalmente, de los nacionalistas y comunistas, que se alinear¨¢n con ¨¦l para impedir que Yeltsin sea reelegido. Lo que queda por ver es si Rutsk¨®i realmente estar¨¢ dispuesto a enfrentarse a Yeltsin en las elecciones que se perfilan como inevitables y que el mismo presidente piensa que se celebrar¨¢n este oto?o.

Yeltsin ayer anunci¨® que ha decidido ignorar el proyecto de Constituci¨®n aprobado por el VI Congreso de Diputados y que ha optado por un nuevo texto de car¨¢cter netamente presidencialista que ponga fin a las ambig¨¹edades en la estructura de poder que han paralizado la autoridad pol¨ªtica en Mosc¨². La decisi¨®n, subray¨® Yeltsin, la tom¨® s¨®lo despu¨¦s de que los mismos parlamentarios "se negaran a someter a refer¨¦ndum el proyecto que ellos mismos hab¨ªan adoptado".

Parlamento bicameral

La Constituci¨®n propiciada por Yeltsin establece que el Parlamento de dos c¨¢maras: una alta, llamada Consejo de la Federaci¨®n, "que concentrar¨¢ las funciones del control parlamentario supremo" (ratificaci¨®n de la elecci¨®n presidencial del primer ministro y de los altos cargos judiciales), y otra baja, la Duma Estatal, "que concentrar¨¢ en sus manos las prerrogativas del trabajo legislativo" (aprobar las leyes).

El l¨ªder ruso habl¨® de cuatro posibles formas de aprobar esta nueva Constituci¨®n. Someterla completa a refer¨¦ndum; someter a refer¨¦ndum s¨®lo sus principios; aprobarla en una Asamblea Constituyente o en el Consejo de la Federaci¨®n actual, son las opciones. Yeltsin da preferencia a esta ¨²ltima variante, es decir, a saltarse el procedimiento democr¨¢tico normal y ponerse de acuerdo con los 88 se?ores feudales: los dirigentes de las rep¨²blicas, territorios y provincias de la Federaci¨®n Rusa.

Los jefes de las 21 rep¨²blicas de la Federaci¨®n aseguraron ayer a Yeltsin que el refer¨¦ndum del 25 de abril se celebrar¨¢ en sus territorios. Esto permite al l¨ªder ruso respirar con m¨¢s alivio, sobre todo si se tiene en cuenta que incluso en las elecciones presidenciales que llevaron a Yeltsin al poder hubo algunas rep¨²blicas que no participaron en ellas.