Euskadi busca desesperadamente empresas

La aplicaci¨®n del concierto econ¨®mico se ha convertido en el Guadiana del enfrentamiento en materia fiscal entre las Administraciones central y vasca. La aprobaci¨®n de 10 a?os de vacaciones fiscales (no pagar el impuesto de sociedades) para empresas de nueva creaci¨®n en 1993 y 1994 ha reabierto la pol¨¦mica sobre la autonom¨ªa fiscal vasca. Lo que pretende ser un instrumento de reactivaci¨®n para el tejido industrial vasco ha dado paso a una guerra entre comunidades con la anuencia del secretario de Estado, Antonio Zabalza. De momento, la bater¨ªa de medidas fiscales aprobada en el pacto institucional supondr¨¢ una disminuci¨®n de la recaudaci¨®n en Euskadi cercan, a los 7.000 millones de pesetas anuales.

Palabras como insolidaridad, discriminaci¨®n y para¨ªso fiscal han retornado durante esta semana al lenguaje manido de pol¨ªticos y asesores fiscales. El consejero de Econom¨ªa de La Rioja, Florencio Alonso, ha hablado, tras su entrevista con Zabalza el martes, de una "ofensiva" conjunta para frenar los "excesos" vascos, y el Gobierno c¨¢ntabro est¨¢ dispuesto cerrar filas en tomo a ese frente com¨²n.El consejero de Econom¨ªa y Hacienda vasco, Jos¨¦ Luis Larrea, sonr¨ªe cuando escucha las cr¨ªticas de estas autonom¨ªas: "Pero qu¨¦ voy yo a armonizar con ellos si no tienen competencias en esa materia. Es que todav¨ªa no se han enterado, como antes le pas¨® a Bruselas, que aqu¨ª tenemos una cosa que se llama concierto econ¨®mico. No tengo ning¨²n inter¨¦s en abrir guerras entre comunidades, pero me da la impresi¨®n de que otros pueden tenerlo. Mi interlocutor sigue siendo la Administraci¨®n central, pero no entiendo este revuelo Por unas vacaciones que, de hecho, funcionan ya en comarcas de varios pa¨ªses comunitarios".

Poca gente conoce que B¨¦lgica disfruta de exenciones parciales similares o que ocho regiones italianas (entre ellas Calabria, Campania, Sicilia, Cerde?a) eximen a todas las empresas de pagar los impuestos de sociedades nacional y local durante 10 a?os. O que las empresas de nueva creaci¨®n entre 1988-1992 en C¨®rcega en los sectores industrial, hotelero y en los de la construcci¨®n y trabajos p¨²blicos gozan de ocho a?os de vacaciones fiscales.

"En esto los vascos no hemos inventado nada. La propia Administraci¨®n central aprob¨® incentivos fiscales muy importantes para empresas de nueva creaci¨®n en La Cartuja de Sevilla, en Barcelona, y entonces nadie les acus¨® de insolidarios", mantiene Larrea.

Incentivo discordia

El incentivo de la discordia supondr¨¢ que las empresas vascas que se creen este a?o y el que viene y cumplan unas determinadas condiciones no pagar¨¢n el impuesto de sociedades durante 10 a?os. Esta exoneraci¨®n ser¨¢ incompatible con cualquier otro beneficio tributario o cr¨¦dito de impuesto. La medida, aprobada en el pacto institucional por el Gobierno vasco y las tres diputaciones, pretende impedir que el fantasma de la desertizaci¨®n industrial despliegue definitivamente su s¨¢bana en Euskadi. En 1992, la industria vasca tuvo un crecimiento negativo del 1,9%, se perdieron 36.000 puestos de trabajo netos -20.000 industriales- y el nivel de desempleo se situ¨® en el 21,5%, lo que supone un total de 198.000 parados.Esta situaci¨®n ha sido calificada por el lehendakari, Jos¨¦ Antonio Ardanza, de "muy delicada", y por ello se han aprobado "respuestas excepcionales". A partir de 1995, la idea de Larrea es seguir los dict¨¢menes del informe sobre armonizaci¨®n fiscal elaborado en 1992 para la Comisi¨®n por Onno Rudding, ex ministro de Hacienda holand¨¦s. "Running recomienda un tipo en torno al 30-40%, yo me inclino por el 30% y, consiguientemente, por hacer desaparecer todos estos mecanismos de incentivaci¨®n", afirma Larrea.

Antonio Zabalza no quiere esperar tanto y ha advertido que recurrir¨¢ las normas ante el Tribunal Superior de Justicia del Pa¨ªs Vasco. Zabalza calific¨® las vacaciones fiscales como "excesivas, distorsionadoras", al tiempo que acusaba al Gobierno vasco de provococar una "disminuci¨®n de la presi¨®n fiscal" para los empresarios radicados en Euskadi frente a los del resto de Espa?a. El economista vasco Atton P¨¦rez Calleja interpreta que hay una tendencia por parte de la Administraci¨®n central a "confundir unidad con uniformidad".

Con todo, P¨¦rez Calleja no cree que los incentivos fiscales aprobados "vayan a crear muchos empleos, aunque servir¨¢n para atraer la inversi¨®n exterior". De hecho, las empresas ya han empezado a moverse en el tablero comunitario. Una multinacional alemana ha solicitado informaci¨®n a una importante auditora radicada en Euskadi para conocer el alcance de las medidas aprobadas y reconducir sus inversiones hacia territorio vasco.

Normas forales

?Pero qu¨¦ empresas podr¨¢n acogerse a esta medida? Los requisitos no est¨¢n a¨²n cerrados y la adopci¨®n de unos u otros puede incluso desactivar el recurso anunciado por Zabalza a principios de mes. Socialistas y nacionalistas negociar¨¢n en el Organo de Coordinaci¨®n Tributaria esas "determinadas condiciones" antes de que las tres diputaciones redacten las normas forales. La fecha l¨ªmite para su aprobaci¨®n es el pr¨®ximo 6 de mayo. Algunos requisitos han transcendido ya: las empresas deber¨¢n ser productivas, quedando fuera tanto las de tipo financiero como las de servicios y las asesor¨ªas fiscales. Fuentes gubernamentales aseguraron que "no se va a marcar un volumen m¨ªnimo de inversi¨®n", y dijeron que se pretende "priorizar la peque?a y mediana empresa -entre 20 y 300 trabajadores- para ayudar a la diversificaci¨®n del tejido industrial".Pero el criterio que enfrenta a ambos socios de gobierno es el de la territorialidad. El PNV cree que este incentivo fiscal debe ser de aplicaci¨®n general en toda la comunidad. Larrea ha indicado que Ia situaci¨®n de Euskadi, como ¨¢mbito territorial en general, es lo suficientemente complicada como para que encima demos pasos adicionales de territorializaci¨®n. Yo no cierro la puerta a cierta territorializaci¨®n, pero nuestra tesis es m¨¢s respetuosa con la legalidad comunitaria que discriminar y decir en tal zona o en la otra".

La postura que mantiene el PSE-EE es justo la contraria. Su n¨²mero dos, Jos¨¦ Luis Marcos Merino, ha propuesto la localizaci¨®n de las inversiones en la margen izquierda de la r¨ªa y en el cintur¨®n industrial de San Sebasti¨¢n. Los socialistas quieren utilizar adem¨¢s el instrumento de las zonas de empresa -un m¨¢ximo de 300 hect¨¢reas-, aprobado por la CE, que va dirigido a "recuperar el tejido industrial.