Las personas sordas y la televisi¨®n

A trav¨¦s de estas p¨¢ginas quisiera denunciar la reiterada discriminaci¨®n que sufrimos las personas sordas, cada vez que encendemos nuestros televisores. Es incomprensible que a finales del siglo de los grandes avances tecnol¨®gicos, los responsables televisivos a¨²n no hayan sabido solucionar el problema de la subtitulaci¨®n de programas o la inclusi¨®n de un int¨¦rprete de lengua de signos, cuando esto se consigui¨® ya desde hace d¨¦cadas en otros pa¨ªses del mundo. Quiz¨¢ es que a¨²n no se han enterado.Es dif¨ªcil de creer que tras la aparici¨®n de numerosas cadenas privadas y p¨²blicas, no haya ninguna con la suficiente sensibilidad como para incluir programas subtitulados. Pero lo peor no es eso, para un programa que existe en televisi¨®n espa?ola, con una duraci¨®n muy reducida (por no decir rid¨ªcula), los d¨ªas de fiesta, nos castigan eliminando el informativo. Precisamente cuando un mayor n¨²mero de personas sordas podr¨ªa verlo. ?Es que no tenemos el mismo derecho a la informaci¨®n que el resto de la sociedad? ?Es que nuestro derecho es menor porque somos sordos? ?Es que somos ciudadanos de segunda categor¨ªa? Hasta que alguien sepa contestar todas estas preguntas, seguiremos pegados al televisor viendo unas im¨¢genes que no comprendemos y unas bocas que se mueven sin decimos nada-