Los brasile?os votaron mayoritariamente a favor de la rep¨²blica presidencialista
La opci¨®n por la rep¨²blica presidencialista gan¨® de forma arrolladora y seguir¨¢ como forma y sistema de gobierno en Brasil, seg¨²n confirmaron los sondeos efectuados a la salida de los colegios electorales por las empresas de demoscopia Data Folha y el Instituto Brasile?o de Opini¨®n P¨²blica (Ibope). Esta primera previsi¨®n, basada en muestras representativas al salir de la votaci¨®n, otorgan alrededor de un 70% de votos para la rep¨²blica y entre el 11% y 12% para la monarqu¨ªa, m¨¢s un porcentaje de votos blancos y nulos en torno al 20%.
El voto brasile?o a favor del presidencialismo se mueve alrededor del 57%, un 25% para el parlamentarismo y un 18% de votos blancos y nulos. En el momento de transmitir esta cr¨®nica, a las 18.00 hora de Brasilia (23.00 en Espa?a) no hab¨ªa a¨²n cifras fiables de la abstenci¨®n, pero un portavoz del Ibope manifest¨® que hab¨ªa sido muy elevada. Incluso lleg¨® a aventurar que, sumada la abstenci¨®n y los votos blancos y nulos, las opciones ganadoras apenas reunir¨ªan algo m¨¢s de la mitad del censo electoral. Esto ser¨ªa una prueba clara del desencanto del electorado brasile?o.M¨¢s de 90 millones de brasile?os estaban convocados ayer a las urnas. Los que votaron lo hicieron de forma mec¨¢nica y sin emoci¨®n, como quien cumple un penoso deber, en un plebiscito que decid¨ªa sobre la forma y sistema de gobierno del pa¨ªs.
Analistas pol¨ªticos y comentaristas de los peri¨®dicos dedicaban ayer r¨ªos de tinta a explicar el fracaso del plebiscito, que no encontr¨® el menor entusiasmo entre la poblaci¨®n. En Brasil, el inter¨¦s se centra ahora en las reformas constitucionales que, independientemente del resultado de la consulta, tiene que iniciar el Congreso el pr¨®ximo 6 de octubre.
Nuevo plan econ¨®mico
Un inter¨¦s m¨¢s inmediato despierta el anuncio de un nuevo plan econ¨®mico, que el Gobierno de Itamar Franco anunciar¨¢ el pr¨®ximo s¨¢bado tras la reuni¨®n del Gabinete. Entre las medidas que se anticipan figura la eliminaci¨®n de tres ceros en el cruzeiro. La actual moneda brasile?a, que introdujo hace tres a?os el entonces flamante presidente, Fernando Collor de Mello, ha quedado ya devorada por la inflaci¨®n. Hoy d¨ªa se habla de billones y trillones de cruzeiros. Nadie puede hacerse una idea de lo que esas cifras significan.La carrera presidencial para 1995 ha quedado abierta con la previsible derrota del parlamentarismo. El gobernador de R¨ªo de Janeiro, el septuagenario, viudo reciente y pr¨®ximo bisabuelo Leonel Brizzola, un populista disfrazado de socialdem¨®crata, hizo cola en su colegio electoral en Copacabana y aprovech¨® la ocasi¨®n para criticar la gesti¨®n de Franco. Brizzola neg¨® sus aspiraciones presidenciales, cosa que nadie crey¨®. En Sao Paulo, el alcalde Paulo Maluf, un derechista con un deseo evidente de llegar a la Presidencia, aprovech¨® para criticar a Franco.
El presidente Itamar Franco no viaj¨® a su ciudad de Juiz da Fora, en el Estado de Minas Gerais, y acudi¨® a votar a un barrio sat¨¦lite de Brasilia, pasadas las 10.00 de la ma?ana (15.00 en Espa?a). Franco declar¨® que se encontraba tranquilo: "El plebiscito no va a alterar el rumbo trazado para este pa¨ªs de un nuevo orden econ¨®mico y m¨¢s justicia social". No vacil¨¦ el presidente en manifestar su preferencia por el parlamentarismo, pero a?adi¨®. "Hay que respetar la voluntad del pueblo". A la pregunta sobre una eventual dimisi¨®n colectiva de su Gabinete tras el plebiscito, Franco dijo que hay que esperar.
Los mon¨¢rquicos se mostraban satisfechos con la propaganda conseguida para su causa en los meses de campa?a. El heredero del ¨²ltimo emperador de Brasil, don Pedro de Orleans, de 80 a?os, mostr¨® su disgusto por el escaso papel que le dieron en la campa?a y por la preponderancia del palad¨ªn mon¨¢rquico Cunha Bueno, muy interesado en promocionarse para un puesto en el Senado.
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