M¨¦xico despide a lo grande a Cantinflas
Las cenizas de Mario Moreno, Cantinflas, reposar¨¢n desde hoy en el Pante¨®n Espa?ol de M¨¦xico, pero junto a ellas permanecer¨¢ tambi¨¦n para siempre y como recuerdo inolvidable la impresionante despedida que en los dos ¨²ltimos d¨ªas le ha dado el pueblo mexicano, especialmente esa gente sencilla entre la que naci¨® y a la que estuvo en todo momento dirigida su sonrisa. M¨¦xico, de luto, le dijo adi¨®s a lo grande a este c¨®mico universal, como lo hab¨ªa hecho a?os atr¨¢s con Jorge Negrete o Pedro Infante.
Un impresionante cord¨®n humano compuesto por miles y miles de personas se apoder¨® de la ciudad y traz¨® el itinerario del cortejo f¨²nebre de Mario Moreno antes de su definitiva morada, primero el mi¨¦rcoles, desde el tanatorio al teatro Jorge Negrete, y despu¨¦s ayer desde este escenario, sede de la Asociaci¨®n Nacional de Artistas, al Palacio de Bellas Artes, la casa grande del espect¨¢culo mexicano.
En ambos centros art¨ªsticos fue velado su cad¨¢ver en medio de grandes colas de gente que entre sollozos quiso decirle adi¨®s por ¨²ltima vez. Por all¨ª pasaron ni?os y mayores, familias enteras venidas de cualquier barrio o de la provincia, artistas, boxeadores y toreros, polic¨ªas y bomberos, barrenderos y taxistas.
Cantinflear
El presidente Carlos Salinas de Gortari, que ayer presidi¨® el gran homenaje final de M¨¦xico y sus instituciones a Cantinflas en la Palacio de Bellas Artes, acudi¨® el mi¨¦rcoles al teatro Jorge Negrete como un ciudadano m¨¢s a montar guardia ante el f¨¦retro. Antes lo hab¨ªan hecho artistas como Silvia Pinal o Jorge Mondrag¨®n y amigos de coraz¨®n como Miguel M. Delgado, director de la mayor¨ªa de sus pel¨ªculas, o el espa?ol Eulalio Ferrer, compadre del actor y el hombre que convenci¨® a la Academia Espa?ola de la Lengua para que incluyera en el diccionario, como ocurre desde el a?o pasado, los cuatro vocablos que para siempre unir¨¢n a este genial c¨®mico con el idioma espa?ol: Cantinflas, cantinflada, cantinflesco y cantinflear.Mario Moreno, ¨²nico hijo del actor, dijo que la ¨²ltima voluntad de Cantinflas -"el mayor c¨®mico del mundo", en palabras de Charles Chaplin- fue la de que sus restos incinerados reposaran con los de su esposa, la bailarina de origen ruso Valentina Subirev, fallecida en 1966 e hija del due?o de la primera carpa art¨ªstica donde actu¨®.
El espa?ol Eulalio Ferrer revel¨® el mi¨¦rcoles, a modo de testamento, una espl¨¦ndida an¨¦cdota sobre su compadre cuando visit¨® en Madrid a Felipe Gonz¨¢lez, interesado en el personaje porque fue su ¨ªdolo infantil. Cuando Cantinflas, que se cri¨® en los billares de su barrio y presum¨ªa de ser un excelente jugador, fue derrotado dos veces consecutivas por el presidente del Gobierno en una partida que improvisaron tras el encuentro, asombrado por el triunfo de su contendiente, le dijo, desquit¨¢ndose con sano humor: "Como ¨¦ste es un deporte de golfitos, t¨², que me has ganado, debes de ser m¨¢s golfo que yo".
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