Y fueron cientos, miles, millones

En junio de 1963, Al vent era uno los discos m¨¢s vendidos. Era la primera canci¨®n que traspasaba fronteras lingu¨ªsticas y comenzaba uno de los movimientos fundamentales de la m¨²sica popular en Espa?a: la canci¨®n de autor. Cinco a?os m¨¢s tarde, Josep Porter-Moix ya recoge 350 discos grabados en catal¨¢n. En 1983, Fernando Gonz¨¢lez Lucini recopila a 176 artistas y m¨¢s de 1.300 canciones del g¨¦nero en toda Espa?a. Cientos de artistas, miles de canciones, millones de discos vendidos de un estilo de enorme significaci¨®n por su penetraci¨®n social, su enfrentamiento al franquismo, su defensa de una identidad lingu¨ªstica y su relaci¨®n con otros sectores de la cultura.

Han pasado tres d¨¦cadas para un movimiento de canci¨®n de autor que naci¨® al amparo de la Nova Can?¨® catalana y que tuvo como puntos cardinales el colectivo Ez Dok Amairu en Euskadi; Voces Ceibes en Galicia y la Canci¨®n del Pueblo en Castilla. "La Nova Can?¨® nace por una coincidencia de voluntades, sin una planificaci¨®n previa", dice Josep Mar¨ªa Espin¨¢s, una de las personas que formaron el primer embri¨®n de la Nova Can?¨®. "Yo hab¨ªa traducido a Brassens, y Miquel Porter y Llu¨ªs Serrahima compon¨ªan canciones. Comenzamos sin af¨¢n de profesionalizarnos y naci¨® un g¨¦nero nuevo de cantor individual que cuenta una historia. Se utiliz¨® para introducir la lengua catalana en un veh¨ªculo de difusi¨®n m¨¢s social, al, tiempo que se intentaba una defensa de la libertad de expresi¨®n, hasta donde dejaba la censura. Tuvo gran impacto y permiti¨® la aparici¨®n de j¨®venes, que adoptaron una postura m¨¢s profesional".

Enorme repercusi¨®n

El nacimiento de la Nova Can?¨® tuvo una enorme repercusi¨®n. Mikel Laboa, patriarca de la canci¨®n vasca, recuerda el nacimiento de Ez Dok Amairu: "En 1963 sab¨ªamos que en Barcelona estaba naciendo un movimiento de canci¨®n y pens¨¦ que pod¨ªamos hacer algo parecido por razones de tipo cultural. Llam¨¦ a Benito Lertxundi y a Lourdes Iriondo y comenzamos a reunimos. Jorge Oteiza di¨® el nombre de Ez Dok Amairu (No hay 13), pensando que as¨ª se romp¨ªa el maleficio y que la cultura vasca segu¨ªa adelante. En aquellos principios tambi¨¦n estaban Xavier Lete, los hermanos Artze, Luis Bandr¨¦s, Jean Paul Arregui, el grupo Oskarei... Fue un movimiento de toda la cultura. Gabriel Aresti estaba en contacto permanente, pero era Oteiza el animador que conjugaba".Cuatro a?os m¨¢s tarde, Benedicto lanzaba el germen de Voces Ceibes. Una vez m¨¢s, Raimon fue el detonante. "Comenc¨¦ a cantar canciones de Raimon y Serrat en catal¨¢n, y mis amigos me animaron a componer en gallego. Y con ingenuidad colegial naci¨® Un home, una canci¨®n sobre los hombres de m¨¢s de 40 a?os que no encontraban trabajo. Me encuentro con gente en la intelectualidad clandestina (Camilo Nogueira, Xan Facal), que me pasa un poema de Celso Emilio Ferreiro, al que pongo m¨²sica influenciada por Al vent. Y la esterilidad era tan grande que empieza a funcionar". Poco despu¨¦s, Benedicto conoce a Xavier del Valle. "Empezamos a dar serenatas a las chavalas en gallego, porque no ten¨ªamos donde cantar, hasta que en 1968, Alonso Montero nos prepar¨® un recital, que fue prohibido por la polic¨ªa. Fue el nacimiento de la canci¨®n gallega". Y Benedicto menciona a Xerardo Moscoso, Vicente Araguas, Guillermo Rojo... como compa?eros de viaje.

El 22 de noviembre de 1967 nace en Madrid la Canci¨®n del Pueblo, que tuvo su presentaci¨®n oficial en el Instituto Ramiro de Maeztu. All¨ª estaban Elisa Serna, Hilario Camacho, Adolfo Celdr¨¢n, Ignacio Fern¨¢ndez Toca, Jos¨¦ Manuel Bravo Cachas, Antonio G¨®mez... "Ten¨ªamos una propuesta est¨¦tica que pasaba por musicar algunos poetas de la generaci¨®n del 27, como Lorca, Gabriel Celaya y Miguel Hern¨¢ndez", dice Elisa Serna. "Muy pronto establecimos contactos con gallegos, catalanes y vascos, porque hab¨ªa necesidad de intercambio. Cuando todo estaba prohibido, fuimos los primeros en hablar de nacionalidades".

Durante 30 a?os, la n¨®mina de los cantautores se hizo extensa. En Andaluc¨ªa (Antonio Mata, Carlos Cano, Lole y Manuel, Javier Ruibal, Manuel Gerena ... ); Extremadura (Pablo Guerrero, Luis Pastor ... ); Euskadi (Imanol, Gorka Kn?rr, Errobi, I?aki Eizmendi, Txomin Artola, Ruper Ordorika ... ); Galicia (Amancio Prada, Bibiano, Emilio Cao, Luis Emilio Batall¨¢n, Mir¨¦ Casabella ... ); Asturias (V¨ªctor Manuel, Ger¨®nimo Granda, Nuberu ... ); Arag¨®n (Jos¨¦ Antonio Labordeta, La Bullonera, Joaqu¨ªn Carbonell ... ); Catalu?a, Valencia y Baleares (Pi de la Serra, Serrat, Al Tall, Enric Barbat, Guillermina Motta, Jaume Arnella, Jaume Sisa, Llu¨ªs Llach, Mar¨ªa del Mar Bonet, Marina Rosell, Ovidi Montllor, Pau Riba, Rafael Subirachs, Ram¨®n Muntaner ... ); Castilla (Aguaviva, Chicho S¨¢nchez Ferlosio, Javier Krahe, Joaqu¨ªn Sabina, Luis Eduardo Aute, Manolo D¨ªaz, Paco Ib¨¢?ez, Ricardo Cantalapiedra, Rosa Le¨®n ... ). Es una breve relaci¨®n de los m¨¢s representativos. Algunos se integraron en los movimientos citados o en otros nuevos, como el Manifiesto de la Canci¨®n del Sur. Otros caminaron s¨®los.

El 9 de mayo de 1976, m¨¢s de 50.000 personas se reunieron en la Universidad Aut¨®noma de Madrid en el I Festival de Pueblos Ib¨¦ricos, para escuchar a Raimon, Mikel Laboa, Benedicto, Elisa Serna, Qu¨ªco Pi de la Serra, V¨ªctor Manuel, Adolfo Celdr¨¢n, Jos¨¦ Antonio Labordeta, Mir¨® Casabella, La Bullonera, Luis Pastor, Pablo Guerrero, Manuel Gerena, Bibiano... Fue una de las ¨²ltimas grandes reuniones de cantautores. A partir de entonces, s¨®lo aguantaron los que alcanzaron las listas de ¨¦xito. La mayor¨ªa abandonaron. Los resistentes contin¨²an en la integridad de las catacumbas.