Bueren ordena investigar el origen de las lesiones de un preso de Terra Lliure
Carlos Bueren, titular del juzgado n¨²mero uno de la Audiencia Nacional, ha dictado una resoluci¨®n en la que pide a los juzgados de la plaza de Castila de Madrid que investiguen el origen de las lesiones sufridas por el presunto miembro de Terra Lliure Gustavo Navarro tras ser detenido por la Guardia Civil en diciembre de 1992. Esta deducci¨®n de testimonio da respaldo judicial y credibilidad a la denuncia por malos tratos de dicho activista, si bien el forense que le reconoci¨® proclam¨® su "certeza moral" del origen "accidental" de las lesiones
El pasado diciembre, Carlos Bueren desarrollaba una operaci¨®n contra presuntos militantes de Terra Lliure, saldada con cuatro detenidos. Uno de ellos, Gustavo Navarro, denunci¨® ante el juez que hab¨ªa sufrido malos tratos por miembros de la Guardia Civil durante su estancia en los calabozos del cuerpo en Madrid.En relaci¨®n con estos hechos, Bueren tom¨® declaraci¨®n a dos miembros de la Unidad de Servicios Especiales (USE) de la Guardia Civil, con n¨²mero de identificaci¨®n 79.270.383 y 39.675.386, y recibi¨® dos informes del forense sobre el estado del detenido.
El ¨²ltimo de los informes del forense establece las siguientes conclusiones sobre Navarro:
"1? Que en ning¨²n momento de los numerosos reconocimientos que se le hicieron manifest¨® haber tenido malos tratos ps¨ªquicos ni incluso presiones en el sentido de amenazas a ¨¦l o a sus familiares, y a mayor abundamiento su estado ps¨ªquico era completamente normal con excepci¨®n de un peque?o cuadro de ansiedad por su situaci¨®n de detenido, que se manifiesta en el primer reconocimiento pero no en ninguno de los posteriores, en los que incluso mostraba una situaci¨®n normalizada ante la reiteraci¨®n de mi presencia en los continuos reconocimientos.
2? Que en ning¨²n momento existi¨® incapacidad f¨ªsica ni signos de sufrimiento o doloramiento, y que solamente en el primer reconocimiento manifest¨® haber tenido malos tratos en la cabeza y en el abdomen, e indic¨® haber sufrido pu?etazos. A partir del primer reconocimiento, neg¨® haber sufrido m¨¢s malos tratos".
El forense contin¨²a con su informe: "3? Que en el primer reconocimiento no exist¨ªa ning¨²n signo de lesi¨®n ni en cabeza ni en cara, y pr¨¢cticamente se adivin¨® por la experiencia de este perito que exist¨ªa una sufusi¨®n sangu¨ªnea bajo la piel en la regi¨®n supraumbilical derecha. Esto puede ser en raz¨®n de que se trataba de una piel muy el¨¢stica, blanca y en un abdomen de paredes musculares anteriores de persona p¨ªcnica, poco musculosa y con facilidad de producci¨®n de pliegues por obesidad.
4? Que me ratifico en que los signos de lesi¨®n son de origen de un traumatismo producido entre cinco y siete horas antes de mi primer reconocimiento. Que en relaci¨®n al origen del traumatismo manifestado en sufusi¨®n sangu¨ªnea en la regi¨®n supraumbilical derecha, este perito tiene la certeza moral de su origen accidental, m¨¢s que del origen violento, bien porque se los hayan causado o se los haya causado".
El hecho de que el juez haya deducido testimonio a pesar de la tesis sobre la causa "accidental" del traumatismo emitida por el forense, ilustra sobre las dudas que a¨²n mantiene este magistrado sobre el origen de tal sufusi¨®n sangu¨ªnea.
"Bajo coacciones"
Navarro relat¨® as¨ª al juez tales supuestos malos tratos.
Bueren: ?Alguien le ha forzado para declarar as¨ª?
Navarro: Hombre, en este momento, no. Cosas que he declarado ante la polic¨ªa [Guardia Civil], las hice bajo coacci¨®n. Y despu¨¦s con golpes. Si quiere se los puedo ense?ar. Tengo todo el vientre amoratado y eso ya se lo dije al m¨¦dico forense.
B. : ?Usted tiene miedo a algo si no declara?
N.: No, no. Hombre, lo que tengo m¨¢s miedo es a la cuesti¨®n esta del primer d¨ªa que me estuvieron torturando y el ¨²ltimo d¨ªa me dijeron que fuera con cuidado con lo que explicaba, que si iba a la c¨¢rcel ellos ten¨ªan internos para ajustar cuentas. El primer d¨ªa, no s¨¦ cuando era, si a la tarde o la noche, me metieron en un lugar y me metieron una bolsa de pl¨¢stico en la cabeza y me estuvieron golpeando, no s¨¦, durante mucho tiempo. Y despu¨¦s me dijeron que hab¨ªan cogido a mi hermana peque?a y que le hab¨ªan puesto un caso de droga y que la manten¨ªan detenida. Eso es lo que pas¨¦. A partir de ah¨ª, hubo alg¨²n que otro golpe pero no fue nada importante. Golpes y coacciones sobre todo con la cuesti¨®n de mi hermana. Digamos que los golpes fuertes solamente fueron el primer d¨ªa. El primer d¨ªa fue muy fuerte.
La direcci¨®n del instituto armado declin¨® ayer oficialmente comentar este asunto, fiel a su postura en estos temas, y se remiti¨® a lo que determinen los tribunales en su momento.
Mientras, otro detenido en aquella operaci¨®n desplegada por Bueren y que fue causa de duras cr¨ªticas desde las filas del nacionalismo catal¨¢n, Agust¨ªn Cerd¨¢, manifest¨® tambi¨¦n haber sufrido malos tratos en las mu?ecas. Otros dos presuntos militantes de Terra Lliure, Jordi Vera y Salvador Soutullo, declararon que la Guardia Civil les dispens¨® un trato exquisito. Salvo Cerd¨¢, los otros tres presuntos miembros de Terra Lliure quedaron libres tras prestar fianza y mostrar su voluntad de reinserci¨®n ante el juez.
La resoluci¨®n en la que se deduce testimonio por tales presuntos malos tratos fue firmada el pasado 14 de abril por Carlos Bueren, y se encuentra desde hace algunos d¨ªas en el juzgado decano de la plaza de Castilla para su reparto en dicha sede judicial.
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