Los ex comunistas tienen la clave de la crisis italiana

El presidente de la Rep¨²blica de Italia, Oscar Luigi Scalfaro, inici¨® ayer la ronda habitual de consultas que, tras su conclusi¨®n, prevista para el mediod¨ªa de ma?ana domingo, deber¨ªa permitirle determinar el lunes qui¨¦n es el pol¨ªtico adecuado para intentar la formaci¨®n de un nuevo Gobierno. El Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS), ex comunista, vive esta complicada crisis como un momento hist¨®rico, ya que, por primera vez en los anales de la izquierda italiana, tiene en sus manos la clave del llamado Gobierno institucional, que parece la ¨²nica salida viable.

Fuentes de la Democracia Cristiana (DC) y del propio PDS valoraban ayer positivamente los contactos que est¨¢n manteniendo los secretarios generales de estas dos formaciones, Mino Martinazzoli y Achille Occhetto, respectivamente, para negociar el programa de ese Gabinete, que ser¨ªa nombrado y respaldado directamente por el jefe del Estado.Algunos observadores estimaban, en consecuencia, que las alusiones a una posible moratoria sobre la deuda p¨²blica y la exigencia de un giro de 180 grados con respecto a la pol¨ªtica social del anterior Gobierno, hechas por Occhetto en su discurso parlamentario del pasado jueves, no eran m¨¢s que apuestas elevadas ante las rebajas propias de una negociaci¨®n.

Pero hay tambi¨¦n quien duda de las intenciones ¨²ltimas del l¨ªder del PDS, que, con una c¨®moda segunda posici¨®n a s¨®lo 2,5 puntos de la DC, y punto y medio por delante de la Liga Norte, seg¨²n un sondeo reci¨¦n realizado para el semanario L'Espresso por el instituto Tgw, podr¨ªa preferir finalmente el recurso anticipado a las urnas, sin dar tiempo a que los democristianos cambien de nombre y se reorganicen. El mismo Occhetto aludi¨® a esta posibilidad el jueves, cuando dijo que la elecci¨®n de un Senado mayoritario y una C¨¢mara proporcional ser¨ªa aceptable a condici¨®n de que el Senado se convirtiera en el ¨®rgano de representaci¨®n de las regiones.

En esta segunda hip¨®tesis, a Occhetto le bastar¨ªa mantener altas sus exigencias y dejar que Scalfaro se interne en la dif¨ªcil aventura de un Gobierno presidido por el ex democristiano Mario Segni o por Giuliano Amato, bajo la presi¨®n de un Umberto Bossi, el l¨ªder de la Liga, empe?ado en que se anticipen las elecciones con el doble sistema comentado por Occhetto.

Segni, preferido

De acuerdo con otro sondeo de, Tgw, Segni, el promotor de los referendos, ser¨ªa el nuevo primer ministro preferido, por m¨¢s del 30% de los italiano, seguido de Amato. Tanto Segni como Amato se dicen disponibles para un Gobierno muy breve, orientado simplemente a hacer la reforma electoral -un tema en el que Segni ha abierto la posibilidad de negociar la doble vuelta que quiere el PDS- y convocar elecciones. La DC y el PSI se han pronunciado por un Gobierno de legislatura, sin vencimiento fijo. Y tambi¨¦n el PDS, en el supuesto de que entrara en el Gabinete.Tras dejar la DC, Segni ser¨¢ dif¨ªcilmente aceptado por los democristianos, mientras Amato, que tambi¨¦n dista mucho de ser el favorito de su partido, merece un rechazo expl¨ªcito del PDS. El presidente de la C¨¢mara de los Diputados, Giorgio Napolitano, ex comunista, es el candidato del PDS para presidir el Gobierno institucional y el jurista Leopoldo Elia, el de la DC. El gobernador del Banco de Italia, Carlo Azaglio Ciampi, y el presidente del Senado, Giovanni Spadolini, son otros de los nombres que suenan en esta negociaci¨®n, siempre abierta y siempre confusa, adem¨¢s de los presuntos conejos blancos que Scalfaro podr¨ªa guardar hasta ¨²ltima hora en su sombrero.

El caso es que por m¨¢s que los italianos votan elecciones y referendos por el cambio, la designaci¨®n del primer ministro sigue siendo un misterio alqu¨ªmico que se esconde tras los gruesos muros del palacio del Quirinal, como el c¨®nclave para la elecci¨®n papal que la Iglesia celebr¨® en ese mismo recinto. Y los italianos fundamentalmente no lo ponen en cuesti¨®n, e incluso lo valoran como el momento de la "imaginaci¨®n" en una pol¨ªtica que, sin embargo, se ha hecho m¨¢s bien a base de comisiones ilegales y otras conductas ocultas descritas por los juzgados.

El cambio de los tiempos s¨ª ha hecho que estas consultas presidenciales pierdan brillo, al faltar forzosamente a ellas tantos grandes nombres de la historia italiana hoy sometidos a diligencias judiciales. Falt¨® ayer, por ejemplo, a la cita con Scalfaro el ex presidente Giovanni Leone, que tiene un hijo investigado por estafa al Estado y dijo encontrarse enfermo.

Tampoco fue Francesco Cossiga, que no tiene problemas judiciales pero se lleva muy mal con Scalfaro. Cossiga pretest¨® una laringitis y, cuando uno que le encontr¨® en el bar del Senado le se?alara que hablaba perfectamente, se defendi¨®: "He tomado cortisona y la voz se me puede quebrar en cualquier momento".