Aumentan las quejas de los ciudadanos por malos tratos de agentes de la Polic¨ªa Municipal
Las actuaciones de la Polic¨ªa Municipal son motivo de queja frecuente de los ciudadanos ante el Defensor del Pueblo, que en 1992 recibi¨® seis reclamaciones por este motivo. Eso es s¨®lo la punta del iceberg, ya que en los juzgados espa?oles hay decenas de procedimientos por presuntos malos tratos. Los mandos policiales "se resisten a aplicar medidas cautelares de suspensi¨®n de funciones a los agentes denunciados, incluso en los supuestos m¨¢s claros", seg¨²n el Defensor del Pueblo. Mientras tienden a bajar las quejas por atropellos de la Guardia Civil, ocurre lo contrario con las polic¨ªas municipales en los ¨²ltimos a?os.
El an¨¢lisis de la mayor¨ªa de las denuncias deja traslucir actitudes de prepotencia y abuso de autoridad por parte de los agentes implicados. ?stos, a su vez, suelen denunciar a las v¨ªctimas de "resistencia", "desobediencia", "desacato" y "atentado".La abogada Francisca Villalba hizo un estudio referente a 32 denuncias de este tipo que se estaban tramitando en los juzgados de Instrucci¨®n de Madrid durante 1990. Y sac¨® la siguiente conclusi¨®n: "Los jueces no decretaron en ning¨²n caso el ingreso en prisi¨®n para los ciudadanos acusados de desacato o atentado, lo que prueba que no eran ciertas las imputaciones que les hicieron los polic¨ªas", se?ala Villalba.Jos¨¦ Alberto Fern¨¢ndez Rodera, juez de lo Penal n¨²mero 9 de Madrid, conden¨® el pasado 23 de febrero a cuatro a?os de prisi¨®n a los polic¨ªas municipales Manuel Alberto P¨¦rez Varela y Luis Ricardo Barber¨¢ Robles, acusados de detener ilegalmente a ?ngel Mayoral Medina y a Aquilino Y¨¦benes Jim¨¦nez.
El incidente se inici¨® cuando los agentes fueron requeridos el 1 de diciembre de 1990 por una reyerta en el pub Villa Rosa, en la plaza de Santa Ana, de Madrid. Mayoral y Y¨¦benes, testigos de la pelea, recriminaron a los polic¨ªas que mantuvieran "una actitud pasiva" y no detuvieran a los causantes del incidente. Los dos funcionarios municipales golpearon y esposaron a ambos ciudadanos y les llevaron detenidos, "la pesar de que no hab¨ªan cometido hecho delictivo alguno", seg¨²n la sentencia.
"Rojos de mierda"
El fallo judicial, que ha sido recurrido por Barber¨¢ y P¨¦rez Varela, se?ala que ¨¦stos robaron 5.000 pesetas a ?ngel Mayoral, al tiempo que le insultaban a ¨¦l y a su amigo con frases como "maricones, "cabrones" y "rojos de mierda". La sentencia del juez Fern¨¢nd¨¦z Rodera tiene, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas, dos aspectos realmente novedosos: por un lado, aprecia para ambos agentes el agravante de "prevalimiento" de su caracter de funcionarios p¨²blicos; y por otro lado, les obliga a indemnizar a las v¨ªctimas con 600.000 pesetas "por los da?os morales" causados.El informe del Defensor del Pueblo relata otro caso ocurrido en 1992 en Oviedo, donde un ciudadano denunci¨® que fue agredido y posteriormente detenido, "sin que pudiera llamar a ning¨²n familiar ni tuviera asistencia letrada". Tambi¨¦n recoge la denuncia de un ciudadano de raza negra que fue maltratado en un c¨¦ntrica calle de Madrid porque "el chico llevaba drogas", seg¨²n la explicaci¨®n dada por los agentes a los transe¨²ntes que les recriminaron su conducta.
Un joven fue brutalmente golpeado el 20 de octubre de 1992 por polic¨ªas municipales que le pidieron que se identificara cuando paseaba con su novia por un parque de San Blas (Madrid). El muchacho llevaba su carn¨¦ y se limit¨® a recriminar a los guardias urbanos el tono despectivo en que le trataron. El Ayuntamiento abri¨® expediente sancionador contra los agentes implicados, pero s¨®lo despu¨¦s de que el Defensor del Pueblo aportara numerosos indicios de su extralimitaci¨®n.
La instituci¨®n del Defensor del Pueblo da muestras de tenacidad cuando todav¨ªa sigue intentando aclarar el caso del minusv¨¢lido P. M., que fue agredido el 19 de diciembre de 1986 por polic¨ªas municipales de Madrid, tras un confuso incidente. La propia sentencia judicial relativa a este asunto hace notar que los polic¨ªas tardaron m¨¢s de una hora en llevar a comisar¨ªa al minusv¨¢lido y, adem¨¢s, que al quedar ¨¦ste en libertad "presentaba lesiones de mayor entidad que las observadas tres horas y media antes". Pero ning¨²n funcionario ha sido expedientado ni separado del servicio.
Xenofobia
La Asociaci¨®n contra la Tortura tiene recopilados numerosos casos de malos tratos policiales sufridos por ciudadanos extranjeros. ?stos, seg¨²n se deduce de la frecuencia con que se repiten tales casos, son v¨ªctimas de la xenofobia de algunos funcionarios municipales. La asociaci¨®n recuerda el caso del marroqu¨ª Omi M., que el 8 de junio del a?o pasado fue golpeado por agentes de la Polic¨ªa Municipal de Torrevieja (Alicante), cuando se dedicaba a la venta ambulante. "Certificados m¨¦dicos acreditan que Omi presentaba lesiones en los brazos y cuello y rotura de t¨ªmpanos".El ¨²ltimo incidente de este tipo se produjo el pasado d¨ªa 17, cuando el marroqu¨ª Mulib Touns¨ª, con residencia legal en Marbella, fue apaleado por cuatro polic¨ªas municipales por negarse a pagar 1.500 pesetas en un bar, seg¨²n su denuncia.
Durante los ¨²ltimos a?os se ha observado que han disminuido los malos tratos ocasionados por la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, debido a un mayor control social y pol¨ªtico sobre este tipo de conductas. Pero menudean las agresiones de polic¨ªas municipales, en muchos casos por incidentes que inicialmente son de escasa entidad. Fuentes jur¨ªdicas estiman que los Ayuntamientos suelen ser m¨¢s "tolerantes" con estas actitudes que los organismos del Estado.
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