Los guardas de la Casa de Campo denuncian la matanza de patos
Las aguas del lago de la Casa de campo albergaban hace poco m¨¢s de un mes a 35 patos y ahora s¨®lo quedan 25. Los trabajadores que cuidan a esos animales afirman que los 10 que faltan han muerto a manos de un grupo de inmigrantes polacos que duermen bajo los ¨¢rboles del parque madrile?o. El pasado viernes descubrieron a cuatro de estos extranjeros pescando carpas y llamaron a la Patrulla Verde de la Polic¨ªa Municipal. Los agentes, especializados en velar por el medio ambiente, registraron el lugar donde duermen los polacos sin encontrar ning¨²n ¨²til de pesca. Detr¨¢s de la fuente de las Cuevas, cerca del embarcadero, todav¨ªa pueden verse las cabezas de al menos 10 peces.
El encargado del cuidado de los patos, Agust¨ªn Pe?a, se queja de la falta de vigilancia en la zona por las noches. Pe?a lleva 10 a?os trabajando en el lago y cuenta que a finales de verano la poblaci¨®n de patos suele quedar diezmada. Esta temporada la caza furtiva e ilegal ha comenzado con la primavera. "En un mes hemos llamado a la polic¨ªa cuatro veces", dice el cuidador. "Han detenido a los polacos alguna vez y se han llevado los colchones donde duermen, pero al poco tiempo volvieron a instalarse aqu¨ª". Estos inmigrantes tienen permiso de residencia en Espa?a y al menos dos de los integrantes de este grupo trabajan, seg¨²n los habituales de la zona. A Pe?a le fastidia que mientras ¨¦l le da su raci¨®n diaria de lechugas y pan a los palm¨ªpedos, "unos desaprensivos los maten, aprovechando que suelen ser muy confiados". Pero no tontos: ahora los animales est¨¢n muy nerviosos, no duermen por las noches y algunos empiezan a rehuir el contacto con los humanos.
Huerfanitos
Unos d¨ªas atr¨¢s Pe?a don¨® a la Asociaci¨®n para la Defensa de la Naturaleza (Adena) seis peque?os patos que se quedaron hu¨¦rfanos cuando su madre perdi¨® las plumas. Matar ¨¢nades o peces constituye una falta administrativa castigada con una multa, seg¨²n informan fuentes de la Polic¨ªa Municipal.Un empleado del chiringuito El Molinero, Charles Mark, manifiesta que suele ver a cuatro o cinco de los polacos dirigirse al lago y luego volver con los peces metidos en una bolsa de camino a la fuente donde limpian la piezas. "Supongo que si pescan carpas es para com¨¦rselas", opina el camarero, "pero en Madrid hay muchos comedores donde matar el hambre". La pesca en el lago est¨¢ permitida ¨²nicamente como actividad recreativa para la tercera edad. Las piezas capturadas deben ser devueltas al agua, una vez pesadas, si se celebra un concurso.
Estos d¨ªas Pe?a tiene encerrada a una pata en el almac¨¦n donde se guardan las barcas y los remos porque est¨¢ en celo y sus pretendientes le destrozan el cuello a picotazos. Si no la protegiese terminar¨ªan mat¨¢ndola. "Pero ¨¦sa ser¨ªa una muerte natural", concluye el cuidador.
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