Los 'amigos' de la autoridad
"El Gobierno no tiene m¨¢s opci¨®n que la de perder", dijo ayer a este peri¨®dico un ejecutivo de la agencia de calificaci¨®n de rating norteamericana Moody's Investors Service, al evocar la trayectoria de la peseta. "Por nuestra parte no estamos estudiando revisar la calificaci¨®n de Espa?a; el pa¨ªs sigue siendo el mismo que en febrero de 1993, cuando mantuvimos la calificaci¨®n Aa2 para la deuda exterior espa?ola. El problema es que la gente apuesta contra la peseta y cree que se puede cumplir su profec¨ªa".El Banco de Espa?a vende marcos en los mercados a trav¨¦s de entidades privadas amigas: en Espa?a est¨¢ interviniendo v¨ªa la Banque Indosuez y la CECA, que agrupa a las cajas de ahorro; en Londres lo hace directamente o a trav¨¦s de Barclays, mientras que en Suiza opera con la Union de Banques Suisses.
La idea de que la corriente vendedora de pesetas es obra de una confabulaci¨®n de especuladores a la antigua usanza ya no obedece a la realidad, toda vez que se han liberalizado los movimientos de capitales. Los inversores en los mercados de cambio son fondos de pensiones e inversiones, empresarios y financieros y, en gran n¨²mero, bancos. Quien invierte en monedas lo hace del mismo modo que compra t¨ªtulos en Bolsa. La diferencia es ¨¦sta: invertir contra la peseta, o lo que es lo mismo, a cuenta de una pr¨®xima devaluaci¨®n, no tiene riesgo. ?Por qu¨¦? Es sencillo: si hay algo seguro es que la peseta no se va a revaluar.
Operaci¨®n sin riesgo
La lista de bancos que est¨¢n apostando contra la peseta crece d¨ªa a d¨ªa: desde peque?as entidades de Australia y Nueva Zelanda hasta grandes entidades norteamericanas y europeas. Una de ¨¦stas es un banco alem¨¢n de primera fila que ha comprado 60.000 millones de pesetas a plazo mediante una operaci¨®n swap. "La entidad de Francfort ha estado vendiendo pesetas probablemente en descubierto y necesita cubrirse", dijo un operador.
Con reservas a la baja (25.000 millones de d¨®lares, cifra no oficial) y con un apoyo s¨®lo circunstancial del Bundesbank, el Gobierno y la peseta est¨¢n contra las cuerdas. La pregunta doble ser¨ªa: ?c¨®mo frenar la oleada inversora y bajar los tipos de inter¨¦s? La primera alternativa exige conseguir el apoyo alem¨¢n para practicar una devaluaci¨®n de la peseta sin salir del SME; la segunda es dejar temporalmente el mecanismo de cambios y la tercera, un deslizamiento de facto hacia una paridad de 75 pesetas por marco (estos d¨ªas el banco emisor interviene a partir de 73,85, nueva "paridad defendible")
De las tres, la ¨²nica que puede dar al Gobierno una baza electoral es, parad¨®jicamente, la primera. Si bien incumple una promesa, ser¨ªa la palanca para bajar los tipos de inter¨¦s. Una nueva devaluaci¨®n actuar¨ªa m¨¢s como "colch¨®n" para esa bajada que como ajuste cambiario cl¨¢sico.
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