Segni rechaza la vicepresidencia del Gobierno italiano que prepara Ciampi

Carlo Azeglio Ciampi, el gobernador del Banco de Italia que el pasado martes acept¨® el desaf¨ªo de formar el primer Gobierno de la historia del pa¨ªs no negociado con los partidos pol¨ªticos, mantuvo ayer, a pesar de su promesa contactos directos con exponentes destacados del Partido Republicano (PRI), cuyo modesto apoyo espera poder sumar a la mayor¨ªa que sustentaba al anterior Gobierno. Pero ya ayer recogi¨® las primera calabazas, y especialmente, la del ex democristiano Mario Segni, el l¨ªder de los referendos, a quien dedic¨® la primera hora de su jornada y que rechaz¨® la vicepresidencia del nuevo Gabinete.

Segni confirm¨® personalmente que ha decidido no asociar su futuro pol¨ªtico a la suerte del Gobierno en ciernes, al que, a parecer hab¨ªa sido invitado por sugerencia directa del presidente Oscar Luigi Scalfaro. Apoya esa hip¨®tesis la noticia de que tambi¨¦n Romano Prodi, el candidato a primer ministro descartado a ¨²ltima hora por el jefe de Estado debido al rechazo frontal del Partido Democr¨¢tico de la Izquierda (PDS), ofreci¨® a Segni la vicepresidencia de su equipo, con la misma competencia delegada sobre la reforma de la ley electoral que ayer puso a su disposici¨®n Ciampi.

Si Segni hubiera dado la respuesta afirmativa que deseaba Ciampi, su inclusi¨®n como ministro destacado habr¨ªa sido la gran novedad de un Gabinete, en torno a cuya composici¨®n definitiva circularon ayer rumores cuando menos sorprendentes.

Euforia generalizada

En un clima de euforia generalizada y de coincidencia casi plena en calificar de "hist¨®rica" la designaci¨®n de Ciampi, la pr¨¢ctica totalidad de los medios de comunicaci¨®n italianos adelantaban que los ministros b¨¢sicos del Gobierno dimisionario de Giuliano Amato seguir¨¢n en sus cargos Nicola Mancino, en Interior; Beniamino Andreatta, en Presupuestos; Piero Barucci, en el Tesoro; Giovanni Conso, en Justicia. Se daba, incluso, por seguro que el propio Amato, abandonando sus prop¨®sitos de retirarse definitivamente de la pol¨ªtica asumir¨ªa la cartera de ExterioresEl problema, en este caso, no es que el equipo de Amato fuera malo, sino que parece imposible defender la idea de que un Gobierno de Ciampi como el descrito, apoyado en una mayor¨ªa muy parecida a la del anterior, represente una novedad sin precedentes en la historia de Italia.

No resulta descabellado prever que, si el PDS cediera a la tentaci¨®n de prestar alguno de sus hombre a tal Gabinete, la consecuencia ser¨ªa la agudizaci¨®n hasta el l¨ªmite de las tensiones internas del partido. El l¨ªder de la Liga, Umberto Bossi, tendr¨¢ a su disposici¨®n toda la munici¨®n para hundir al nuevo Gobierno como un ¨²ltimo invento partitocr¨¢tico. Y no se olvide que la crisis italiana es hija de avance incontenible de la Liga en las sucesivas elecciones. La pr¨®xima cita con las urnas ser¨¢ en las municipales del 6 de junio.