Virtuosismo
Con m¨¢s entusiasta respuesta del p¨²blico que el d¨ªa anterior, actu¨® el jueves en el Auditorio Nacional la Staatkapelle de Dresde bajo la direcci¨®n de su titular Giuseppe Sinopoli. En programa, dos partituras finiseculares altamente significativas: Noche transfigurada, escrita para sexteto por Sch?nberg en 1899, instrumentada para orquesta de arcos en 1917 y revisada el a?o 1943, y Una vida de h¨¦roe, gran poema sinf¨®nico de Ricardo Strauss que data de 1899.Por mucho que se insista en los valores de la versi¨®n "multiplicada", me parece que es mayor el inter¨¦s y la desnuda belleza en el original sh?nberiano de Noche transfigurada, musicalizaci¨®n idealizada, sin nada de descripci¨®n, de un texto de Richard Dehemel (Mujer y mundo), de gran carga expresionista, todav¨ªa tonal pero nov¨ªsima en cuanto a una forma que se deriva de la misma sustancia simb¨®lica y narrativa. Todo fue bien pero falt¨®, en gran medida, lo que es decisivo en la obra: el misterio que, a modo de lento veneno, penetra en nuestro ser seg¨²n discurre tan hermosa invenci¨®n.
Staatkapelle de Dresde
Director: G. Sinopoli. Obras de Strauss y Sho?berg.D¨²o Honda-Rosenberg y Mart¨ªnez Menner Obras de Bach, Mozart, Messiaen, Baudouin, Wienawsky y Szymanowsky Auditorio. Madrid, 29 de abril.
La inclinaci¨®n autobiogr¨¢fica de Strauss le llev¨®, cuando contaba 35 a?os, a decimos con gran elocuencia las peripecias de su vida: sus ideales, sus luchas, sus pasiones y sus triunfos, en una narraci¨®n epis¨®dica que conforma un total fuertemente unitario y se remata con un l¨ªrico y bell¨ªsimo final. Sinopoli atendi¨® m¨¢s a la parcialidad de las estructuras y abus¨® de una brillantez que los m¨²sicos de Dresde le sirven con perfecci¨®n, pero, en definitiva, los resultados merecieron una gran acogida.
T¨¦cnica formidable
M¨²sica pura y honda la tuvimos por la noche en la sala de c¨¢mara servida con incre¨ªble nobleza de medios y estilos por la violinista Latica Honda Rosenberg, en d¨²o con el pianista Claudio Mart¨ªnez Menner, dentro del ciclo que las Juventudes Musicales madrile?as dedican a los alumnos de la Escuela Superior Reina Sof¨ªa galardonados en grandes concursos internacionales.Latica Honda posee una t¨¦cnica formidable y al hablar de la escuela de Zakhar Bron el t¨¦rmino t¨¦cnica totaliza los aspectos virtuos¨ªsticos y los musicales. La Sonata en si bemol, de Mozart, result¨® ejemplar pues a la labor de la joven violinista se sum¨® la del pianista espa?ol, un superdotado all¨ª donde los haya, disc¨ªpulo ahora de Dimitri Bashkirov. Soberbia la exposici¨®n del Tema con variaciones, de Messiaen, verdaderamente fascinantes. Lo son tambi¨¦n el Nocturno y tarantela, de Szymanowsky, en tanto Alternanza, de Baudouin y la Fantas¨ªa sobre Fausto, de Wienawsky, nos dieron la medida de un virtuosismo espectacular aunque no vano.
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