"Hay que limitar la soberan¨ªa para defender los derechos humanos"
Pierre San¨¦ es un hombre menudo, culto y simp¨¢tico, que tiene unas cuantas convicciones firmes. La primera es que los derechos humanos son "de aplicaci¨®n universal, sin que valgan argumentos culturales o econ¨®micos para violarlos". Otra es que, para defenderlos, la ONU debe "reducir cada vez m¨¢s el espacio de soberan¨ªa nacional de los Estados". San¨¦, un senegal¨¦s de 44 a?os titulado por la Universidad canadiense de Carlton y la London School of Economics, se convirti¨® el pasado octubre en el primer africano que dirige Amnist¨ªa Internacional.
"La conciencia universal sobre los derechos humanos", afirma el secretario general de Amnist¨ªa Internacional, "ha progresado notablemente desde la II Guerra Mundial, y ello explica las crecientes presiones sobre la ONU para que intervenga all¨ª donde ¨¦stos son violados, para que limite el espacio de soberan¨ªa nacional de los Estados. S¨®lo reduciendo a¨²n m¨¢s este espacio podr¨¢ conseguirse una mayor eficacia de las Naciones Unidas".A San¨¦, que acaba de entrevistarse en Par¨ªs con el presidente Fran?ois Mitterrand, le inquieta "el poco inter¨¦s" que los Gobiernos y los medios de comunicaci¨®n parecen estar concediendo a la Conferencia Mundial sobre los Derechos Humanos que se celebrar¨¢ en Viena el pr¨®ximo junio, la primera de este tipo desde el final de la guerra fr¨ªa. Amnist¨ªa Internacional propondr¨¢ en Viena la creaci¨®n de un comisario especial de las Naciones Unidas encargado de velar por el respeto de los derechos humanos.
"Hay que buscar nuevas f¨®rmulas para mejorar la capacidad de la comunidad internacional para proteger los derechos humanos", dice San¨¦. No obstante, se declara contrario a la adopci¨®n de sanciones econ¨®micas o medidas militares contra los pa¨ªses que los violan. "Las primeras penalizan a toda la poblaci¨®n; las segundas repugnan a mi conciencia", explica. San¨¦ prefiere "la informaci¨®n, abochornar a los Estados culpables".
San¨¦ no acepta el argumento empleado, entre otros, por los islamistas de que los derechos humanos son un "invento occidental" que atenta contra "la especificidad cultural" de los otros pueblos. "En todas las culturas y religiones", dice, "el derecho a la vida, a la integridad f¨ªsica y a un m¨ªnimo vital son reconocidos". Tampoco admite que deba impulsarse el desarrollo antes de hablar de derechos humanos.
Este ¨²ltimo argumento, adelanta, va a ser empleado en Viena por numerosos pa¨ªses de Asia. "Los asi¨¢ticos van a insistir en los criterios de soberan¨ªa nacional y la primac¨ªa de la competencia, la productividad y el desarrollo". Por el contrario, San¨¦ se felicita de que Am¨¦rica Latina vaya a adoptar posiciones pr¨®ximas a las europeas. "?frica", suspira, "seguir¨¢ marginada".
Indignaci¨®n
San¨¦ est¨¢ indignado por el hecho de que el Consejo de Seguridad de la ONU decidiera aplazar la aplicaci¨®n de sanciones contra Serbia hasta la celebraci¨®n del refer¨¦ndum ruso. Y luego reconoce que los conflictos balc¨¢nicos est¨¢n obligando a Amnist¨ªa Internacional a "reexaminar" su trabajo. "Nos centr¨¢bamos hasta ahora en la denuncia de los Estados, pero uno de los fen¨®menos de este fin de siglo es la multiplicaci¨®n en distintos lugares del mundo de milicias armadas que se comportan de forma totalitaria en los territorios que controlan".
Por ¨²ltimo, San¨¦ arroja sobre el tapete la cuesti¨®n del "doble rasero" de los occidentales. "Estados Unidos", protesta, "sigue ejecutando a los prisioneros; pa¨ªses europeos como Espa?a siguen practicando la tortura; en otros como Francia, la polic¨ªa practica actitudes racistas; en casi todo el mundo occidental se limita el derecho de asilo".
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