Esperando a Garz¨®n
La ausencia del juez y candidato del PSOE desluci¨® la recepci¨®n del Dos de Mayo
El ausente Baltasar Garz¨®n, el juez que ir¨¢ como n¨²mero dos en las listas del PSOE por Madrid, fue el protagonista de la recepci¨®n ofrecida ayer por Joaqu¨ªn Leguina, presidente de la Comunidad de Madrid, con motivo de la fiesta del dos de Mayo. Pero los pol¨ªticos siguieron con su costumbre de perseguir las bandejas de canap¨¦s con un vaso en la mano. Unos aprovecharon para pronunciarse sobre la campa?a electoral. Otros, tal vez peor situados en las listas, prefirieron departir con los famosos que deambulaban por el patio del palacio de Maudes.
Baltasar Garz¨®n, invitado al acto, envi¨® un mensaje comunicando su imposibilidad de acudir a la fiesta. En la puerta del palacio de Maudes hubo quien cruz¨® apuestas sobre la llegada o no del juez.El alcalde de la capital, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, asegur¨® que Garz¨®n ha cometido el grave error de descender a la arena pol¨ªtica. "Ya veremos a ver si el PSOE con este fichaje llega a nueve diputados en Madrid", sugiri¨®.
El pol¨ªtico que ha sido desplazado al n¨²mero 3 de las listas del PSOE por Madrid tras el fichaje de Garz¨®n, el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, se?al¨® con elegancia que "siempre es bueno que una persona que haya trabajado fuera del Congreso enriquezca el Parlamento y la vida pol¨ªtica". El ministro, reci¨¦n llegado de Nueva York, dijo que no conoc¨ªa a nadie del PSOE que haya criticado esta incorporaci¨®n.
Para Rodrigo Rato, candidato n¨²mero dos del PP al Congreso en la circunscripci¨®n madrile?a, el juez deber¨ªa haber sido m¨¢s cuidadoso en sus ¨²ltimas actuaciones. "Parece que el magistrado ha tomado algunas decisiones pensando ya que era candidato del PSOE", indic¨® Rato, quien cree importante que Garz¨®n aclare su entrevista con el ex polic¨ªa Michel Dom¨ªnguez, vinculado a los GAL.
Mientras, Rodolfo Mart¨ªn Villa, del PP, opinaba que ha sido una mala noticia para los espa?oles la p¨¦rdida de un juez, y que que al PSOE no le hacen falta estos fichajes para acabar con la corrupci¨®n. "La incorporaci¨®n del juez es s¨®lo una operaci¨®n de imagen", indic¨®.
A su lado, el senador y fiscal Alberto Ruiz Gallard¨®n. fue m¨¢s tajante: "Garz¨®n se ha convertido al corcuerismo".
Pero en el palacio de Maudes no s¨®lo se ech¨® de menos a Garz¨®n. Tambi¨¦n falt¨® a la cita anual con Leguina el presidente de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a (FSM), Jos¨¦ Acosta. Sobre su ausencia, Te¨®filo Serrano, secretario general de la FSM, no lleg¨® a comentar nada. Cuando iba a hablar empez¨® a toser sin pausa.
El ministro de Educaci¨®n y Ciencia, Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, not¨® a ojo de buen cubero que este a?o "hab¨ªa m¨¢s representantes del PP [en la recepci¨®n del Dos de Mayo] que de otras formaciones pol¨ªticas". En los laterales del patio del palacio no hab¨ªa huecos a causa de la masiva presencia de representantes del PP.
Ruiz Gallard¨®n, portavoz regional del PP, preguntaba in dignado qui¨¦n era el responsable de que las camareras llevaran cofia en la cabeza. Muy cerca, el concejal ?ngel Matanzo vecino de Aravaca, fue invitado a ocupar la alcald¨ªa del distrito si se produce su segregaci¨®n de la capital. "Yo tengo m¨¢s aspiraciones que las de ser alcalde de mi distrito", replic¨® mientras exhib¨ªa un mechero con la siguiente inscripci¨®n: "?ngel Matanzo Espa?a, conde de Montecristo".
A la cita del Dos de Mayo tambi¨¦n acudi¨®, sonriente y parlanch¨ªn, el presidente del Real Madrid, Ram¨®n Mendoza. "Soy madrile?o y me gusta estar en los actos de mi ciudad", explic¨®.
Para el concejal de IU en el Ayuntamiento de Madrid Franco Gonz¨¢lez parec¨ªa que ya hubiese pasado la liza electoral del 6 de junio. Un militante del PP le salud¨® con un: "?Hola diputado!" y Gonz¨¢lez, n¨²mero cuatro en las listas de su coalici¨®n, le contest¨® ensimismado. Tambi¨¦n en las filas de IU, la senadora Isabel Vilallonga sorprendi¨® a la concurrencia por la extensa abertura de su vestido. "El pr¨®ximo a?o consultar¨¦ con todos qu¨¦ ropa ponerme", contest¨® a m¨¢s de uno. Y mientras, Leguina se paseaba ufano, como cicerone.
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