Espejo roto
AUNQUE NUNCA llegaran a conocerse los motivos por los que Pierre B¨¦r¨¦govoy decidi¨® quitarse la vida, se trata, en todo caso, de una determinaci¨®n que ilumina retrospectivamente una biograf¨ªa y un destino nada comunes. La imagen de austeridad y honradez que hab¨ªa acompa?ado a lo largo de toda su carrera a este antiguo obrero llegado a primer ministro se vio oscurecida en los ¨²ltimos meses por la acusaci¨®n de haberse beneficiado en 1986 de un pr¨¦stamo sin inter¨¦s, concedido por un financiero amigo de Mitterrand e implicado en un esc¨¢ndalo de informaci¨®n privilegiada. El hecho de que el pr¨¦stamo fuera destinado a terminar de pagar el piso de 100 metros en que viv¨ªa fue invocado por sus amigos como prueba de la honradez de alguien que, habiendo sido superministro de Hacienda, ni siquiera dispon¨ªa de capital para pagarse un piso en Par¨ªs.Algunos colegas de B¨¦r¨¦govoy han acusado de su muerte a los periodistas que destaparon el asunto y lo utilizaron con sa?a contra el primer ministro, que no habr¨ªa podido resistir esa presi¨®n. Las estrellas del periodismo y las de la pol¨ªtica practican dos oficios que se caracterizan, seg¨²n la expresi¨®n de Paul Val¨¦ry, porque "su materia prima es la opini¨®n que los otros tienen de uno". Tal vez esa coincidencia, y la competencia por ocupar el primer plano de la escena p¨²blica que de ella deriva, explique la crueldad del trato que hoy se dispensa a los pol¨ªticos en los medios. En cualquier caso, la falta de escr¨²pulos de algunos periodistas que miden la independencia profesional por el n¨²mero de carreras arruinadas -al margen de lo bien o mal fundado de sus acusaciones- est¨¢ apartando de la pol¨ªtica a las personas m¨¢s capaces y atrayendo a ella a otras cuya ¨²nica virtud es su capacidad de encaje.
La tr¨¢gica muerte de Pierre B¨¦r¨¦govoy ha venido a recordar esa cara del dilema. La otra es la realidad italiana. ?Hubieran llegado las cosas tan lejos si la prensa italiana, o amplios sectores de la misma, no hubieran llevado su comprensi¨®n hacia los pol¨ªticos hasta el silenciamiento de aquello que todos sab¨ªan?
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