Sartorius, Almeida y Castellano
Buen revuelo se ha armado a cuenta de la renuncia por parte de los ex diputados Sartorius, Almeida y Castellano a figurar en la lista de Izquierda Unida de Madrid. Con el distanciamiento cr¨ªtico que puede dar el contemplar la cuesti¨®n desde Andaluc¨ªa y desde la militancia en otra formaci¨®n pol¨ªtica -Acci¨®n Alternativa, en mi caso- creo que la comprensi¨®n del asunto es bien simple.Estas tres personas son dirigentes estatales de la corriente Nueva Izquierda. Cuando se produjo el muy importante debate sobre el Tratado de Maastricht mantuvieron una opini¨®n favorable a su ratificaci¨®n. Sin embargo, la posici¨®n que result¨® mayoritaria en IU fue la opuesta. Despu¨¦s no s¨®lo mantuvieron p¨²blicamente sus opiniones -a lo que ten¨ªan perfecto derecho- sino que, llegado el momento de votarlo en el Parlamento y aprovech¨¢ndose de su condici¨®n de diputados, vulneraron la posici¨®n democr¨¢ticamente adoptada.
Es comprensible que para una buena parte de aquellos militantes de IU que ni ocupan esca?o en el Congreso ni salen en televisi¨®n quedara la impresi¨®n de que estas tres personas entend¨ªan que lo que val¨ªa para el com¨²n de los afiliados no se les aplicaba a ellos.
Ahora, en la configuraci¨®n de las listas y con car¨¢cter orientativo en una votaci¨®n primaria uninominal, estas tres personas quedaron ubicadas como n¨²meros cinco, ocho y nueve de la candidatura. No obstante, en la votaci¨®n decisoria y seg¨²n el sistema proporcional, su corriente obtuvo los puestos dos, cuatro y ocho. Las encuestas le dan a IU un m¨ªnimo de siete esca?os en Madrid.
Su dignidad se resinti¨® y los tres ex diputados renunciaron a presentarse, siendo sustituidos por personas de su misma corriente. Apresuradamente, ciertos comentaristas han apoyado esa decisi¨®n como respuesta a un presunto "ataque al pluralismo".
Sinceramente, no veo ese ataque por ning¨²n sitio. Simplemente, unos militantes han valorado pol¨ªticamente una determinada actuaci¨®n con una votaci¨®n concreta. No ha habido, como era previsible, un respaldo plebiscitario a los ex diputados. Nadie, tampoco ellos, puede sorprenderse por ello.
No ha habido tampoco exclusi¨®n administrativa alguna que denunciar. Simplemente, su corriente ha obtenido los puestos que proporcionalmente le correspond¨ªan. Cabe suponer que emotivamente esto haya perturbado la autoestima individual de los candidatos implicados; pero en nada disminuye el car¨¢cter democr¨¢tico y pluralista del procedimiento seguido.
Humanamente se puede entender la rabieta, pero pol¨ªticamente es muy dif¨ªcil encontrar justificantes v¨¢lidos a su abandono.
En resumen, este entretenido entrem¨¦s en nada afecta a las razones pol¨ªticas de fondo para votar Izquierda Unida. A m¨ª no, desde luego.-Javier Pulido.
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