Juan Hormaechea resiste la lluvia
El declive econ¨®mico de Cantabria se: asemeja a esos d¨ªas lluviosos del norte, en que el agua cae pausada y penetrante. En los siete ¨²ltimos a?os, la regi¨®n se ha alejado lenta y progresivamente del crecimiento medio nacional de la econom¨ªa. En los mejores a?os del pasado reciente, entre 1985 y1992, el crecimiento de su riqueza regional ha sido el m¨¢s bajo (le todas las comunidades aut¨®nomas, exceptuada Asturias. En ese periodo, 13 de las 17 comunidades aut¨®nomas aumentaron m¨¢s que Cantabria la renta familiar disponible. En poco m¨¢s de tres lustros, los c¨¢ntabros han descendido nueve puestos, del 15 al 24, en Producto Interior Bruto (PIB) por habitante y provincia.La incorporaci¨®n a la CE ha endurecido la adaptaci¨®n -necesaria en todo caso- a las reglas de la competencia en la ganader¨ªa europea. De 18.000 explotaciones existentes en 1985, quedaban 3.800 en 1992. De 11 empresas dedicadas, en 1980, a la producci¨®n de l¨¢cteos, permanec¨ªan 6 el a?o pasado. La d¨¦cada de los ochenta ha invertido la tendencia en el empleo, y ahora el paro supera la media nacional.
Con un presupuesto anual, en este momento, de 50.000 millones de pesetas, el Gobierno auton¨®mico ha situado a la regi¨®n en una deuda de unos 90.000 millones. Es el coste de la pol¨ªtica del presidente regional, Juan Hormaechea, cuyas vistosas obras p¨²blicas le han reportado una imagen de hombre emprendedor y un electorado m¨¢s amplio que el del Partido Popular, adem¨¢s del agradecimiento de algunos constructores. A cambio, su personalismo pr¨®ximo al caudillismo le ha convertido en un personaje progresivamente desacreditado, cuyas actuaciones oscilan entre la habilidad de quien es listo y el rid¨ªculo de quien ha perdido los papeles.
Su ¨²ltima jugada ha mandado al traste la estrategia paciente de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. El l¨ªder del PP soport¨® primero continuos reproches por respaldar a un pol¨ªtico procesado por prevaricaci¨®n, y lo hizo con la esperanza de retener en estas elecciones bajo las siglas del PP a todo el centro-derecha c¨¢ntabro. Pero esa paciencia no le ha servido de nada: se ha encontrado con que a su partido le ha salido como rival ese presidente a quien ¨¦l apoy¨® frente a las cr¨ªticas.
A lo largo de los ¨²ltimos cuatro a?os, los populares se han mostrado incapaces de encontrar, o de crear, una figura pol¨ªtica que eclipse al arrollador Hormaechea. Un pol¨ªtico que no se da por aludido cuando dimiten seis de sus nueve consejeros, y que cuando quiere garantizar la fidelidad de seis diputados auton¨®micos les convierte en asesores con sueldo millonario.
En el lado socialista, los m¨¢ximos dirigentes regionales del PSOE se asientan en un dominiototal del partido, a falta de lid erazgo en la sociedad, y en la utilizaci¨®n de las victorias como apuntalamiento de posiciones personales, mientras que las derrotas son atribuidas al desgaste del Gobierno de la naci¨®n.
En esta ocasi¨®n, el PSOE no tendr¨¢ como rival a la ex vicepresidenta nacional del PP Isabel Tocino, que tras un enfrentamiento con Hormaechea tan abierto como poco tenaz y poco respaldado, ha preferido presentarse para diputada por Toledo.
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