Se?or alcalde, por favor, pruebe la aspirina
El autor de este art¨ªculo est¨¢ en contra del proyecto de reforma de la plaza de Oriente que estudia el Ayuntamiento de Madrid. Antes de meter al enfermo en el quir¨®fano, Aroca aconseja otros m¨¦todos menos cruentos y m¨¢s baratos, aunque de menos lustre, como restringir el paso de veh¨ªculos y el aparcamiento de autobuses. Soluciones que, de no resultar, siempre ofrecen la posibilidad de hacer rectificaciones.
Va resultando cada vez m¨¢s cansado hablar, y me temo que leer, sobre la plaza de Oriente. Da un cierto reparo empe?arse en demostrar que es absurdo algo que lo es de forma bastante evidente, y lo malo es que el cansancio pueda interpretarse como asentimiento.Dadas las consecuencias negativas que pueden derivarse de la empresa:
- El aparcamiento y el t¨²nel pueden generar m¨¢s tr¨¢fico de paso ?le autom¨®viles y, desde luego, de autobuses, y m¨¢s contaminaci¨®n.
- Las rampas de entrada y salida supondr¨¢n un obst¨¢culo mucho m¨¢s formidable para cruzar la calle Bail¨¦n que el actual tr¨¢fico.
- Por las caracter¨ªsticas de la zona pueden producirse movimientos en los edificios colindantes, incluso en el palacio Real, si no se toman precauciones que har¨¢n muy costosa la obra.
- El primer s¨®tano acabar¨¢ transform¨¢ndose en una gigantesca estaci¨®n de autobuses tur¨ªsticos.
- Morir¨¢n muchos ¨¢rboles en la operaci¨®n.
-Todo ello sin hablar de los problemas de seguridad que genera el urbanismo por plantas. Ante estos problemas, la argumentaci¨®n de los proponentes del proyecto es curiosa:
-El aparcamiento no atraer¨¢ tr¨¢fico. Los t¨²neles no generar¨¢n m¨¢s tr¨¢fico de paso y todo se ventilar¨¢ a trav¨¦s de las bases de las farolas de la nueva plaza, en la que no se ver¨¢n ya los autobuses, pero al menos podr¨¢n olerse.
-La estaci¨®n de autobuses (vez y media la de M¨¦ndez ?lvaro) era s¨®lo para guardar autobuses de lujo por la noche, no generar¨¢ tr¨¢fico y adem¨¢s puede reducirse.
El proyecto ser¨¢ barato, ya que hoy d¨ªa se contrata con grandes bajas, pero si es caro, ?c¨®mo va a escatimarse dinero para una cosa as¨ª? (se han usado ambos argumentos en la misma reuni¨®n).
-El ¨¢rea central de la estaci¨®n de autobuses, que era comercial, ahora es un espacio cultural de uso indefinido para cuyo funcionamiento no hay, que se sepa, presupuesto previsto. (Y, cuando la cultura no funcione se caer¨¢ en la cuenta de que al lado de los autobuses mejor es poner agencias de viajes).
Ante la camale¨®nica operaci¨®n, que m¨¢s tiene de agujero en busca de una funci¨®n que de rigurosa soluci¨®n a unos problemas que nunca se han concretado con precisi¨®n, uno piensa que debe haber alguna otra raz¨®n para que el actual Ayuntamiento se embarque en un antiguo empe?o personal de Miguel Oriol (que, no olvidemos, estaba acompa?ado en tiempos de una entreplanta para peatones sobre el paseo del Prado y Cibeles, que podr¨ªa venir a continuaci¨®n).
Despu¨¦s de mucho debatir, que siempre es ¨²til, el agujero va adquiriendo sentido: el proyecto cambia de forma y contenido a medida que se revelan sus muchas debilidades, pero persiste lo esencial: hacer un agujero y de paso hipotecar con otros usos el suelo p¨²blico, el suelo del ciudadano.
Riesgos y agujeros
Uno querr¨ªa equivocarse al formular una posible explicaci¨®n al apoyo municipal, que desgraciadamente encaja: Oriol defiende su idea de toda la vida, y lo hace con valor y entusiasmo mientras el Ayuntamiento espera sin comprometerse mucho; detr¨¢s ir¨¢ toda una serie de operaciones tan subterr¨¢neas y, probablemente, m¨¢s cutres. Todas ellas tendr¨¢n en com¨²n agujerear e hipotecar el suelo p¨²blico, con buenos negocios para algunos y con los riesgos a cargo del bolsillo de los ciudadanos.
Se?or alcalde, los problemas de la plaza de Oriente, en lo que tengan de real, pueden paliarse con soluciones blandas y baratas; antes de recurrir a una cirug¨ªa irreversible, costosa y, en opini¨®n de muchos, innecesaria y contraproducente, pruebe a ver si al enfermo le mejora la aspirina.
Es f¨¢cil disuadir el tr¨¢fico de paso por Bail¨¦n ensanchando la acera al palacio y abriendo poco tiempo los sem¨¢foros. Incluso cortar la circulaci¨®n frente al palacio no obliga a hacer ning¨²n t¨²nel, ya que hay un itinerario alternativo (Virgen del Puerto) de gran capacidad, que ya est¨¢ construido.
Los autobuses de turistas no necesitan esperar en la plaza, pueden dejar a los turistas y volver a la hora convenida, como se hace en todas partes.
Todos los teatros antiguos funcionan sin aparcamiento subterr¨¢neo y la gente va a la ¨®pera en trasporte p¨²blico o con ch¨®fer, que es de mejor tono.
Y, entre tanto, no ser¨ªa malo cuidar un poco m¨¢s la jardiner¨ªa, cuyo descuido aduce Oriol como otro de los problemas que solucionar¨¢ el agujero.
Estas soluciones son baratas, aunque de menor lucimiento, y tienen la ventaja de que se va viendo qu¨¦ pasa y, adem¨¢s, se pueden rectificar si no funcionan.
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