Advertencia a los imitadores
HERMANN TERTSCH, Los combates en la regi¨®n bosnia de Herzegovina y especialmente en la ciudad de Mostar se han reanudado con un asalto de las fuerzas croatas contra la poblaci¨®n musulmana. El Consejo de Defensa Croata (HVO) est¨¢ utilizando m¨¦todos -terror y limpieza ¨¦tnica- tolerados por la comunidad internacional a las fuerzas serbias durante casi dos a?os en esta guerra. Sus fines son los que -consciente o inconscientemente- la comunidad internacional ha legitimado al imponer una divisi¨®n del Estado de Bosnia-Herzegovina por criterios ¨¦tnicos, tal como establece el plan de paz de David Owen y Cyrus Vance. El HVO asalta las comunidades musulmanas para acabar con los reductos de resistencia a la plena hegemon¨ªa croata que en esta regi¨®n le otorga el plan Owen-Vance.
El HVO y su m¨¢ximo dirigente, Mate Beban, el hombre impuesto por Zagreb a los croatas bosnios en sustituci¨®n de los l¨ªderes croatas leales al Estado bosnio, se sienten legitimados en sus fines y libres para emular a las fuerzas serbias en sus m¨¦todos en estos momentos en que la atenci¨®n mundial se concentra en elaborar una respuesta el iniciador de este drama, el Ej¨¦rcito serbio.
No a la pasividad
El hecho de que el mundo haya tolerado con su pasividad el terror y la limpieza ¨¦tnica de las fuerzas serbias no debe llevar a conceder a las croatas los mismos plazos para la conquista de sus objetivos. Ser¨ªa deseable, que el Consejo de Seguridad emitiera una clara advertencia a Zagreb y a su delegado en Mostar, Mate Boban, de que a todos aquellos que emulen a Serbia y sus fuerzas en Bosnia les ser¨¢ aplicado el mismo tratamiento por parte de la comunidad internacional, primero el rechazo diplom¨¢tico, despu¨¦s las sanciones y finalmente el aislamiento total.
Sin entrar en err¨®neas equiparaciones, ni perder de vista al principal agresor en esta guerra, Belgrado, el Gobierno de Zagreb y todos los de la regi¨®n han de saber que el mundo no cometer¨¢ los mismos errores de transigencia con quienes proceden a expulsiones o liquidaciones ¨¦tnicas. Mientras, los cascos azules que han entrado en Zepa, "ciudad protegida por la ONU" bajo asedio serbio, comprobaron ayer que s¨®lo quedaban all¨ª unas 60 personas de las 6.000 que esperaban encontrar.
En el mejor de los casos, la mayor¨ªa est¨¢ escondida en los bosques del entorno. En el peor, ha muerto o huido de p¨¢nico por los montes, demostrando la escasa credibilidad que le merecen acuerdos de las Naciones Unidas con los serbios, que siempre concluyen en poco menos que en la rendici¨®n incondicional de las v¨ªctimas.
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