Ritmo y locura
La salida al mercado de un nuevo disco, El arte de lo invisible, fue el motivo de este concierto de Ketama, que llev¨® a Aqualung a unos 1.500 adictos a su m¨²sica.M¨²sica que, evidentemente, se encuentra ya a a?os luz de su punto de partida, que fue el fiamenco. Se hizo patente en este concierto, en el que hubo interpretaciones de distintos momentos de su trayectoria art¨ªstica, desde el Ketama de sus comienzos, al que deben el nombre, hasta el ya emblem¨¢tico Vente pa Madrid. Lo que est¨¢n haciendo ahora mismo, en su grabaci¨®n anterior y en la que sale estos d¨ªas, es la m¨²sica que puede hacer cualquier grupo actual de ra¨ªces no muy definidas. Este grupo que capitanean Juan, Antonio y Jos¨¦ Miguel Carmona suena, y suena muy bien, como una banda con querencia hacia los ritmos ex¨®ticos, en primer lugar los que integran ese extenso g¨¦nero que llamamos salsa.
Concierto de Ketama
Aqualung, 10 de mayo.
Ah¨ª le echan ciertamente mucho ritmo, marcha a tope y su buena dosis de locura, aunque algunos de los temas se parezcan demasiado entre s¨ª. Y todo funciona como est¨¢ previsto. Aguerridas veintea?eras rompieron a bailar con las sevillanas y siguieron, imparables en todo el concierto; los chicos de pelo largo y porro f¨¢cil hicieron tambi¨¦n sus c¨ªrculos bullangueros y jacarandosos. No se quedaban quietos ni siquiera cuando los de Ketama templaban el ritmo para ponerse un pel¨ªn trascendentes en temas lentos, donde verdaderamente no tienen la misma efectividad.
Hubo incursiones en el flamenco, por supuesto, Flamenco descafeinado,, pero mas no se les puede pedir. Unas sevillanas con aire americano, muy bonitas, y unas buler¨ªas o as¨ª.
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