Los conservadores brit¨¢nicos imponen un cambio de Gobierno en julio

El primer ministro brit¨¢nico, John Major, empieza a pensar en lo que era impensable hace poco: un cambio parcial de Gobierno, a poco m¨¢s de un a?o de su formaci¨®n. El desastre conservador en las elecciones locales del pasado jueves ha agudizado la percepci¨®n general de que el Gabinete navega sin rumbo y, a falta de mejor soluci¨®n, los diputados tories piden cabezas. Norman Lamont (Econom¨ªa) y John Patten (Educaci¨®n) son los principales candidatos a perder despacho y cartera en una crisis de Gobierno prevista para julio.

Resulta parad¨®jico que el canciller del Exchequer, Norman Lamont, sea la perfecta cabeza de turco en este preciso momento, cuando el Reino Unido empieza a emerger de la peor recesi¨®n desde los a?os 30. Pero la pol¨ªtica brit¨¢nica se sustenta, hoy en d¨ªa, sobre un c¨²mulo de paradojas: John Major es el primer ministro m¨¢s impopular de todos los tiempos, pero nadie en su partido le disputa seriamente el cargo; los conservadores obtuvieron una inesperada mayor¨ªa absoluta hace quince meses, pero est¨¢n divididos en dos facciones irreconciliables; el Gobierno se tambalea, pero la oposici¨®n laborista parece no existir; la gran mayor¨ªa del Parlamento est¨¢ a favor de Maastricht, pero el proceso de ratificaci¨®n desembocar¨¢ en un embarullado recurso a los tribunales.

La situaci¨®n ser¨ªa insostenible en cualquier otro pa¨ªs comunitario. La sociedad brit¨¢nica, sin embargo, puede aguantar todav¨ªa un poco m¨¢s. Exactamente hasta a?o y medio m¨¢s, seg¨²n los estrategas del Partido Conservador. Si Major no ha conseguido para entonces hacerse con las riendas del poder y mejorar su imagen p¨²blica, har¨¢ falta un nuevo primer ministro.