Manolo S¨¢nchez y Santiponce, heridos graves

El matador de toros Manolo S¨¢nchez y el banderillero Pedro Mariscal Santiponce, la cuadrilla de Fernando Cepeda, resultaron heridos graves por el quinto y sexto toros, respectivamente, y llegaron a coincidir en la enfermer¨ªa, desde donde tras ser intervenidos fueron trasladado una cl¨ªnica privada.

La cornada de S¨¢nchez en el muslo derecho, con una trayectoria ascendente de 25 cent¨ªmetros, que produce grandes destrozos musculares, y su pron¨®stico es grave. La de Santiponce es en muslo izquierdo y presenta dos trayectorias, una ascesdente de 15 cent¨ªmetros y otra hacia afuera de 10 cent¨ªmetros. Los destrozos que produce son menos fuertes y pron¨®stico es menos grave.

Santiponce entr¨® en la enfermer¨ªa con muy mal aspecto y en brazos de varios banderilleros, uno de los cuales, Antonio Delgado, llevaba la mano ensangrentada en la herida para taponarle la hemorragia. Por fortuna, las malas impresiones no se confirmaron y el subalterno fue operado s¨®lo con anestesia local.

El destino quiso que cuando el cirujano jefe de Las Ventas, doctor M¨¢ximo Garc¨ªa Padr¨®s, y su equipo, acababan de intervenirle e iban quitarse las batas, sucediese percance del matador, que vieron algunos de sus auxiliares en la televisi¨®n que hay una salita de la enfermer¨ªa. Uno de ellos le dijo a Garc¨ªa Padr¨®s: "Ponte la bata otra vez que tenemos otro herido". Poco antes acababa de ingresar un espectador con una lipotimia.

Mientras se prepara para su traslado en ambulancia a un Santiponce consciente, y que explicaba c¨®mo fue el percance, S¨¢nchez pasa al quir¨®fano, con tranquilidad y gesto dolorido, aunque simul¨® una sonrisa y coment¨®: "Mala suerte".

Cornada fuerte

Parad¨®jicamente, en los primeros momentos parec¨ªa que la cornada del vallisoleta era de menor importancia que la del subalterno. Incluso el apoderado, Pablo Chopera dec¨ªa al padre del torero no creer que fuera algo m¨¢s que un puntazo. Pero poco despu¨¦s llamaron de quir¨®fano a Chopera, y ¨¦ste sali¨® m¨¢s tarde de se?alando que "la cornada es limpia, pero m¨¢s fuerte lo que pens¨¢bamos".El padre del torero, que tambi¨¦n fue matador de toros y responsable de la vocaci¨®n de su hijo, respondi¨®: "Eso me lo tem¨ªa yo en cuanto qued¨® colgado del pit¨®n; adem¨¢s, Manolo se ha mirado mucho tras cogerle el toro hubiera sido un puntazo hijo ni se mira".A partir de ese momento la preocupaci¨®n no abandon¨® su rostro hasta que el cirujano termin¨® de operar al torero casi 45 minutos despu¨¦s.