11 dominicanas ayudan a un juez a desmantelar una amplia red de prostituci¨®n
Once inmigrantes dominicanas han relatado a un juez de Madrid los martirios a que fueron sometidas por los miembros de una red que las trajo ilegalmente a Espa?a para prostituirlas. Aunque s¨®lo son 11 las mujeres que, pese a las duras amenazas que pesan sobre ellas y sus familias, se han atrevido a delatar al clan de los Ruiz Ciriaco, fuentes judiciales calculan en m¨¢s de 1.000 las dominicanas presuntamente tra¨ªdas a Espa?a mediante enga?o por esa red de prostituci¨®n.
Esteban Ruiz Ciriaco, considerado el cerebro del clan, se desplazaba a los barrios humildes de Santo Domingo y reclutaba a mujeres prometi¨¦ndoles un trabajo digno en Espa?a. Ellas no ten¨ªan que preocuparse de nada: ni del pasaporte ni del dinero del viaje. La banda les adelantaba unos 1,5 millones que luego deb¨ªan devolver de sus sueldos.Esteban Ruiz Ciriaco les promet¨ªa un empleo cuidando ni?os, en un supermercado... Pero una vez en Madrid, destino de la mayor¨ªa, la realidad era bien distinta y no menos cruel, seg¨²n han informado a El PA¨ªS fuentes judiciales. Mientras sale un empleo mejor, ven¨ªa a decirles el jefe del clan, trabajar¨¢s en tal club de alterne, y no digas nada porque si no te corto una oreja.
El instructor del caso, Jos¨¦ Emilio Coronado, se ha visto obligado a decretar durante un mes el secreto del sumario para evitar que miembros de este clan atemoricen y conozcan la identidad de las inmigrantes que se han atrevido a contarle las fechor¨ªas a que han sido sometidas: chantaje, coacciones, maltrato f¨ªsico, amenazas de muerte...
Los miembros de la red est¨¢n encarcelados desde febrero. Pero las rejas de la prisi¨®n no han impedido que, a trav¨¦s de recaderos, algunos integrantes del clan hayan vertido amenazas de muerte contra las delatoras. Los seis miembros encarcelados son Esteban Ruiz Ciriaco, alias Elisa; su compa?ero sentimental, Emilio Mora, alias Jaime; Escol¨¢stica Ruiz Ciriaco, hermana de Esteban y esposa de Emilio; 'Fredy Ruiz Ciriaco, Tom¨¢s Ruiz Ciriaco y Pura Tolentino.
El juez ha rechazado la petici¨®n de libertad pedida por los abogados del clan; ha abierto un procedimiento abreviado contra ellos y ha remitido el caso al fiscal. Fuentes cercanas a la fiscal¨ªa indican que hay elementos incriminatorios para reclamar a los principales cabecillas de la banda penas que en conjunto pueden superar los 25 a?os de c¨¢rcel.
Si la misi¨®n de Esteban Ciriaco era reclutarlas en Santo Domingo, la de Pura Tolentino consist¨ªa en proporcionar h¨¢bitos de monja a las mujeres para la salida del pa¨ªs. Otra veces, la banda utiliz¨® a ni?os (bajo la apariencia de un matrimonio que iba de turismo). La red proporcion¨® tambi¨¦n pasaportes falsos; uno verdadero para entrar en Espa?a y otro falso para salir de la Rep¨²blica de Santo Domingo, afirman los citados medios jur¨ªdicos.
Distribuidas en clubes
Gran parte del millar de mujeres que introdujo esta banda trabajan hoy como prostitutas en Madrid, aunque un porcentaje bastante elevado fue enviado a clubes en Toledo, Vitoria, Orense y Santiago de Compostela.Para saldar la deuda contra¨ªda, la banda ofrec¨ªa a las interesadas la posibilidad de trabajar intensamente en prost¨ªbulos de carretera durante una buena temporada. Si la inmigrante aceptaba la oferta, cab¨ªa la posibilidad de que le fuera condonada parte de la deuda. La que se opon¨ªa, en cambio, era maltratada f¨ªsicamente o se la advert¨ªa del peligro que corr¨ªa su oreja. En la Rep¨²blica Dominicana, cortar una oreja es la marca de las prostitutas o de las mujeres infieles.
Algunas de las inmigrantes obligadas a prostituirse han contado al juez Coronado que las amenazas son serias. As¨ª, a una mujer que denunci¨® el hecho en un juzgado de Orense y regres¨® a Santo Domingo, "le enviaron dos tigres [matones] que le cortaron una oreja", seg¨²n el relato de las mujeres.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Tr¨¢fico inmigrantes
- Redes ilegales
- Inmigrantes latinoamericanos
- Inmigrantes
- Prostituci¨®n
- Inmigraci¨®n irregular
- Explotaci¨®n sexual
- Pol¨ªtica migratoria
- Inmigraci¨®n
- Tr¨¢fico personas
- Trata de seres humanos
- Migraci¨®n
- Comunidades aut¨®nomas
- Delitos sexuales
- Comunidad de Madrid
- Delincuencia
- Demograf¨ªa
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Sucesos
- Delitos
- Justicia
- Problemas sociales
- Espa?a
- Administraci¨®n p¨²blica