Divergencias entre EE UU y los aliados obligan a aplazar la reuni¨®n de la ONU

Las diferencias entre europeos y norteamericanos acerca de Bosnia han acabado por estallar en una lucha fratricida que impide cualquier acci¨®n diplom¨¢tica o militar, y que han desalentado tanto a Estados Unidos que el Gobierno de Bill Clinton empieza a ofrecer muestras de haberse desentendido del conflicto en los Balcanes. La prueba m¨¢s contundente de este enfrentamiento entre aliados occidentales es el aplazamiento de la reuni¨®n de ministros de Asuntos Exteriores, prevista para el pr¨®ximo viernes, en el Consejo de Seguridad de la ONU, y a la que Estados Unidos hab¨ªa amenazado con no asistir.

No obstante, el secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, recibir¨¢ ma?ana en Washington al titular ruso de Asuntos Exteriores, Andrei K¨®zirev, dentro de una nueva ronda de negociaciones entre Estados Unidos y sus aliados. Christopher recalc¨® ayer que EE UU no actuar¨¢ en solitario en la crisis de Bosnia. "Se trata de un problema multilateral y debe tener una respuesta multilateral", agreg¨®.A este conflicto se ha sumado recientemente Rusia, que, en su calidad de presidente de turno del Consejo, convoc¨® la reuni¨®n del viernes. Rusia, aliada tradicional de Serbia, est¨¢ en general m¨¢s pr¨®xima a las posiciones europeas, que apuestan por insistir en la defensa del plan de paz Vance-Owen -a pesar del voto contrario en el refer¨¦ndum serbio- y que se oponen a las medidas militares propuestas por la Administraci¨®n de Clinton.

El presidente estadounidense, preocupado por su ca¨ªda en las encuestas de popularidad, se ha retirado f¨ªsicamente del conflicto bosnio. Ayer, mientras en Nueva York y Washington circulaban propuestas y contrapropuestas para salir del estancamiento, Bill Clinton estaba en Los ?ngeles, visitando el barrio que fue escenario de los violentos motines de hace un a?o.Sin mucha fe

Clinton ha encargado a su secretario de Estado, Warren Christopher, que prosiga sus contactos con los europeos, pero esto se hace sin mucha fe. El diario The Washington Post citaba ayer a varios funcionarios an¨®nimos de la Administraci¨®n que afirmaban que el Gobierno norteamericano ha optado por sentarse a ver c¨®mo los europeos tratan de apagar el fuego en la antigua Yugoslavia ellos solos. Uno de los movimientos que esperan los norteamericanos es el resultado de la reuni¨®n que hoy mantendr¨¢n los miembros de la UEO en Roma.

La situaci¨®n es lo suficientemente fluida como para que las posiciones actuales cambien de un d¨ªa para otro. De hecho, Christopher tiene previsto reunirse el lunes con el ministro franc¨¦s de la misma cartera, Alain Jupp¨¦. Francia ha evolucionado en los ¨²ltimos d¨ªas hacia una posici¨®n algo m¨¢s pr¨®xima a las tesis norteamericanas. El plan franc¨¦s para proteger los enclaves de la ONU en Bosnia incluye, por ejemplo, la posibilidad de bombardeos a¨¦reos contra los serbios. Por ah¨ª puede haber un punto de encuentro.

Uno de los grandes inconvenientes de esta situaci¨®n es que Washington tampoco acaba de formular claramente sus puntos de vista. Los norteamericanos creen que es necesario primero obligar por la fuerza a los serbios a acatar la voluntad de la comunidad internacional, antes de tomar iniciativas que puedan legitimar la actual situaci¨®n en Bosnia. Al mismo tiempo, Clinton se ha cansado de repetir que actuar¨¢ siempre en el marco de la ONU.