Defensas y ataques
El Joventut sobrevivi¨® por su defensa. Al Madrid le perdi¨® su ataque. Parece lo mismo, pero no lo es del todo. Los verdinegros igualan la eliminatoria gracias a un extraordinario trabajo defensivo, sobre todo en lo que al juego interior se refiere. Para que Sabonis tarde 24 minutos en meter una canasta hay que hacerlo muy bien. Ferran, Morales, Thompson y, en el poco tiempo que estuvo, Kopicki se fajaron de tal manera que por una vez se pudo ver la desaparici¨®n en combate del gigante lituano. Fruto de ese trabajo y por segunda vez consecutiva superaron al Madrid en la faceta reboteadora.Pero esto explicar¨ªa s¨®lo una parte de su victoria. El resto lo puso o, mejor dicho, no lo supo poner el Real Madrid. Con 56 puntos es muy dif¨ªcil ganar un partido ante cualquiera, y mucho m¨¢s ante un adversario como el Joventut. Salvo los primeros minutos del segundo tiempo, cuando Biriukov tom¨® el mando de las operaciones y acerc¨® a su equipo hasta los cuatro puntos de desventaja, el ataque blanco fue un puro desprop¨®sito. Ni por fuera ni por dentro encontr¨® el ritmo. Rodeado Sabonis, impreciso Brown, nervioso Simpson y sin incidencia en el juego por parte de Ant¨²nez, ¨²nicamente Lasa y Biriukov parec¨ªan, dentro del tono anodino de la ofensiva general, saber lo que ten¨ªan que hacer.
El Joventut dio primero y fue el ¨²nico que dio. Como en el tercer partido, se instal¨® en una suculenta ventaja alrededor de la decena de puntos y marc¨® siempre el ritmo del partido. Una extra?a salida en el segundo tiempo, cuando Loto Sair¨ªz puso un extra?o quintento en la pista -s¨®lo estaba Smith del cinco inicial-, le coloc¨® en una inc¨®moda situaci¨®n, a punto de la par¨¢lisis. La vuelta de Rafael Jofresa y Villacampa, unida a la incapacidad del Madrid para dar el paso definitivo de ponerse por delante en el marcador, ayud¨® para su recuperaci¨®n. Cuando cay¨® Biriukov por cinco faltas, restando cinco minutos por jugar y con seis puntos de ventaja para el Joventut, el tema se inclin¨® hacia el color verde de forma definitiva. Ausente su ¨²nico hombre incisivo, al Madrid no le qued¨® m¨¢s remedio que volvera buscar como agua de mayo a Sabonis, pero debajo de los aros era m¨¢s dif¨ªcil jugar que en un cuarto oscuro lleno de gente.
Con el Madrid roto, el equipo badalon¨¦s pudo exhibirse en los ¨²ltimos minutos y llevar la euforia a su afici¨®n, que por un d¨ªa se olvid¨® de sus cr¨ªticas hacia Loto Sair¨ªz y le core¨® insistentemente.
Cuatro partidos y cada uno de su padre y de su madre. El ascensor madridista va hacia abajo, mientras que el del Joventut sube lento, pero seguro. Se encontrar¨¢n en Madrid, pero se ruega abstenerse de hacer pron¨®sticos a todo aquel que no le guste el v¨¦rtigo.
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