Las refineras espa?olas piden que se suprima el sistema de precios m¨¢ximos de los carburantes

Las compa?¨ªas refineras espa?olas -Repsol, CEPSA y BP Ofi Espa?a-, que tienen en torno al 93% del mercado espa?ol de gasolinas y gas¨®leos de automoci¨®n, han solicitado al Ministerio de Industria que suprima el sistema de precios m¨¢ximos vigente en la actualidad. Su intenci¨®n es poder fijar los precios de venta al p¨²blico de los carburantes libremente sin que exista un techo legal determinado. Industria ha contestado que todav¨ªa "no hay la suficiente competencia para liberalizar los precios". Sin embargo, ha dado dos pasos a su favor para caminar en ese sentido.

Industiria, por un lado, tiene previsto reducir de 21 a 10 d¨ªas el periodo que se toma para calcular el precio m¨¢ximo y, por otro, permitir la total libertad de precios en la nueva gasolina sin plomo de 98 octanos. Las petroleras espa?olas, que heredaron el monopolio que ten¨ªa Campsa (ahora CLH) de la que son accionistas, sostienen que el sistema de precios m¨¢ximos no permite llevar de forma inmediata a los precios de venta al p¨²blico las alteraciones que sufre el mercado petrolero mundial y que ellas ven reflejadas en sus compras diarias. "Por ejemplo, en las distintas devaluaciones que ha habido en Espa?a, nosotros compramos el crudo m¨¢s caro al d¨ªa siguiente, pero no podemos llevar el encarecimiento al precio de venta al p¨²blico hasta 21 d¨ªas despu¨¦s", dice una fuente de estas empresas. Sin embargo, la devaluaci¨®n permite que se revaloricen sus existencias compradas m¨¢s baratas.Seg¨²n esa fuente, "el Gobierno est¨¢ protegiendo demasiado al consumidor con la f¨®rmula (le precios m¨¢ximos". "Lo que aseguramos", a?ade, "es que no disparar¨ªamos los precios y no habr¨ªa abuso. Hay que tener en cuenta que hay dos multinacionales acostumbradas a competir en otros mercados y una empresa p¨²blica con representantes del Gobierno".

Argumentos contestados

Estos argumentos son contestados desde la Administraci¨®n y desde las multinacionales que operan en Espa?a y que no participan en las empresas espa?olas (caso de British Petroleum -en BP Oil- y de Elf, accionista de CEPSA). Fuentes de Industria han se?alado que no se puede permitir la liberalizaci¨®n total "porque apenas existe competencia y es necesario que la haya para poder garantizar que: los precios no se disparen". Industria va a permitir ¨²nicamente los precios libres en la nueva gasolina sin plomo de 98 octanos, "ya que tiene sustitutorio, porque si los expendedores encarecen este producto, el consumidor tendr¨¢ oportunidad de volver a comprar la de 95 octanos, que tambi¨¦n es sin plomo pero est¨¢ regulada".Una fuente de una multinacional, por su parte, subraya que "la liberalizaci¨®n ser¨ªa un error econ¨®mico grave, ya que traer¨ªa consigo, no s¨®lo una fuerte elevaci¨®n de los precios, sino tambi¨¦n una diferencia de precios entre distintas zonas de Espa?ol, siendo superiores en las del interior que en las perif¨¦ricas". Seg¨²n esa fuente, "la diferencia de precios entre zonas podr¨ªa dar lugar a una guerra comercial en las zonas de mayor competencia para evitar el acceso de nuevos competidores, financiando los precios bajos de un lado con los altos del otro, donde apenas tienen competencia [en el interior].

Este temor lo constatan las empresas espa?olas, que reconocen que "la liberalizaci¨®n tendr¨ªa como efecto inmediato el aumento de precios en Madrid y en algunas provincias de las dos Castillas, as¨ª como en Baleares, y de bajada o mantenimiento en las zonas costeras, especialmente en la catalana". Es decir, ser¨ªa m¨¢s caro en las provincias que est¨¢n lejanas de centros de almacenamiento o de refiner¨ªas y m¨¢s barata en las que est¨¢n cercanas. De hecho, en la actualidad, la compa?¨ªa Repsol ya tiene diferencia de precios, aunque sea m¨ªnima, en sus estaciones de servicio seg¨²n la provincia. La empresa p¨²blica decidi¨® instaurar una pol¨ªtica de precios de acuerdo al coste de distribuci¨®n y a la competencia de las multinacionales.

De esta forma, ocurre que las provincias catalanas son las m¨¢s baratas porque en el puerto de Barcelona existen tanques de almacenamiento -propiedad de Capesa- alternativos a los que controla Repsol a trav¨¦s de CLH (antigua Campsa). Tambi¨¦n es m¨¢s barato en las provincias fronterizas, donde las multinacionales pueden importar el producto sin necesidad de hacerlo a trav¨¦s de CLH, a, la que acusan de mantener una pol¨ªtica de precios del transporte privilegiada para sus accionistas y discriminatoria para las multinacionales.

Las multinacionales han logrado cuotas importantes de mercado en las ventas directas de gas¨®leo de calefacci¨®n, donde tienen el 18,8%, pero no as¨ª en gasolineras. Una de sus quejas tradicionales es que Ias empresas espa?olas mantienen indicios de comportamiento conscientemente- paralelo" en los precios de venta al p¨²blico.