"Todos los problemas no se pueden solucionar con m¨¦todos legales"

Yushenkov se define como un "dem¨®crata consecuente". En su d¨ªa se opuso a que Rusl¨¢n Jasbul¨¢tov fuera jefe del Parlamento, despu¨¦s estuvo en contra de dar facultades extraordinarias a Yeltsin y hoy es contrario a aprobar ya una nueva Constituci¨®n. Prefiere hablar de una ley que permita al nuevo Parlamento realizar esta tarea.L¨ªder de la fracci¨®n parlamentaria Dem¨®cratas Radicales y dirigente del bloque de movimientos pol¨ªticos Opci¨®n Democr¨¢tica, Yushenkov, a sus 43 a?os, ha pasado a integrar las estructuras del Ejecutivo en un puesto clave: subjefe del Centro de Informaci¨®n Federal, el flamante organismo de propaganda de las reformas de Yeltsin, que precisamente ayer el Tribunal Constitucional declar¨® ilegal.

"Personalmente, soy contrario a aprobar ahora la nueva Constituci¨®n, pues la base social a¨²n no ha madurado. No se ha formado lo que en todo el mundo se llama clase media, es decir, el grupo que da estabilidad a la sociedad. Por eso considero prematuro aprobar una Constituci¨®n que debe regir por siglos", explica Yushenkov, que estima que el futuro Parlamento podr¨ªa formular mejor los principios b¨¢sicos de la Constituci¨®n, as¨ª como su mismo texto.

Ley temporal

Yushenkov propone limitarse a aprobar una ley constitucional temporal que permita realizar elecciones parlamentarias, o a firmar un protocolo al Tratado Federativo con los miembros de la Federaci¨®n Rusa para el mismo fin. Entre los principales componentes de la campana electoral, dice, podr¨ªan figurar los diferentes proyectos de Constituci¨®n, y, as¨ª, los partidos que vencieran tendr¨ªan derecho a afirmar que los textos que ellos proponen cuentan con el apoyo de la mayor¨ªa del pueblo.

?ste es el "¨²nico camino estable y pac¨ªfico. de desarrollo" para Yushenkov, a quien siempre le ha preocupado el peligro de guerra civil. Y que este camino es viable lo demuestra el surgimiento de una especie de divisi¨®n en el Parlamento, por lo menos en lo que se refiere al apoyo al proyecto del presidente, se?ala.

Si la Conferencia Constitucional convocada para el 5 de junio se transforma en Asamblea Constituyente y aprueba la nueva ley fundamental, esto seguramente crear¨¢ nuevas tensiones. Pero, contrariamente a lo que pensaba hace poco, Yushenkov ahora no cree que el enfrentamiento entre partidarios de las reformas y oposici¨®n pueda desencadenar una guerra civil.

"Por parad¨®jico que parezca, despu¨¦s del 1 de mayo mis temores han disminuido", dice. Ese d¨ªa, en que hubo cientos de heridos y un muerto a consecuencia del choque entre los comunistas y nacionalistas con la polic¨ªa, se produjo, en opini¨®n de Yushenkov, una especie de vacunaci¨®n. "Tem¨ªa que sin esta vacuna la sociedad pod¨ªa ser empujada a la guerra civil, pero ahora la gente ha visto hasta d¨®nde est¨¢n dispuestos a ir los nacional-comunistas. Tambi¨¦n las fuerzas de seguridad son conscientes ahora del peligro de coquetear con ellas", explica, y agrega que los ¨®rganos de seguridad han comprendido que deber¨¢n ocuparse de las fuerzas de choque de la oposici¨®n.

Tampoco cree Yushenkov que el Ej¨¦rcito pueda intervenir, poni¨¦ndose del lado de, por ejemplo, el Parlamento o el Tribunal Constitucional, si estas instituciones se autoproclaman las ¨²nicas legales en el pa¨ªs. "Afortunadamente, ya hubo un intento de golpe de Estado en agosto de 1991. Digo afortunamente porque entonces qued¨® claro que la idea de la no intervenci¨®n del Ej¨¦rcito en los sucesos pol¨ªticos es muy fuerte entre los militares. Adem¨¢s, el hecho de que la mayor¨ªa de ¨¦stos haya apoyado a Yeltsin en el refer¨¦ndum nos permite confiar en que el Ej¨¦rcito no intervendr¨¢ directamente para resolver la lucha pol¨ªtica", sostiene Yushenkov, que es coronel retirado.

Yushenkov piensa que si se permanece prisionero del marco legal existente no se podr¨¢n cumplir las tareas que Rusia tiene por delante. "Es imposible encontrar la soluci¨®n de todos los problemas con m¨¦todos puramente legales, ateni¨¦ndonos estrictamente al sistema jur¨ªdico sovi¨¦tico, pero, por fortuna, existen las contradicciones creadas a partir de 1990, cuando las rep¨²blicas de la ex URSS comenzaron a declararse soberanas. Y aprovechando estas contradicciones, podemos avanzar", se?ala.

El principal problema del Gobierno es que, siendo responsable de las reformas econ¨®micas, no tiene las palancas para realizar estos cambios, opina Yushenkov. Por eso se puede afirmar que mientras no se apruebe la nueva Constituci¨®n no habr¨¢ cambios radicales en la vida econ¨®mica.