Dos campesinos chinos, ejecutados por vender pieles de pandas gigantes

Dos campesinos chinos fueron ejecutados el domingo por traficar con pieles de panda gigante, la mascota nacional, que est¨¢ protegida debido a que tan s¨®lo quedan vivos en libertad unos 1.000 ejemplares. No son los primeros ciudadanos chinos que sufren las radicales consecuencias de una ley considerada demasiado r¨ªgida en otros pa¨ªses.

En el ¨²ltimo a?o fueron detenidas, s¨®lo en la provincia de Yunnan, donde se concentran numerosas especies animales en peligro de extinci¨®n, m¨¢s de 900 personas. Seis de ellas pagaron con la pena capital por haber disparado contra pandas gigantes.Los castigos para quienes colaboran con este tipo de tr¨¢fico son de extrema dureza, pero las ganancias que puede reportar la venta de carne y pieles en Hong Kong contin¨²an siendo una tentaci¨®n para muchos, especialmente para los campesinos que viven en zonas pobres donde la situaci¨®n no ha mejorado con el paso del tiempo. Una piel de oso panda puede alcanzar en los mercados de Hong Kong, Taiwan o Jap¨®n los cinco millones de pesetas.

En esta ocasi¨®n, un tribunal popular de la ciudad sure?a de Guangzhou conden¨® a muerte a los campesinos Deng Tianshun y Zhu Xiuying por haber vendido tres pieles de panda gigante en su propio beneficio entre abril de 1988 y mayo de 1989. Los dos acusados fueron inmediatamente ejecutados tras recibir la sentencia de muerte. Los campesinos obtuvieron entonces, a cambio de la piel, en tomo a 65.000 pesetas por cada ejemplar. Las cifras se multiplican al entrar en las redes internacionales de comerciantes y coleccionistas.

Intermediarios

Fuentes oficiales chinas se?alaron que al menos otras tres personas que hab¨ªan servido de intermediarios en la operaci¨®n fueron detenidas. Todas ellas, cuya identidad no se ha facilitado, podr¨ªan acabar tambi¨¦n recibiendo una sentencia de muerte. Las autoridades chinas no dieron m¨¢s detalles.China, patria de los ¨²ltimos pandas gigantes que existen en el mundo, ofrece mucha publicidad sobre los esfuerzos para proteger esta especie de la acci¨®n de los humanos y de las agresiones medioambientales. Aun as¨ª, la especie se encuentra en grave peligro de extinci¨®n. Algo similar sucede con otros animales amenazados. A pesar de las ejecuciones y de las severas penas que se imponen a los infractores, la venta oculta de carnes y pieles de animales como los tigres y los rinocerontes contin¨²an abasteciendo los caprichos del mercado.