"No traicionar¨¢ nunca un estilo por estar en Madrid", dice Jesul¨ªn
Jesul¨ªn de Ubrique no estaba contrariado por los pitos que escuch¨® a la muerte del quinto toro, seg¨²n confesaba despu¨¦s de finalizar la corrida: "Me encuentro muy tranquilo y a gusto conmigo mismo, ya que tore¨¦ a ese toro a mi estilo, como a m¨ª me gusta, y no pienso traicionar nunca mi toreo ni siquiera por estar en Madrid". El matador a?ad¨ªa que todas las veces que venga a Las Ventas seguir¨¢ fiel a su trayectoria, "aunque no consiga encajar aqu¨ª nunca".No obstante, quer¨ªa puntualizar que en principio hizo caso al p¨²blico llev¨¢ndose al toro al centro del ruedo, "tras lo cual intent¨¦ lucirlo d¨¢ndole esa distancia que me ped¨ªan en los tendidos. Pero al final me fren¨¦ y me dije que yo no pod¨ªa est¨¢ a merced de las peticiones, sino que ten¨ªa que ser sincero y fiel a mi trayectoria, y ya decid¨ª encunarme, a¨²n a sabiendas que no iba a agradar". El de Ubrique presum¨ªa de lo dificil que es ponerse a escasos cent¨ªmetros de los pitones e incluso acariciarlos: "Muy pocos compa?eros son capaces de pisar este terreno".
Curro V¨¢zquez s¨ª que expresaba cierto enfado por su actuaci¨®n, que entend¨ªa no fue tan mala como para que le abroncaran en su segundo toro: "Era un aut¨¦ntico asesino, y gracias a Dios que cay¨® en un hombre experimentado como yo, porque si le toca a los chavales ya hubi¨¦ramos visto". Al comentarle que, seg¨²n estas palabras, parec¨ªa que hubiera estado cumbre con ese animal, se defend¨ªa: "Le hice lo ¨²nico posible, no perder los papeles y matarlo con dignidad".
Al de Linares tampoco le gust¨® el que abri¨® plaza, aunque se echaba parte de la culpa: "En mi af¨¢n de triunfar en mi plaza me lo dej¨¦ crudo en el caballo y lleg¨® gazapeando al ¨²ltimo tercio, por lo que reconozco que no anduve a gusto con ¨¦l". Respecto a la bronca que tambi¨¦n escuch¨® a la muerte del cuarto, y como despedida, dec¨ªa que no era muy justa, pero s¨ª comprensible: "Es que me quieren mucho, y si no triunfo me pitan".
Contento con el p¨²blico
Chamaco, por el contrario, s¨ª estaba contento con el trato de los aficionados en sus dos tardes, aunque matizaba que ¨¦l a cambio cumpli¨® con su obligaci¨®n: "Me entregu¨¦ abajo y ya soy consciente de que eso es lo que m¨¢s cala' en esta plaza, que, despu¨¦s, ya entra a valorar otras cosas distintas".
Pese a ello, ayer no hab¨ªa redondeado el triunf¨® a que aspiraba, por culpa de los toros, -seg¨²n sus explicaciones: "Fueron nobles, quiz¨¢s en demas¨ªa y les falt¨® ese punto de transmisi¨®n para encender a la gente, que es lo que intent¨¦ hasta comenzando de rodillas, pero luego se apagaron los toros poco a poco".
Al preguntarle que si era mejor torero cuando actuaba de rodillas que de pie, respond¨ªa: "Esa no es 4a cuesti¨®n. Yo soy el mismo, lo que pasa es que cuando empiezo de rodillas el toro a¨²n tiene fuerzas y despu¨¦s no".
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