Marc Bazin, primer ministro de Hait¨ª, dimite y abre la puerta a un cambio negociado

El primer ministro de Hait¨ª, Marc Bazin, anunci¨® ayer su renuncia al cargo a causa, seg¨²n dijo, de las amenazas recibidas por cuatro ministros de su nuevo Gabinete, lo que les impidi¨® tomar posesi¨®n de sus cargos. Seg¨²n fuentes de las Naciones Unidas, la decisi¨®n abre la puerta a una soluci¨®n negociada, aunque tambi¨¦n crea un peligroso vac¨ªo de poder. Bazin fue elegido primer ministro en junio de 1992 por el Gobierno constituido tras el golpe de Estado que derroc¨® al presidente constitucional del pa¨ªs caribe?o, Jean-Bertrand Aristide, en septiembre de 1991. Aristide declar¨® ayer que tras la dimisi¨®n de Bazin se ve en Puerto Pr¨ªncipe, la capital baitiana, "quiz¨¢ en unos d¨ªas".

"Dejo de ejercer mis funciones como primer ministro a causa de las presiones y las amenazas de todo tipo ejercidas contra las personalidades que yo hab¨ªa elegido para formar parte del nuevo equipo ministerial y contra sus familias", dijo Bazin, un ex economista del Banco Mundial, en un comunicado difundido ayer en la capital del pa¨ªs. Bazin nunca encontr¨® respaldo internacional para devolver la credibilidad, a Hait¨ª en el mundo.La renuncia de Bazin y de su Gobierno de facto fue recibida ayer con satisfacci¨®n en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, donde se ha se?alado que el hecho abre de nuevo la puerta a una soluci¨®n pactada de la crisis pol¨ªtica que vive el pa¨ªs, uno de los m¨¢s pobres del mundo, desde el golpe que derroc¨® a Aristide.

Aunque el representante de la ONU y la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) para Hait¨ª, Dante Caputo, no hizo ayer declaraciones, una fuente cercana record¨® que en sus ¨²ltimas visitas a Puerto Pr¨ªncipe Bazin se neg¨® a recibirle y se mostr¨® como el m¨¢s recalcitrante opositor a un acuerdo negociado.

Sin embargo, Caputo negoci¨® con el jefe del Ej¨¦rcito, el general Raoul Cendr¨¢s, y la direcci¨®n militar las garant¨ªas para el regreso de Aristide y del r¨¦gimen constitucional, que incluyen una amnist¨ªa por delitos pol¨ªticos. Bazin y algunos parlamentarios se opusieron al env¨ªo de 500 agentes internacionales para mantener el orden y el respeto a los derechos humanos.

Aristide, por su parte, asegur¨® ayer: "Espero estar pronto de regreso en Puerto Pr¨ªncipe, no dentro de unas semanas, sino incluso de unos d¨ªas".