Un legionario retirado que no hab¨ªa jubilado su pistola mata a su hijo

El coronel de la Legi¨®n Jos¨¦. Mar¨ªa Herv¨¢s Paz era, a sus 59 a?os, y seg¨²n sus propios vecinos, el t¨ªpico marido d¨¦spota y despiadado dentro de casa, pero amable y sonriente en la calle. Hace unos dos a?os, seg¨²n los vecinos, regres¨® de su destino en ?frica con el vicio, del juego y conservando el arma reglamentaria, de la que no se deshizo. El pasado jueves, a las ocho de la tarde, utiliz¨® su vieja Astra 9 mil¨ªmetros: dispar¨® contra su hijo Jos¨¦ Evaristo, de 37 a?os, cuando ¨¦ste intentaba entrar por una ventana de la casa. Para quienes conoc¨ªan a Carmen Landeira, la esposa del legionario, el suceso no caus¨® tanta sorpresa.

Hace poco m¨¢s de un a?o, el hijo menor de Landeira y Herv¨¢s sufri¨® un accidente que lo mantiene a¨²n en estado comatoso en un hospital de Madrid. "Cuando ocurri¨® aquello", explica una vecina del matrimonio, "Carmen me dijo: "Ojal¨¢ le hubiera pasado eso a ¨¦l [se refer¨ªa a su marido], es un cabr¨®n".Carmen contaba a sus amigas que mientras el marido se hallaba destinado en ?frica ella viv¨ªa muy feliz en su casa con sus siete hijos. Incluso el menor, el que sufri¨® el accidente, viv¨ªa en casa con su novia, y tambi¨¦n otros casados, con sus esposas y sus hijos. "Carmen nos dec¨ªa que ¨¦l nunca mandaba dinero desde Ceuta o Melilla, no me acuerdo d¨®nde estaba, que se lo gastaba todo en el juego", se?ala otra vecina.

Cuando lleg¨® a Madrid, el coronel en la reserva comenz¨® a echar a los hijos de casa, entre ellos a la v¨ªctima, que se qued¨® en paro hace varios meses. Cuando el hijo menor sufri¨® el accidente de tr¨¢fico, Jos¨¦ Evaristo, el fallecido, volvi¨® a casa de nuevo, pero su padre aguant¨® poco tiempo sus problemas con el alcohol, seg¨²n inform¨® la polic¨ªa.

Jos¨¦ Evaristo dorm¨ªa ¨²ltimamente en la calle; los hijos de los vecinos -todos militares- le ve¨ªan tendido en las aceras cuando regresaban los viernes y s¨¢bados por la noche.

"Muchacho normal"

"Era un muchacho normal, creo que camarero", explicaba otro vecino, "pero cuando se qued¨® en paro comenzaron los problemas en casa. Su padre ten¨ªa muy mal genio con todos ellos. Y lo curioso", contin¨²a la citada fuente, "es que en la calle el coronel le echaba el brazo por encima a su mujer y saludaba muy educado a todo el mundo. Cuando dispar¨® contra el hijo, yo baj¨¦ y le estaba diciendo a la polic¨ªa que ¨¦l era muy buena persona, que nunca se hab¨ªa metido con nadie".Fuentes de la Polic¨ªa Municipal indicaron que el coronel en la reserva dio positivo en la prueba de alcoholemia. A pesar de ello, a los, agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, Herv¨¢s les habl¨® con absoluta frialdad: "He disparado contra mi hijo y creo que est¨¢ muerto".

Carmen Landeira, la esposa del coronel autor del crimen, se encontraba en el hospital visitando a su hijo menor cuando le comunicaron el suceso. "Ha sido una l¨¢stima que haya muerto el chico, pero, por otra parte, Carmen va a descansar ahora", sentenci¨® una vecina, que como todas las consultadas prefiri¨® mantener el anonimato.

La calle de Don ?lvaro de Baz¨¢n, en Cuatro Caminos, se halla en una colonia militar escoltada por dos calles. Las casas son espaciosas, las escaleras vetustas y las calles sedentarias, sin problemas de aparcamiento, sin basuras ni sem¨¢foros.