Los Bulls de Chicago consiguen su tercer t¨ªtulo consecutivo con un triple del reserva Paxson

Al final el mito se convirti¨® en hombre. Michael Jordan no pudo ganar ¨¦l solo la Final de la NBA. Necesit¨® de la ayuda de sus compa?eros para imponerse por 4 a 2 y conquistar as¨ª el campeonato piar tercer a?o consecutivo. La consagraci¨®n del Chicago Bulls lleg¨® del sitio m¨¢s inesperado. John Paxson, el base reserva, fue el autor del triple decisivo, una canasta de la victoria que lleg¨® cuando s¨®lo restaban 3,9 segundos de partido.La jugada hab¨ªa sido dibujada por el entrenador para que Jordan acabase encestando, y la intenci¨®n era igualar en el marcador la ventaja de 98 a 96 que ten¨ªan en esos momentos los Suns. El bal¨®n, efectivamente, pas¨® por las manos de Jordan, pero nunca regres¨®. Cay¨® en las del alero Horace Grant, que se encontraba en la l¨ªnea de fondo a un metro y medio del aro. Grant contempl¨® brevemente las consecuencias de un fallo y opt¨® por no ser el responsable. Casi sin mirar, lanz¨® el bal¨®n en direcci¨®n de Paxson, que hab¨ªa sido abandonado por la defensa del Phoenix a ocho metros de distancia en. el liado izquierdo.

Instinto

"Es un sue?o. Fue cuesti¨®n de instinto. Recibes el bal¨®n y lo tiras. Es un lanzamiento que he ensayado 1.000 veces. En ning¨²n momento pens¨¦ en su significado hist¨®rico", declar¨® Paxson, un veterano de 10 a?os en la NBA y el mismo hombre que gan¨® el primer t¨ªtulo de los Bulls con otro triple en 1991 frente a los Lakers de Los ?ngeles. "Cuando la pelota lleg¨® a sus manos, sab¨ªa que la victoria era nuestra", afirm¨® Jordan.Hay que remontarse a 27 a?os para conocer al ¨²ltimo equipo que gan¨® tres t¨ªtulos de Liga consecutivos en el baloncesto profesional estadounidense. El sue?o de Jordan era conseguir lo que Larry Bird y Magic Johnson nunca pudieron. Ahora que se encuentra solo en el podio, su inmortalidad brilla m¨¢s que nunca. Siete t¨ªtulos consecutivos de M¨¢ximo anotador del campeonato; tres t¨ªtulos de Liga; dos medallas de oro ol¨ªmpicas; tres veces elegido jugador m¨¢s valioso de una final; m¨¢ximo anotador de una final, con una media de 41 puntos.

Jordan se entreg¨® y lo hizo casi todo. Sin embargo, no fue suficiente. Necesit¨® de la ayuda del alero Scottie Pippen en la final de conferencia frente a los Knicks de Nueva York. En la final, ante Charles Barkley y el Phoenix Suns, ya todo el equipo tuvo que entregarse a fondo. Grant, el mismo que titube¨® segundos antes, puso el sello de la victoria con un tap¨®n al base Kevin Johson en el ¨²ltimo segundo.

La final de 1993 demostr¨® que Jordan es un Superman vulnerable y sensible, susceptible a las cr¨ªticas sobre su conducta dentro y fuera de las canchas, y agotado f¨ªsicamente por dedicarse al baloncesto ol¨ªmpico y de la Liga durante los ¨²ltimos 21 meses. Lo primero que hizo Jordan al finalizar el partido fue darle un abrazo de consuelo a Barkley.

"Fue duro, pero lo conseguimos. Para decir la verdad, este triunfo es tanto un alivio como una alegr¨ªa", declar¨® Jordan. "Ha sido una temporada demasiado larga e intensa. No he pasado por nada m¨¢s duro en el baloncesto. Pero ha valido la pena. Hemos hecho historia".